Kwan Yin  Diosa de la Misericordia y el Amor


"La Reina del Oeste", "Hsi WangMú","Blanca Tara" o "Dolma", " La Diosa que Vigila al Mundo", "Madre Dorada" y " La Guardiana Misericordiosa ". Ella siempre ha estado interesada en ayudar, particularmente a los niños y a sus padres, a redimir el Karma respectivo y colectivo, para que así puedan así visualizar con más rapidez la perfección de la propia Amada Presencia "YO SOY". Frecuentemente en aquellos años, nuestra Amada Kwan Yin bautizaba con Fuego Violeta, a los niños que eran traídos a Ella para ser bendecidos, tomándolos en sus propios brazos tiernamente quitándole todo el Karma invisible pero destructivo que la Ley del Ser de esos pequeños permitiese, antes de que la angustia pudiera manifestarse en sus almas, mentes, cuerpos y otros asuntos. Estas energías destructivas, claro está, habían sido por ellos generadas en anteriores encarnaciones.

Después que el Velo de Maya fue creado por la masa humana, nuestra Amada Kwan Yin, así como otros seres Divinos, se hicieron invisibles para las personas, pero, aún así, Ella continuó sus servicios desde los Niveles Internos de la Conciencia , lo que resulta de gran eficacia; ya que rinde un servicio sobresaliente al género humano de la Tierra y su atmósfera. Como la atención de la humanidad es la puerta abierta hacia el mundo sobre el cual está fija esta atención, cuando esta Amada Diosa de la Misericordia , Kwan Yin, sea otra vez conocida por todas las gentes de la tierra, con su belleza, ternura y compasión (al igual de todos los seres que sirven junto con Ella); y se hagan otra vez visibles en el Plano Físico. Todas esas Bendiciones de Curación, Poder, Paz y Alegría, volverán a la tierra como nunca antes.

Ella ha servido desinteresadamente por tantos años con el Rayo Violeta, ayudando a disolver toda carga negativa creada por la humanidad, y la recibirá a medida que la Edad de Oro se vaya manifestando plenamente.

Después que el Alma ha pasado por el cambio llamado "muerte" al final de su vida en la Tierra , nuestra Amada Kwan Yin vuelve a rendir cada uno de los Servicios específicos, ayudando a quitar muchas de las marcas dejadas por las frustraciones, sentimientos de culpabilidad aparentes; remordimientos, y las causas de otras condiciones negativas registradas en el Cuerpo Etérico, quitando tantas como la Ley del Ser lo permita. Esto le hace más fácil al individuo el momento de presentarse ante el Tribunal Kármico; el cual debe examinar todo lo que hay en el mundo del Aspirante y a la vez capacita a este amoroso y misericordioso Tribunal para destinar a esa Alma a la Esfera más alta posible, donde recibirá instrucción y ayuda entre una y las otras encarnaciones.


La Amada Kwan Yin con sus Hermanos y Hermanas de la Misericordia, así también como sus ilimitadas Legiones de Ángeles, se dedica también a borrar lo más rápidamente posible las causas que originan el desprecio de los que llaman "justos", para con las madres solteras y sus hijos ilegítimos. Una de sus Legiones es la Presencia Guardiana de todos los Hogares y Orfanatos, dando la asistencia posible. Su Llama de la Misericordia y de la Compasión siempre envuelve a las madres y a las futuras madres, en muchas ocasiones se han evitado abortos y suicidios; mediante el Poder Protector sostenido por la Fe de las Legiones de Kwan Yin, cuya radiación proporciona una formidable ayuda a esas desafortunadas Corrientes de Vida que han caído en sufrimientos de esa naturaleza.

La exquisita dulzura de Kwan Yin se incorpora en todos sus Ayudantes Celestiales y hasta en los estudiantes de la enseñanza no ascendidos que pertenecen a sus Legiones de Misericordia. Esta Gracia es también la naturaleza predominante de nuestro Amado Maestro Saint Germain y es un Profundo y verdadero sentimiento dentro del corazón y no una superficial expresión de bondad y amor.

