Junio 2024

Uno de los objetivos de este proyecto transnacional es desarrollar, entre las diferentes organizaciones participante, diferentes estrategias verdes. Por este motivo, desde el inicio hemos ideado en cada organización formas más ecológicas de llevar a cabo las actividades del proyecto (actividades locales, no desplazamientos para reuniones transnacionales sino celebrarlas online, diseño de cursos online para evitar emisiones de CO2 en los desplazamientos, envío por email de folletos y cuadernillos de trabajo a los asistentes para evitar impresión de materiales de forma masiva…). Hemos aprendido y estamos aprendiendo a reducir el derroche de energía, a ser más sostenibles y a luchar contra el cambio climático.

En nuestra organización, además, como habíamos planificado en el proyecto, hemos montado y estamos aprendiendo a cuidar un huerto ecológico. Crear un huerto orgánico es algo con lo que ya experimentamos hace unos años en nuestra asociación, por lo que algunos socios tienen algo de experiencia y son capaces de, con lo aprendido, guiar un poco al resto. Además, practicamos mucho el autodidactismo. Hemos incorporado una novedad a nuestro recién creado huerto orgánico en el están participando familias y criaturas socias y no socias de AES: la compostera y el proceso de compostaje. La compostera nos ha ayudado a tener una consciencia más amplia sobre la separación de residuos y hábitos de reciclaje, y todos los participantes somos ahora mucho más conscientes de la importancia de separar bien los residuos que pueden compostarse y volver a tener vida orgánica. Esto nos está ayudando a todos y todas a promover estilos de vida y propuestas sostenibles en nuestros hogares: separar bien los residuos para alimentar a nuestra compostadora es algo que estamos gradualmente integrando.

Así que, si de algo nos está sirviendo esta actividad es para crear recursos ecológicos y para aprender a reducir y reciclar bien los residuos. Sabemos que todas estas iniciativas verdes familiares y locales contribuyen a luchar contra el cambio climático y siembran una semilla en las generaciones venideras que ahora están aprendiendo hábitos sostenibles de primera mano. Y así es como, hasta ahora, hemos venido haciendo:

Primero construimos los bancales. Decidimos este método porque es más sostenible: se ahorra riego, puesto que lo mullido del terreno y la mayor concentración de plantas ayuda a mantener la humedad. El suelo queda siempre mullido al no ser pisado.  Nos decidimos por unos bancales de madera, que primero barnizamos y luego ensamblamos. Después, preparamos el terreno rellenando los bancales con tierra de huerto y abono orgánico para incrementar la calidad de la tierra, y aumentar así la fertilidad del suelo. Dejamos el terreno reposar y en unas semanas crecieron un montón de hierbas por lo que, tras la preparación del terreno, los niños y niñas de la asociación hicieron la tarea de deshierbar y escardar la tierra, y de plantar los primeros plantones de tomates cherries. A partir de ahí, tras unos días y con la participación de otros miembros de la organización, sembramos todos los bancales de lechugas, acelgas, pimientos, cebollas… y aromáticas para mantener a raya las plagas de manera ecológica. Paralelamente, hemos adquirido una compostadora con el objetivo de aprender a convertir nuestros residuos en un recurso. Así que aparte de reducir nuestro residuos, estamos fabricando nuestro propio abono natural con el objetivo de evitar utilizar fertilizantes químicos. Así que a la vez que va os a enriquecer el suelo, disminuiremos la huella de carbono en la atmósfera. Creemos que todo son ventajas. Además, hemos comprado lombrices porque son muy eficientes para descomponer materia orgánica y convertirla en fertilizante natural. Se usan en el compostaje por su habilidad para procesar rápidamente los residuos orgánicos.

Y esta es una de las formas en las que estamos llevando a cabo las actividades del proyecto, aprendiendo a reducir residuos, aprendiendo a ser más sostenibles y luchando contra el cambio climático.