El Futuro Post Pandémico

Estados Unidos, España e Italia son los países más afectados al momento, los dos últimos pueden inclusive haber llegado a un punto de inflexión importante: Aunque el número de casos sigue aumentando, la tasa de nuevas infecciones ya no está en aumento. ¿Cuándo podremos reabrir los países? Un informe del American Enterprise Institute de Scott Gottlieb, Caitlin Rivers, Mark B. McClellan, Lauren Silvis y Crystal Watson destacó algunos puntos de referencia.

primero

Los hospitales deben ser capaces de tratar con seguridad a todos los pacientes que requieren hospitalización, sin recurrir a las normas de atención de crisis. Eso significa tener camas adecuadas, ventiladores y dotación de personal.

segundo

Las autoridades deben ser capaces de prueba al menos todos los que tienen síntomas, y para obtener resultados confiables y oportunos.

tercero

Los organismos de salud deben ser capaces de supervisar los casos confirmados, los contactos de trazas de los infectados y tienen en riesgo la gente entra en el aislamiento o cuarentena.

cuarto

Debido a que puede tomar hasta dos semanas para los síntomas a surgir, debe haber una reducción sostenida de los casos durante al menos 14 días.

España, el lunes 13 de abril, relajó el confinamiento para los trabajadores que no puedan hacer teletrabajo. La forma en la que se hará esta desescalada no está clara. No hay experiencia previa más allá que China, país que tras 76 días de confinamiento, ha regresado poco a poco a la normalidad. Primero los trabajadores se fueron incorporando al trabajo de forma muy controlada, después se reabrieron tiendas, restaurantes y lugares de ocio con limitaciones de aforo y, en algunas ciudades, se reabrieron los colegios y volvieron las clases. Italia, que tiene el segundo lugar de muertes en el mundo, permitirá a las librerías y tiendas de ropa para niños volver a abrir, y permitir la silvicultura relacionada con el trabajo para reanudar. Cuando esta crisis de salud disminuya y los distintos sectores comiencen a reactivarse, estaremos en un mundo nuevo.

¿qué ocurrirá con el virus después del confinamiento y las restricciones? ¿Y con el resto de la población?

En cuestión de muy poco tiempo el mundo se ha puesto patas arriba dando un giro de 180º a todas nuestras vidas: calles desiertas, comercios cerrados, redes saturadas, hospitales colapsados,... La crisis sanitaria global provocada por el coronavirus continúa haciendo mella en todas y cada una de nuestras rutinas. No obstante, y a pesar de que la mayoría de las personas se encuentran confinadas en sus casas, toca ser consecuente con nuestras acciones siempre con miras hacia el futuro que nos depara. Durante este período se nos presentan muchas dudas y preguntas que parecen no tener respuestas. Entre las más comunes y repetidas: ¿cuándo volveremos a nuestra vida normal? El mundo va a cambiar eso es un hecho inevitable. Pese a que, de momento, no podemos pronosticar cuánto tiempo va a durar esta situación, los expertos ya empiezan a vaticinar que son muchas las cosas que cambiarán por completo en el mundo tal y como lo conocíamos hasta hoy.

La realidad planteada es que las diferentes medidas de restricciones y de confinamiento deberán levantarse de forma paulatina y escalonada, ya que lo que se teme y lo que se pretende evitar, son las terribles consecuencias propias de una segunda ola de contagios. Los expertos coinciden en que el confinamiento o la declaración de estados de alarma no será suficiente para ganar la batalla contra el coronavirus. No sabemos con exactitud qué pasará con nosotros después del confinamiento, pero ¿y qué pasará con el virus? ¿hasta cuándo permanecerá con nosotros? ¿lograremos erradicarlo? ¿conseguiremos una vacuna eficaz? ¿o antes desarrollaremos nuestra propia inmunidad?

Decimos coronavirus en plural porque son 4 los tipos circulantes que pueden afectar a los humanos, aunque solo focalicemos la actualidad informativa en el Covid-19. Como bien comenta el profesor Estanislao Nistal, todavía no se ha acabado de conocer con exactitud la procedencia de este coronavirus con exactitud. A partir del estudio y el análisis de este tipo de virus desde hace casi ya 20 años desde la epidemia del SARS en 2003, los expertos han podido determinar que comparte similitudes con un virus procedente de los murciélagos, entorno al 97%, así como también posee pequeñas características con otros virus que afectan a otras especies, como el pangolín. De donde proviene no se sabe, pero lo que según el profesor si es seguro “es que el virus no puede haber sido creado en un laboratorio, simplemente por la complejidad que reportan sus características, por lo que algunas teorías conspiratorias parecen desmontarse solas”.

Los equipos de científicos chinos ya desvelaban, en su estudio publicado en Science de forma detallada, cómo se producía la entrada del coronavirus en las células humanas. Como se describía en el trabajo, la actuación del Covid-19 se produce a través de la unión de una de sus proteínas, llamada "spike" con un receptor membrana celular, la enzima convertidora de la angiotensina tipo 2 (ACE2) . Se trata de una proteína humana que se considera fundamental en la infección por coronavirus. Aunque, esta no es su única vía, este nuevo coronavirus puede también unirse a las células humanas a través de otra proteína la CD147, una proteína muy conocida relacionada con la enfermedad de la malaria.