Hay muchos seres no ascendidos en la Tierra que no pueden o no desean perdonar las injusticias de que han sido víctimas, hasta los estudiantes más sinceros guardan a veces sentimientos de rebelión y resentimiento contra otras Corrientes de Vida, como también hacia circunstancias de la naturaleza infelices. A éstos se le recomienda la Invocación de los propios sentimientos de Misericordia de la Amada Kwan Yin, igualmente los de Compresión y Perdón. Ella te hará sentir todo Ímpetu Cósmico y la Alegría que produce el generar esos sentimientos por nosotros mismos.

Aceptemos sinceramente en todo momento la radiación de Misericordia, Compresión y Amor que derrama nuestra Amada Kwan Yin en todos los corazones de vida en la Tierra

La maestra Kwan-Yin es venerada en China, donde tiene su templo, llamado Templo de la Misericordia, se localiza etéricamente cerca de Pekín, y está rodeado de 12 pequeños templos, donde habitan todas las legiones de seres que están a su servicio.

En este templo, arde la llama de la misericordia y de la compasión para la tierra y todas sus evoluciones ; ella magnetiza esta llama desde el mismo corazón de Dios, y la proyecta en la atmósfera de la tierra.

Debemos recordar que la compasión es una cualidad positiva, quién la posee, reconoce inteligentemente el pesar de otra persona, al poseer esta cualidad, el individuo trata de encontrar la causa de ese pesar, encontrando así algún remedio que ayude a la otra persona. De lo contrario, unirte a ese pesar, te ata al desasosiego que experimenta la otra persona, resultando ahora que son dos las personas que sufren y nada se ha remediado.

La maestra Kwan-Yin, ofrece ayudar a quienes le piden compasión y misericordia, para sí mismo y para sus seres queridos.

Hace mucho tiempo, ella vivió en la tierra en el plano físico, y en esa época, la gente iba hacia ella para pedirle misericordia, y ayuda para transmutar el propio karma que es otro de los dones que se la adjudican.

En esa época, vivía ella en un templo, pero viajaba frecuentemente para ayudar a la gente que no podía realizar la peregrinación hacia su templo.

Particularmente, ella se interesaba por los niños, y por sus padres ; en aquellos años Kwan-Yin , bautizaba con fuego violeta a los niños que eran traídos a ella. Los tomaba en sus brazos durante la ceremonia, transmutando así todo el Karma que fuera posible.

Sus devotos, afirman que su templo está rodeado de un lago de luz violeta, el cual tiene la propiedad de disolver karma, malestares, sufrimiento y dolencias de toda persona que pida ser bañada en él.

Rubén Cedeño, en su tratado de fuego violeta, afirma haber sido testigo físico de milagros obrados por la "madre" (como algunos la llaman) en persona que han pedido ser llevadas a dicho lago en sus horas de sueño, y han logrado sanarse tanto física como mentalmente en sus transmutadoras aguas.

Tiempo después, cuando el velo del maya se hizo más denso en la tierra, ella y otros seres se hicieron invisibles para los habitantes de la tierra, sin embargo siguió dando sus servicios desde esos altos niveles donde ahora habita.

Llegará el día en que ella y todos los seres que viven junto a ella, sean visibles de nuevo aquí en la tierra, pues su atención esta fija en la humanidad y ella está amorosamente dispuesta a ayudar a redimir el karma colectivo de la tierra.

Llegará el día, que con su belleza y su ternura visibles para el plano físico, derrame todas sus bendiciones en la tierra.

La Amada Maestra Kwan Yin, Diosa de la Misericordia y del Amor; ella magnetiza esta Llama de la Comprensión y de la Misericordia desde el mismo Corazón de Dios, y lo más importante es que la proyecta en la atmósfera de la Tierra , en donde los sufrimientos del alma, mente y cuerpo, son experimentados temporalmente. Es un Ser de Luz que conforma el Tribunal Kármico.

