César Vallejo
Hasta el día en que vuelva...

Hasta el día en que vuelva, de esta piedra

nacerá mi talón definitivo,

con su juego de crímenes, su yedra,

su obstinación dramática, su olivo.


Hasta el día en que vuelva, prosiguiendo,

con franca rectitud de cojo amargo,

de pozo en pozo, mi periplo, entiendo

que el hombre ha de ser bueno, sin embargo.


Hasta el día en que vuelva y hasta que ande

el animal que soy, entre sus jueces,

nuestro bravo meñique será grande,

digno, infinito dedo entre los dedos.