Algunos tratamientos ya existentes pueden utilizarse para bloquear esta proteína (CD147), como la hidroxicloroquina, el medicamento contra la malaria y el lupus que ya están comenzando a estudiar, e incluso, a utilizar, como potencial tratamiento para el coronavirus. Sin embargo todavía no existen tratamientos oficialmente estandarizados y, para poder aplicarlos con eficacia, es necesario realizar un diagnóstico precoz mediante test específicos y masivos. Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, nos ha ofrecido algunas declaraciones que nos permiten comprender mejor acerca de la situación futura.

Por supuesto, como nos recuerda el profesor, “la gripe es una cosa y este virus es otra muy diferente”, aunque ambos son virus respiratorios y tienen patologías muy parecidas, en realidad, presentan genomas muy diferentes. La respuesta inmunitaria frente al coronavirus es muy variable, siendo este el punto clave para que, en el futuro, podamos desarrollar rápidamente anticuerpos y nos defendamos o, por el contrario, para que se genere una respuesta exagerada y descontrolada que ocasione la mencionada “tormenta de citocinas” como respuesta antiinflamatoria que acabe, incluso, provocandonos la muerte.

Ante cualquier infección, el ser humano desarrolla dos tipos de respuestas, dos ramas de memoria inmune, que actúan de forma complementaria conocidas como inmunidad celular e inmunidad humoral. Dentro de ellas podemos distinguir la actuación de dos tipos de linfocitos B y T respectivamente. Los linfocitos B pueden generar anticuerpos para debilitar a los patógenos y, una vez neutralizados, los linfocitos T identifican las células infectadas y las destruyen para evitar el contagio a otras células sanas. Sin embargo, todavía se desconoce con exactitud la respuesta y la memoria de este virus en el sistema inmune adquirido.

"La primera expedición humanitaria de la historia relacionada con enfermedades infecciosas la hizo FRANCISCO BALMIS, un español de alicante"

Aunque, como afirma el virólogo durante el siglo XX la humanidad se ha enfrentado a varias pandemias, nos encontramos ante un virus que presenta un bajo índice de mortalidad ya que "aunque no se saben todavía muy bien los números porque no se está haciendo el diagnóstico a todas las personas afectadas se estima que va a matar a menos del 1% de las personas a las que infecta, lo que seguramente ande entre el 0'3-0'5%, una cifra muy parecida al índice de mortalidad al de la gripe de 1918".

Sin embargo, lo que hace a este virus tan poderoso y particular, como expone el profesor, "es que infecta a muchas personas de forma asintomática y que cuando estamos infectados sin desarrollar síntomas durante los primeros día podemos ser transmisores del virus". Si a esto le sumamos el hecho de que todavía no tenemos ningún recuerdo inmune sobre este virus, podemos comprender por qué ha sido capaz de replicarse y expandirse con tanta facilidad y rapidez por todo el mundo.

El tratamiento estrella sería el descubrimiento de la vacuna contra el coronavirus. Hasta el momento, existen hasta cinco estrategias desarrolladas por parte de los diferentes países que esperan encontrar la vacuna para el Covid-19, algunas de ellas ya se están probando en los humanos. Aunque todavía queda tiempo para que podamos vislumbrar la eficacia de los resultados, conviene recordar que se trataría de la "primera vacuna que se desarrolla contra un coronavirus". De hecho, todos los años nos contagiamos hasta en más de una ocasión por diferentes coronavirus, y se espera que "en el futuro este virus se pueda transformar en un catarro cuando te infecta" pero "ahora mismo debe ser una prioridad crear una vacuna para evitar lo que está pasando".

Otro de los problemas relacionados con el sistema inmune hace referencia a los casos que ya hayan desarrollado cierta inmunidad y que, por ende, no presenten síntomas tan graves, pero si son transmisores. Como afirma el profesor, sino se controla esta situación, los acontecimientos podrían desarrollarse de forma catastrófica y muy complicada, ya que la segunda ola de contagios tendría lugar en otoño y coincidiría con la gripe común estacional, aumentando el riesgo de colapso en el sistema sanitario, por lo que será de vital necesidad realizar test de diagnósticos exhaustivos con total inmediatez para tratar de recuperar y conservar la estabilidad de la población, aunque muchos expertos, como Estanislao, afirman que la normalidad, tal y como la conocíamos, no se producirá hasta, al menos, el próximo año.

En la gran mayoría de países, como en España, ya se están estudiando las diferentes medidas y alternativas diseñadas para iniciar la tan ansiada y mencionada “fase de desescalada”. Aquella que sin duda requiere de una investigación cautelosa y que debe quedar en manos de expertos y científicos donde se siga paso a paso la consecuente evolución de la pandemia. Los Gobiernos comienzan a preparar sus estrategias para reforzar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos siempre con el fin de dirigirse hacia el desconfinamiento y la normalidad de un modo progresivo. Algunas de las medidas más efectivas entre los diferentes países afectados, como China, Corea del Sur o, incluso, España, ya se están ayudado de las nuevas tecnologías, a través del uso de la geolocalización o el desarrollo de nuevas aplicaciones, para localizar, atender y controlar a los afectados por la enfermedad.