Nuestra Amada Kwan Yin fue conocida por muchas personas de la Tierra , quien sabía que, a través de Ella, el regalo de ternura de Llama de la Misericordia podría ser de ellos, por la trasmutación del propio Karma destructivo, como también el de sus seres queridos.

También es conocida por varios nombres:

 

  La estatuilla que nosotros conocemos de la maestra la describe en forma por demás simbólica ; normalmente se la encuentra de pie reposando en una hoja de loto que simboliza el pensamiento, si la estatuilla esta en otra postura, ya no representa a la Diosa de la Misericordia , sino a la Diosa de la Fecundidad.

En su mano izquierda, sostiene un largo tallo con una flor de loto que reposa sobre su corazón. Esta flor, simboliza a la Chispa Divina o Cristo Interno, que vive en el corazón de cada ser humano.

La mano derecha de la Diosa representa en estatuilla, generalmente es movible, sus devotos utilizan esta cualidad para hacerle una petición, volteando así su brazo móvil, y regresándolo a su lugar cuando esta petición sea cumplida, sin embargo esto simboliza la capacidad de la Madre , de extraer de la sustancia cósmica universal (hacia arriba) cualquier manifestación al mundo físico (hacia abajo). Los lóbulos de las orejas alargados, representa la rendición de la Madre ante la voluntad representada por el Padre.

En la cabeza tiene un moño, que significa el chakra coronario despierto, algunas representaciones cambia este moño por una corona.

Ella fue Directora del Séptimo Rayo, rayo violeta de la transmutación. Como también lo fue el Amado Maestro Saint Germain, y en alguno de sus libros, el relata como fue escogido Director del Séptimo Rayo para esta época, y un comentario por demás importante que el hace, es el referente al destino de los antiguos directores.

"Por lo tanto , cuando el Chohán que representa al séptimo rayo en este planeta tierra para este ciclo hubo de ser designado, la gran Ley Cósmica, escogió darle el nombramiento a este humilde servidor, sustituyendo al bello Maestro que había sido Chohán de este rayo durante el pasado ciclo, el cual estaba ascendiendo a niveles superiores de servicio en la escala cósmica."

Hago referencia a este comentario del propio Maestro, pues no he encontrado referencia de la época en que Kwan-Yin fue Directora de este rayo, probablemente al hablar de sustituir al bello Maestro, se refiera a Kwan-Yin, quien se caracteriza por una poética hermosura.

Es interesante ver que el Maestro, al hablar de una ascensión a niveles superiores de servicio, se refiera a que se cree que actualmente la maestra, forma parte de la Junta Kármica, tribunal que como todos sabemos se encarga de examinar todo lo que hay en el mundo del aspirante y evaluarlo, para así destinar esa alma a la esfera más alta posible donde recibirá instrucción y ayuda entre una reencarnación y otra.

Una de sus legiones (templos menores), se encarga de ser la presencia guardiana de todos los hogares y orfanatos. A ella también se le adjudica la amorosa protección de las madres solteras y sus hijos ilegítimos, así como las futuras madres, sean estas ayudadas o no por el padre de la criatura , acogiéndose a su amorosa protección, se han evitado abortos y suicidios.

Quienes han visitado su templo en el plano etérico, mencionan de la gran quietud que hay ahí, los hermanos que ahí viven, se mueven silenciosamente, y todos ellos están impregnados de la exquisita dulzura de Kwan-Yin.

Su nombre en japonés es Kannon, en tibetano Chenrezig y en sánscrito Avalokitesvara.

Es uno de los seres iluminados más importantes, su culto se extiende en China, Tibet y todos los países del Noreste y Sudeste Asiático.

Su origen se remonta a varios siglos. La primera traducción donde figura Kuan Yin corresponde al año 406 de nuestra era.

