La caza furtiva es la principal amenaza de este animal. Tanto así que se ha convertido en el mamífero más traficado del mundo. En países como China o Vietnam comer su carne es considerado un símbolo de mayor estatus y sus escamas utilizadas con fines de medicina tradicional.
Esto ha provocado que de las ocho especies de pangolín existentes, tres están en peligro crítico de extinción, tres en peligro y dos en situación vulnerable. Esto según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Un equipo de investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China (SCAU) reveló hace unas semanas que el virus podría haberse propagado de murciélagos a humanos debido al tráfico de pangolines. Es decir que se consideró la posibilidad de que este animal fuera un huésped transmisor de la enfermedad.
Sin embargo un nuevo análisis ha demostrado un resultado inferior del 90% de equivalencia, datos insuficientes para afirmar que podría ser transmisor. El error frente al primer análisis se debió a “un embarazoso problema de comunicación entre el grupo de bioinformática y el grupo de laboratorio”, dice Xiao Linhua, coautor del estudio, en declaraciones recogidas en la web de Nature.
"Error o no, lo claro es que ha servido para darle a esta amigable especie un respiro en su camino hacia la extinción", dice Dani Serralta explorador y guía de safaris proteccionistas en África.
El pangolín se encuentra dentro del manual de medicina tradicional china, por tanto es cazado y separado el cuerpo de sus escamas para luego venderlas como medicamento para curar enfermedades como el asma, el cáncer e incluso para aumentar la virilidad. Además su carne es considerada “un manjar” y entrega estatus social a quien la consume.
Para Dani Serralta, el problema viene más allá de la caza y el tráfico ilegal de estos animales, el problema está en el "pensamiento cultural que induce a consumir a esta especie".
Así como Dani, hay muchas otras fundaciones e instituciones que luchan por salvar este animal de un terrible destino. National Geographic ha publicado varios reportajes sobre la caza y el tráfico de este animal. Si quieres saber más, te dejamos un link a una de sus entradas, pero advertimos que las imágenes en él son realmente sensibles y crueles. En el video queda claramente en evidencia la brutalidad y las atroces técnicas que utilizan los cazadores furtivos en contra del pangolín.