César Vallejo

Amor

Amor, ya no vuelves a mis ojos muertos;

y cuál mi idealista corazón te llora.

Mis cálices todos aguardan abiertos

tus hostias de otoño y vinos de aurora.


Amor, cruz divina, riega mis desiertos

con tu sangre de astros que sueña y que llora.

¡Amor, ya no vuelves a mis ojos muertos

que temen y ansían tu llanto de aurora!


Amor, no te quiero cuando estás distante

rifado en afeites de alegre bacante,

o en frágil y chata facción de mujer.


Amor, ven sin carne, de un icor que asombre;

y que yo, a manera de Dios, sea el hombre

que ama y engendra sin sensual placer!