Por amor al fútbol

Sebastián Cuevas

El amor al fútbol

El amor causa sentimientos que son adictivos y es muy fácil volverse adicto al amor. Hay que amarse como alma más que como persona, porque si tienes un amor extremo hacia ti mismo o hacia otra persona, es fácil caer en lo tóxico.  Las relaciones tóxicas y su infelicidad pasan desapercibidas porque el amor los ciega. 

El amor ha sido un tema omnipresente en mis 16 años de vida. Mis logros en el fútbol han venido del amor que tengo por ese deporte. Lo amo mucho y este amor me motiva a entrenar 6 días a la semana, comer saludable, estudiar fútbol, y mil otras cosas con la intención de ser el mejor futbolista que yo pueda ser. 

El amor familiar

También amo a mi familia y ese amor me motiva a ser mejor persona cada día. Amo a mis amigos y ese amor me motiva a ser gracioso pero serio, calmado pero enfocado, charlatán pero buen oyente  y confiado pero humilde. Sobre todo, amo a Dios más que a nadie por darme todo lo que tengo. No sólo lo material, si no todo lo demás. Nada de esto sería posible sin el esfuerzo que he hecho por amarme a mí mismo. La gente dice que las personas no cambian pero yo soy un testigo viviente de que sí. Si observas una característica propia que no te gusta y decides que es tiempo de cambiar, lo puedes lograr. Mediante la introspección comienzas a avanzar. El primer paso siempre es el más difícil.

Crónica de un gran amor

A mis 13 años, vivía sin preocupaciones y libre de estrés, pero… todo en mi vida cambió. El gobierno ordenó a la isla completa quedarse en su casa y no ir a la escuela. Para mí, sonaba como el paraíso tener dos semanas completas sin escuela.  Después, esas dos semanas se convirtieron en cuatro y ocho y dieciséis y treinta. Se convirtieron en una cárcel que parecía eterna. Estuve al borde de volverme loco. Me deprimí, engordé, no hacía nada en todo el día. Me comportaba mal con mis padres y no encontraba alegría en mi vida.

Proceso de crecimiento


Podría decir que fue el peor momento de mi vida, pero no sería la verdad completa. Hace 6 meses te hubiera dicho que fue lo peor que me había pasado en la vida. Sin embargo, si miro atrás ahora, creo que fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Estar solo con mis pensamientos por tanto tiempo me dio las herramientas que necesitaba para cambiar todo lo que quería. Como dijo la autora, Maria Laura Chang: “Quería empezar a amarme a mí mismo”.  Rebajé cuarenta libras; empecé a leer libros sobre diversos temas; vi películas enriquecedoras; desarrollé masa muscular; gané confianza con las chicas y con las demás personas; aprendí italiano.EN fin, paré de juzgar y empecé a ser curioso, como dijo el actor Jason Sudeikis. 

Entonces decidí que cada día que me levantaba era una oportunidad para reír, compartir con amigos, esforzarme, comer, jugar al fútbol, bailar, caminar, respirar y aprovecharme de todos los lujos que tiene esta vida. Cambié la manera en que pensaba y en la que veía la existencia humana. Solté mi rencor y mi dolor y mis quejas y mi negatividad. Me di cuenta de que no siempre puedes controlar lo que te pasa, no obstante, siempre puedes controlar cómo reaccionas ante cada situación. El confinamiento debido al COVID 19 fue una situación horrible para el mundo, sin embargo, yo logré sacarle provecho a una situación mala. Algunas veces, cuando te encuentras en un lugar oscuro, piensas que te enterraron, pero en realidad fuiste sembrado.

Llegó la hora del fútbol


Mi sueño desde los 5 años ha sido ser un futbolista profesional. Siempre era el mejor jugador de mi equipo o uno de los mejores. He sido capitán en todos los equipos en los que he jugado y el fútbol ha sido una gran parte de mi identidad hasta ahora. Cuando llegó la pandemia, por primera vez, tuve que vivir sin el fútbol. No encontraba una razón para vivir sin el fútbol y desahogaba esos pensamientos jugando a los videojuegos con mis amigos todo el día.

Entonces me di cuenta de que no importaba cuánto amor tenía por el fútbol, tenía que saber quién era Sebastián Cuevas sin no el fútbol. La película “Into the wild” dice que la raíz del espíritu humano viene de las experiencias nuevas. Así que, empecé a tratar algo nuevo todos los días para descubrirme a mí mismo y las cosas que me fascinaban y me emocionaban. En esa búsqueda de lo que me interesaba, descubrí mi amor por el yoga, el ciclismo, la cocina, correr largas distancias, el surfing y la comedia. También me reafirmé en  lo mucho que amaba al fútbol. Y sin pensarlo, ni directamente intentarlo, en vez de buscarlos, mis sueños empezaron a buscarme. Tuve más logros en el fútbol que nunca antes.

Metas, trabajo y dedicación


Mis relaciones con amigos y mi familia mejoraron astronómicamente. Me sentía bien conmigo mismo. Amanecía todas las mañanas con una gran sonrisa en mi cara, listo para enfrentar las bellezas de este mundo que me quedaban por descubrir. Descubrí que una de esas alegrías es el fútbol y por eso entreno y juego siete días con el objetivo de comvertir una pasión en una profesión. Quiero dedicar mivida al fútbol. Se lo debo a ese niño de 5 años con un gran sueño y me lo debo a mí mismo por todo el esfuerzo que le pongo cada día.

Estoy convencido de que uno puede fracasar en algo que en realidad no quiere, así que vale la pena darse la oportunidad de triunfar  en algo que uno ama verdaderamente. No pienso gastar el resto de mis días haciendo algo que no amo. Pienso hacer algo por lo cual yo sienta una pasión grande e infinita.