Se entiende por proceso disciplinario la forma de tratar los conflictos en la institución educativa, en donde un tercero ajeno al conflicto, con autoridad y competencia para actuar impone una sanción prevista en el manual de convivencia, previa la demostración plena de la responsabilidad del estudiante a quien se acusa de haber cometido una falta.
El docente o directivo docente competente investiga la conducta considerada reprochable para la convivencia siguiendo, en todo caso, el procedimiento establecido en este manual que, a su vez, debe estar ajustado a los contenidos del debido proceso.