Las ciencias son las disciplinas que mediante el uso del método científico generan conocimiento estructurado sobre nuestro entorno, su función en favor o en contra del ser humano y como podemos mejorar la expectativa de vida de todos quienes convivimos en este planeta. Dentro del escenario macro que lo es nuestro planeta, existen una infinidad de micro ecosistemas biopsicosociales donde nuestra individualidad forma parte del conjunto y así enriquece la diversidad en nuestras sociedades. Para definir la pregunta “¿quién soy?”, debemos entender en qué contexto nos encontramos y hacia donde nos queremos dirigir. Es esta una de las grandes misiones de la educación y del educador en nuestros días.
A través del tiempo, el ser humano ha buscado simplificar a través de modelos y teorías cómo los niños aprenden de forma que se pueda mejorar nuestros sistemas educativos. Sin embargo, hoy en día se continúa minimizando la importancia de ciertos factores de diversidad y contexto, como lo son las inteligencias múltiples y la cultura como factor externo que apoya o dificulta el aprendizaje.
Debemos entender que nuestra sociedad le provee identidad, contexto y soporte al desarrollo de marcos mentales en las personas nacidas dentro de esta. Es aquí donde nuestros pares identifican si los modelos sociales los ayudan a encajar en el engranaje cultural, o es aquí donde ocurren las primeras disyuntivas en contra de su naturaleza humana. Los educadores deben ser social y emocionalmente sensibles, analíticos y comprehensivos a la hora de educar a los ciudadanos del presente y el futuro. De esto depende que nuestros niños y jóvenes tengan un desarrollo integral que fomente más personas de bien para nuestro mundo. Todo esto no se puede dar en un escenario sin fundamento, sino dentro de la planificación detallada y meticulosa, la integración de las nuevas tecnologías de la información, el conocimiento de los intereses y necesidades estudiantiles, así como de educadores dedicados a su rol de agentes de cambio.
Soy fiel creyente que los estudiantes tienen ansias de aprender, que buscan día a día encontrar algo que les llame la atención y les de motivos para vivir. Esto puede ser posible desde la plataforma que es la escuela en la medida en que el currículo esté atemperado a la realidad de nuestros tiempos, donde la sociedad sea un segundo escenario de enseñanza y que las capacidades de nuestros estudiantes se evalúen en cuan adecuados y capacitados se encuentran para desempeñarse exitosamente en la sociedad del mañana. Lev Vygotsky dijo en su momento que “a través de otros, nos convertimos en nosotros mismos”, nos enseña que el rol del educador es transformador tanto a nivel interno como externo. Así también él dijo que “el maestro debe adoptar el rol de facilitador y no de proveedor de contenido”, enfatizando que nuestros valores son y serán el marco donde se desarrollarán nuestros estudiantes, por lo que cada acción que llevamos a cabo definirá la moral, la ética y el entorno social del mañana.
Es por todo esto que me considero un futuro educador socialmente sensible y dispuesto a trabajar con, por y para mis estudiantes, incluso cuando estos sean difíciles.
“Las personas con grandes pasiones, las personas que han tenido grandes logros, las personas que poseen sentimientos fuertes, incluso las personas con grandes mentes y una personalidad fuerte, raras veces han salido de niños y niñas buenos” L.S.Vygotsky