El domingo 28 de agosto se realizó otra visita a la Plaza Mayor. La visita fue de 10:30 a 13:00 aproximadamente. Al contrario que la primera vez, la plaza estaba llena de gente. Las entrevistadoras acudieron solas (sin la compañía de un adulto). Cada domingo se realiza en la Plaza mayor un mercadillo de compra y venta de sellos, monedas, billetes y otras colecciones. Sobre las 11:30 empezaron a llegar los pintores.
Se inició el proceso de comunicación con los artistas. El primero se negó a participar tras ser informado sobre el propósito de la investigación.
Con gran decepción, se prosiguió explicando las intenciones del trabajo a un segundo artista (pintor), quien dijo que no quería participar pero, proporcionó alguna información sobre las injusticias generales del arte y su carrera como pintor en una película. Este hombre comentó que el arte en general no está valorado, pero menos aún el que no se encuentra en lugares prestigiosos. También mencionó que los artistas se ven obligados a darle al consumidor lo que quiere; que el pintor que más disfruta es el que no se ve presionado a la hora de vender sus obras.
Por último, se intentó conseguir la colaboración de una pintora. Esta, de un modo muy cortante respondió que no hay horarios fijos. Los artistas se ponen cuando quieren, las horas que quieren, en especial los fines de semana. Debido a su mala contestación no se continuó con la entrevista.
La conclusión a la que se llegó fue que los domingos la Plaza está llena de gente y de pintores, pero es a partir de las 11/11.30 cuando empieza a estar más transitada. También se confirmó que la compañía de un adulto les aporta confianza a los artistas, quienes, no estuvieron muy colaboradores, probablemente por la edad de las entrevistadoras.