La leyenda dice que no descansará sino hasta liberar a todos los seres humanos del sufrimiento.

Nota: Esta información ha sido tomada de la web Templo de la amada Kuan Yin, Templo virtual.


LLAMAS DE AMOR

MENSAJES DE LA MAESTRA KWAN YIN


I. ENTREGA AL SERVICIO.

Hermanos que la luz del Padre llegue a sus corazones encendiendo la llama del amor.

Yo soy KWAN YIN y vengo a dedicar una líneas a los corazones afligidos de los hermanos que hacen de éstos sus propias sendas de victoria.

Cuando la luz del alma ilumina al ser interior, surge como el torbellino más potente, la necesidad de entregarse al servicio por la humanidad y con esta misma energía, con ese mismo ímpetu, el ser humano se lanza por las calles del dolor, de la desesperación, tratando de hacer algo por aliviar esas emociones que él mismo siente lastimando su alma.

Formas de servicio.

Consolando el dolor ajeno, logra acallar momentáneamente su propia desesperación; aligerando la carga de los que sufren, siente que su propia vida es necesaria para sus hermanos; en la mirada de los niños o de los ancianos, escucha las voces pidiendo a gritos un poco de amor; en los enfermos desahuciados, tras las pobres vestiduras de los que mendigan en la calle escucha un desesperante llamado de auxilio, y él, sintiendo la responsabilidad de su propia alma que le pide el servicio, se desborda como un torrente de amor hacia todos aquellos que reconoce como hermanos, sufre por los que sufren, llora por aquellos que ya no tienen lágrimas para derramar, hace suyos los problemas del mundo y se siente desfallecer cuando reconoce la magnitud de su misión.

Oración silente.

De pronto vuelca toda esa angustia hacia su interior, traduciéndola en palabras que se elevan como si fueran humo de un incienso, en que se está ofrendando el corazón. Y el aroma que se percibe en los mundos celestiales por ese ser que ofrenda su vida en holocausto de servicio, es música gozosa que inmediatamente es respondida con potentes rayos de energía espiritual; entonces el dolor se apaga, la angustia se alivia y en la faz del discípulo una serena calma empieza a brillar, una poderosa energía lo invade interiormente y regresa al mundo de su servicio sintiendo la cruz más ligera y ayudando a sus hermanos no únicamente con sus cargas, sino proporcionándoles la energía para que ellos mismos puedan salir por su propio pie de ese callejón en que la vida los ha colocado.

Nace así el verdadero discípulo del servicio, como una respuesta a su ferviente oración de ayuda, como una respuesta del cielo a su llamado angustiante de auxilio y su vida se convierte en un faro de luz que disipa nieblas en donde hay obscuridad, que alivia enfermedades en donde hay sufrimientos, que aporta el consuelo aún a los corazones más encerrados y que extiende la mano para alcanzar a aquéllos que se han sumergido en los abismos; nada es imposible para un discípulo en servicio, nada es incansable para aquél que se ha erigido como instrumento de Dios, así sean las montañas más elevadas, o los abismos más insondables; el corazón que habla en el lenguaje divino rompe las cárceles, las barreras, franquea distancias, disipa tinieblas, alcanza lo inalcanzable y engrandece aun lo paupérrimo.

El poder de las energías del amor.

A todos ustedes que han hecho de su vida un servicio a la humanidad, yo les ofrezco en nombre de Shamballa, el poder de las energías del amor, el poder de la energía que cohesiona los átomos y las moléculas y mantiene a los astros en su movimiento armónico, ofrezco la energía que impulsa desde adentro a todas las criaturas del universo.

No trabajamos solos.

Sigan adelante y lean estas líneas cada vez que sientan que su voluntad falla, que las angustias los atrapan, que el fantasma de la soledad empieza a hacer su aparición; Yo estoy con ustedes allí en donde se encuentre una mano presta al servicio, hablaré con ustedes, trabajaré con ustedes y en el nombre de Dios, nuestra labor, la suya y la mía, serán coronadas con el triunfo; por más empinada que sea la cuesta, o por más negra que sea la noche, la energía del amor salvará todos los obstáculos.

