Aunque nos cueste trabajo hacer las cosas, lo importante es no rendirnos y siempre sacar la mejor versión de nosotros que nos ayudará a aprender de una mejor manera, porque todo este aprendizaje me ayudará para desarrollarme en el futuro.
El dedicar un tiempo de mi día algunos días es complicado debido a otras actividades que tengo que hacer, pero organizando mi tiempo siempre va a haber oportunidad para estudiar un idioma que pronto podré dominar a la perfección.
Al convertirse en algo cotidiano, es mucho más fácil aprender y, sin darme cuenta, logré alcanzar una racha de 650 días. Casi dos años practicando, pero sé que cada minuto ha valido la pena.