ÁNGEL DE LA GLORIA 

REINO ANGÉLICO: Ángel del Cielo del Paraíso.

FUNCIÓN CELESTIAL: Celebrar la gloria de la Divinidad.

DONES PARA LA TIERRA: Puede ayudarte a aceptar el poder de la Fuente; a reconocer tu propio poder de transformación; a aceptar el poder colectivo de cambio que existe en la humanidad.


EL Ángel de la Gloria nos ayuda a celebrar las interminables oportunidades de bondad y gozo que existen en nuestras vidas. Nos enseña a ser agradecidos por la belleza y simplicidad de la vida. Realmente nos ayuda a eliminar la tensión y la lucha de nuestra vida viendo lo simples que pueden ser las cosas. Este ángel nos dice que la vida puede ser una larga celebración si así lo queremos. Canta alabanzas a la gloria de la portentosa creación de Dios. Podemos sintonizamos con este encantamiento de belleza y gozo en cualquier momento en que deseemos abrir nuestros corazones. Los esplendores de la vida simplemente se despliegan delante de nosotros. La vida se convierte entonces en un espejo en el que el amor se refleja cuando la vemos a través de los ojos de la gratitud. También significa que estamos enraizados en la realidad aquí-y-ahora de la vida misma.

Podemos ofrecer nuestras plegarias al Ángel de la Gloria para que incluya nuestro agradecimiento en su cántico de alabanza y gozo a la Fuente de la vida. Con nuestros corazones abiertos somos bendecidos; el placer que recibimos al decir «gracias» por la vida es el reconocimiento final de la vida misma. El gozo de la gratitud nutre nuestras almas y nos da el sentimiento de gracia más profundo. Hace muchos años un hombre muy sabio me enseñó a decir: «Gracias por todas las cosas buenas que están sucediendo ahora en mi vida.» Cuanto más lo decía, más cosas buenas sucedían en mi vida.

El Ángel de la Gloria nos ayuda a elevarnos por encima de lo mundano hasta un nivel de celebración de la gloria de Dios y el milagro de la creación. Alinear nuestra energía y consciencia con esta gloria es ser parte de ella. Cada uno de nosotros es un aspecto del principio divino de la creación. Es nuestra propia gloria lo que estamos celebrando cuando abrimos nuestros corazones a los ángeles. Estamos alcanzado la gloria del "Sí" y honrando a la Divinidad cuando nos amamos a nosotros mismos.