Con la bendición de mis hermanos y del Cristo, me despido por ahora con un hasta siempre.

II. CARTAS DE AMOR.

Amados Hermanos Yo soy KWAN YIN y tal como lo había mencionado hoy estoy entre ustedes. Mi contribución será en pequeños escritos que, a manera de cartas, irán dirigidas hacia aquellos seres cuyas vidas se han turbado, por carecer de la fuerza purificadora del amor; serán llamas vivas, llamas de amor, dirigidas hacia lo más interno de los seres, para llegar a tocar esas fibras que en algún lugar recóndito del corazón han quedado insensibles, por haber recibido dolorosos arañazos en el bregar de la vida cotidiana.

Cartas de amor para aquellos seres que envueltos en sombras, tratan de sobrevivir en un mundo en donde las apariencias valen más que las realidades espirituales, en donde la jerarquía de valores ha puesto por encima de todo, la satisfacción de los deseos carnales, en donde la voz del dinero se escucha más alta que la voz del espíritu.

He venido para regar con amor esos huertos resecos en donde antaño florecieran las más bellas creaciones de Dios, pero que el miedo, la desconfianza, las plagas de la incomprensión, el frío invierno de la indiferencia, trocaron los fértiles campos en áridas tierras.

Soy la portadora de ese Aliento Divino y espero que en estas palabras surgidas de la misma fuente con que Cristo consumió los pecados humanos, podamos hacer el milagro de crear la vida en un mundo de muertos. Y en esta primera epístola, quiero referirme a la Navidad, a esa estación en donde el aroma de las flores vuelve a perfumar el aire reseco que respiran los hombres.

Cristo-Luz.

Un 25 de Diciembre hace muchos años, un beso de amor tocó la tierra y confirmó el pacto que Dios mismo condensaba en un pequeño cuerpo humano; cada célula de su cuerpo era luz comprimida, era una llama de amor que consumía todo lo que tocaba y cada palabra, cada movimiento, cada pensamiento, era como el vibrar delicado de las cítaras y laúdes que sublimaba la naturaleza humana, hasta hacerla percibir el maravilloso mundo de Dios.

Y ese beso bendito caminó por la tierra y su aliento cubrió a los hombres con una maravillosa esencia de amor y la humanidad, pequeñas criaturas ignorantes, recibieron esa energía y reaccionaron de la manera más diversa, pero a todos llegó y esas luces que conformaban su cuerpo, esos átomos de luz que eran pequeños soles en el universo, quedaron regados por toda la superficie de este planeta, como una herencia divina hacia las generaciones futuras de esta raza humana.

Cada chispita de luz proveniente de su cuerpo, sigue trabajando a donde quiera que la naturaleza misma la lleva, ya sea purificar las aguas de los mares, limpiar las aguas de los ríos, iluminar la atmósfera que respiran las mentes humanas, o fecundando los campos a donde ha llegado, pero cuando esos átomos de luz son recibidos por la gloriosa ley del Padre en algún ser humano, su vida toda se transforma y sus pasos se reorientan hasta consumirse en esa misma llama que animó a Cristo cuando pisó la tierra.

Benditos aquellos que han tenido el amor de poseer un átomo del Cristo; bienaventurados los otros, los que siguen las huellas de ese amor, porque reconocen en él la senda que el Padre ha dejado marcada para su evolución.

Bendita humanidad que duerme, pero que ahora mismo, la aurora de un nuevo día empieza a asomarse ya por el horizonte, anunciando una era de amor, de luz y armonía.

Esperanza y responsabilidad.

Hombres de la tierra, hijos de Dios, la Navidad es el símbolo permanente de la esperanza de que el día del despertar se está acercando, de que el día llegará en todos los corazones; permanezcan unidos en sagrados lazos luminosos y las voces en coro se levanten a un tiempo, para entonar la nota que el universo reclama a este planeta.

