Módulo V. Tema 3.
Tipos de evaluación (Diagnóstica, Sumativa, Formativa, Autoevaluación, Heteroevaluación y Autoevaluación.
Módulo V. Tema 3.
Tipos de evaluación (Diagnóstica, Sumativa, Formativa, Autoevaluación, Heteroevaluación y Autoevaluación.
Descripción
Este tema trata sobre de razonar acerca de que en la evaluación se hace ineludible tomar en cuenta las competencias que el alumno posee al inicio del curso. Así como los objetivos que permitirán el logro de las competencias que el estudiante debe tener al finalizar el curso. Por esta razón, hay que reflexionar sobre las evaluaciones diagnóstica, formativa y sumativa.
De acuerdo con Orozco (2006), el tipo de evaluación diagnóstica se focaliza en los conocimientos que poseen los alumnos previos a cualquier asignatura. Por lo que es posible confrontar la preparación de los estudiantes antes y después del proceso, aplicando para esto los instrumentos adecuados. En el caso de la formativa se fundamenta en darle continuidad al alumno, durante su formación creando en ellos una conciencia crítica de sus fortalezas y debilidades. Este paradigma de evaluación se efectúa continuamente, mediante diferentes actividades como discusiones, deliberaciones, situaciones problemáticas, soluciones, entre otras.
Expresa además Orozco (2006), sobre la evaluación sumativa realizada al concluir el período, para conocer el aprendizaje adquirido por los alumnos como un equilibrio en ese tiempo. Lo que se ha comprobado es que no suministra la información acerca de la cantidad de conocimientos adquiridos, ya que no siempre se manifiesta el nivel de competencia del educando. Cualquier circunstancia externa podría alterar los resultados de un examen.
Competencias a Desarrollar
Elabora y aplica de manera eficiente diferentes técnicas e instrumentos que posibiliten una evaluación desde una perspectiva procesual.
Diseña estrategias y actividades de evaluación pertinentes que favorezcan la autorreflexión, metacognición, a partir de las necesidades, fortalezas y dificultades de los estudiantes.
Promueve una diversidad de actividades pertinentes que posibilite procesos de autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación.
Diario reflexivo III
¿Cuáles actividades se trabajaron en el tema?
El diseño de instrumentos de evaluación en sus seis enfoques estratégicos fue el centro de este tema tres. Comprendimos el valor esencial de la evaluación diagnóstica y la trascendencia en el acompañamiento educativo que significan la evaluación sumativa y formativa. Estos conocimientos se construyeron a través del debate por medio de foros, de la lluvia de ideas, de un power point explicado por el maestro y las riquísimas experiencias de cada uno de los maestros.
¿Cuáles estrategias se emplearon?
Lluvia de ideas, debate, foros, presentaciones, uso de plataformas interactivas para crear los contenidos propios del aprendizaje, videoconferencias, diferentes documentos y audiovisuales se fuerte arraigo científico. Las preguntas guiadas sobre los tipos de técnicas que utilizan los maestros en su práctica docente.
¿Cuáles recursos se utilizaron y su impacto en mi formación?
Para el diseño de los instrumentos de evaluación; uno por cada función y agente evaluador, se utilizaron diversas plataformas de diseño de gráficos, en los que se podían responder a la consigna con sus especificaciones hacia la rúbrica.
Este tema tres me hizo recordar a Cárdenas y Pastrana (2016)” Aprendizaje y Evaluación Auténtica”. Porque he vuelto a reflexionar sobre la centralidad de la mirada del docente, la cual ha de ser siempre desde un criterio alineador de los objetivos de la asignatura que imparte con los referentes de observación que capta de sus alumnos. Frente a las pruebas escritas que miden y registran algunos aspectos específicos, mayormente curriculares, la Evaluación Auténtica se detiene en valorar las aptitudes con que los alumnos asumen esas pruebas, no ve cómo único método la tradicional plantilla de examen. Los diálogos de pasillos, en el patio y cualquier escenario dentro del centro, debe ser tenido como un espacio de aprendizaje y por tanto de continua evaluación.
¿Qué aprendí con cada experiencia? ¿Cómo lo aplico a mis enseñanzas?
Mis aprendizajes fueron hacia un fortalecimiento de los criterios que me orientan a la hora de evaluar. Entendí una vez más que los procesos de evaluación ayudan a retroalimentar, acompañar y guiar a los alumnos en su proceso de enseñanza y aprendizaje. Sea formativa, sumativa, entre pares, a través del portafolio y por proyectos, permiten observar el nivel de comprensión, habilidades y competencias alcanzadas por los alumnos.
Una norma práctica se desprende de todo este proceso de socialización de experiencias: mientras más se dan a conocer los instrumentos de evaluación a los alumnos, mejores resultados a evaluar se podrán obtener. Pero más aún, mientras más abarcadora e integradora sea la evaluación, sobre todo en cuanto a los estilos de aprendizaje, mayor será su impacto para el logro de los verdaderos objetivos de la misma.
Mis enseñanzas seguirán siendo dinámicas, inventivas, creativas, inclusivas y justas. Una justicia que no viene a darle a todos lo mismo, sino configuradas desde el principio de equidad, pedir a cada uno lo que pueda dar y ofrecerle lo que particularmente puedan necesitar. Ese es el mayor aprendizaje que me he llevado de este proceso y que el fin de la educación no se encuentra fuera del crecimiento de los alumnos, sino que siempre estará ordenado a sacar lo mejor que cada uno pueda dar.
Retos a vencer con la formación del Programa de Inducción.
El mayor reto es olvidar las riquezas de estos ejercicios y experiencias compartidas y volver a los mismos límites que llevábamos sin mantener la creatividad que nos inspira este programa aun desde lo medios que podamos tener. Y es que ser creativos no depende únicamente de los recursos que nos ofrezcan para nuestra práctica pedagógica, sino que el punto de partida siempre estará en la vocación y carisma de cada docente.
Otro gran reto será distinguir y aplicar de manera indistinta cada uno de los tipos de evaluación durante el proceso. No serían claros los objetivos de una evaluación formativa si no ha existido la diagnóstica, por tanto, mucho menos será justa una sumativa si no se ha tomado en cuenta formar en sus carencias a cada alumno. Sin estos procesos los procesos académicos quedarían cortos ante la tarea de educar, formar y enriquecer la cultura desde la humanización.