Durante los últimos meses hemos acompañado a varios centros educativos de la provincia de Guadalajara en un proceso de formación dirigido a docentes de infantil, primaria y secundaria.  Justo en estos días hemos terminado la formación en centros de secundaria. Y acabamos de cerrar este ciclo con la sensación de que cada vez son más los profesionales de la educación que buscan un cambio profundo en la manera de estar y acompañar en el aula.

En cada sesión hemos compartido inquietudes, herramientas y reflexiones en torno a una escuela más orgánica, más conectada con las necesidades reales de la infancia y la adolescencia. Hablamos de pedagogías activas, de comunicación respetuosa, de la importancia de los vínculos, de los límites sanos, y de cómo construir una enseñanza que cuide el bienestar de todos los implicados: alumnado, profesorado y familias.

Estos encuentros nos han dejado claro que hay muchos docentes en movimiento. Docentes que buscan claves para acompañar desde la presencia, desde la escucha y desde una mirada más holística. Nos emociona ver cómo esta energía se expande por las aulas, cómo se traduce en preguntas, en cambios de enfoque, en nuevas formas de mirar.

Gracias a todas las personas y centros que han hecho posible este recorrido. Seguimos sembrando, seguimos aprendiendo.