LA CRIPTOGRAFIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La criptografía fue clave durante la Segunda Guerra Mundial y, de hecho, hizo cambiar el curso de la guerra. Alemania había conseguido dominar el Atlántico Norte con su flota de submarinos, y sus comunicaciones eran indescifrables gracias a la máquina Enigma. Además de los frentes tradicionales y las batallas entre las fuerzas armadas se había abierto un nuevo campo de batalla: romper las comunicaciones enemigas; una tarea que los Aliados encargaron a un grupo de matemáticos, ingenieros y físicos que trabajaron desde las instalaciones de Bletchley Park y entre los que se encontraba Alan Turing.


FUNCIONAMIENTO DE LA MÁQUINA ENIGMA