Mi amor queda entre ustedes y la luz que les dejo llévenla mas allá, hasta los lugares más recónditos de los corazones humanos, para que hasta el ser más infortunado sepa: Que la distancia que lo separa de Dios, es exactamente igual que la distancia que separó a Cristo de Él.

Lleven estas líneas a los corazones oprimidos para que beban el consuelo de ese amor que no pide nada, sino tan sólo ser aceptado.

Llévenlas también a los enfermos, para que su atención no se ponga en ese cuerpo que por designios misteriosos no ha sido lo armónico que ellos desearan; sepan que mas allá de todas las apariencias, el espíritu humano vive en eterna armonía y comunión divina y que en ese reino de luces no hay lugar para los dolores.

Llévenlas a todos, para que cada quien sepa y tome de ellas el mensaje que su corazón le pide y que su mente no encuentra. Con todo mi amor, como un regalo para ustedes.

III. PARA TI.

A ti que llevas un dolor en tu alma, a ti a quien los trinos de los pájaros no logran hacer olvidar tu pena, a ti que sufres en silencio pensando que nadie comprende la magnitud del dolor que llevas, a ti que te sientes olvidado por los ángeles del cielo y por el Dios Omnipotente.

A ti van dirigidas estas palabras: Porque hasta aún el zumbido de las moscas en su volar silencioso, es escuchado por el oído atento de Dios de los cielos, y aunque El te ha hablado, aunque El ha dirigido hacia ti los rayos del sol para que alumbren tu interno, tú persistes en tu soledad ignorando esas muestras de amor infinito.

Aun cuando El ha hecho florecer miles de plantas a la orilla de tu camino, tú las has ignorado y has seguido de frente sintiéndote solo.

Aun cuando El ha puesto cerca de ti muchos niños con sonrisas en sus labios, tus ojos y oídos se han cerrado para todo aquello que no sea tu dolor.

Aun cuando Dios mismo te ha hablado desde muy adentro de tu ser, haciéndote recordar los momentos felices que has vivido en tiempos pasados, tu mente obstinada continúa reviviendo esos instantes de dolor que han cambiado tu vida y que ahora prefieres recordar, en lugar de pensar que el dolor ya pasó y lo que vives ahora es un mundo distinto, diferente, que sólo espera tu atención para volver a tomar color y alegría dentro de tu ser.

Mira que eres esclavo de los recuerdos y que éstos rondan tu cabeza como si fueran fantasmas de tristeza, que se regocijan en mantenerte en ese estado de depresión. Date unos instantes, tan sólo unos momentos, pon atención a estas palabras y dirige tu mirada a ti mismo preguntándote : ¿por qué sufro? y esa razón, por más poderosa que sea, se encuentra ya en tu pasado, en tu historia, es tan sólo un recuerdo, no es un presente, lo que en tu presente te aqueja, es la imposibilidad de aceptar eso que te ha pasado.

Ahora, sigue en estos momentos de reflexión pensando así: Mi vida es ahora distinta y no me es posible saber si mañana tendré alegrías o fracasos, por lo tanto, ¿ debo gastar mi vida lamentándome de cosas que han pasado? o ¿buscaré vivirla aceptándola tal como Dios mismo me la ha dispuesto?. De tu respuesta dependerá probablemente tu felicidad futura.

Eleva tus ojos al cielo y observa ese Sol que te alumbra, o esa Luna y Estrellas que adornan la cúpula celeste bajo la cual moras, míralas y piensa: ellas son eternas, han permanecido allí desde hace miles de años y continuarán allí miles de años más, mi vida es como el mar que se agita al llegar a la playa y se convierte en olas que suben y bajan y arrastran las arenas. Pero más adentro, en lo más interno de mi ser, mora el gran océano en calma, infinito, inmutable, sin los vaivenes de las olas en la playa, sin mis altibajos que mi conciencia humana me hace pasar.

¿Dónde estás misteriosa alma humana que moras dentro de mí y que sutilmente percibo sin llegar eternamente a comprender?. Y ahora esta voz te responde: estoy tan dentro de ti, que ni el más interno de tus huesos lograría siquiera acercarse a la periferia donde resido; estoy en cada célula de tu cuerpo y aún estoy en cada átomo de luz que conforman esas células; soy tu conciencia Divina, soy tu Dios interior, soy tu contacto permanente con el Creador de todas las cosas, y soy también la garantía de tu felicidad , y tu paz interior se encuentra siempre dentro de ti.

¿Qué dolor puede ser tan grande que mi poder no pueda vencer?, ¿Qué tristeza puede hundirte al grado de que sientas separarte de mí?. Entiende que es tu resistencia a aceptar las cosas, la razón de tu tristeza; entiende también que en el girar de los mundos y en las leyes que gobiernan a este Universo, la separación de dos seres, las enfermedades del cuerpo y todo aquello que pudiera haberte causado esa tristeza, son manifestaciones temporales de una misma esencia que es eterna.

Penetra en los misterios del cosmos, siente tu grandeza cuando mires al mundo y sepas que tú eres responsable de esa creación; olvida momentáneamente tu pequeñez con todos los dolores que van asociados a ella, y elévate por las cumbres de las montañas más altas para percibir de una ojeada, el gran reino que fue puesto bajo tu cuidado.

¿Qué tristeza o que dolor puede ser tan grande, que te haga olvidar la gran responsabilidad que tienes para con el Universo?. Hombre pequeño, reconoce que eres pequeño únicamente en tu comprensión, pero de la misma manera como una pequeña nuez rompe su dura cáscara para convertirse en un frondoso y majestuoso nogal, de la misma manera Yo espero y esperaré eternamente, a que rompas la dura corteza de tu inconsciencia, y puedas erguirte majestuoso, tomando plena posesión de tu Divinidad.

No importa lo que pienses, no importa lo que sientas, todo es temporal; hoy sufres, mañana reirás, y después volverás a sufrir, hasta que entiendas que esos cambios en tu conciencia, son derivados de tu escasa comprensión y al alejamiento que tienes de esa fuente interior desde donde te estoy hablando.

Recuerda siempre que no importa donde te encuentres, no importa la situación, estado de salud o de conciencia en que estés morando, Yo moro dentro de ti, en cada átomo, en cada órgano; y en cada pensamiento que tú emanas, parte de mi energía va con él, soy tú mismo pero desde muy dentro de ti; por eso, ahora, que escucho tu dolor y siento tus reclamos, te hablo y hago un llamado para que abras tu mente y percibas la luz que te estoy enviando.

El amor es vida, es energía y es el motor de la existencia.

Los corazones humanos muchas veces actúan como cárceles cuando han sentido los rasguños de la incomprensión humana, pero si es triste contemplar la ignorancia de los hombres, mas triste es observar corazones encarcelados. Quita las cadenas de tu corazón, vuelve a encender la antorcha del amor y entrégalo a cuanto ser encuentres a tu paso, porque debes saber que el amor es para el hombre, lo que el agua es para las plantas, es la vida, es la energía y es el motor de la existencia.

Recuérdalo siempre y cada noche, cuando presa de tu tristeza y de tu dolor vuelvas a sentir soledad, toma estas líneas y repitiéndolas en voz alta, repítelas una y mil veces, hasta que sientas que esta voz proviene de ti mismo, hasta que sientas Mi presencia en ti, y a mi amor inundándote y desbordándose de adentro hacia afuera.

Si lo haces, serás una flor renacida, la primavera volverá a llegar a tu vida y el frío invierno se alejará de ti. Un nuevo sol alumbrará tus pasos y la vida entera retomará su curso, porque una flor se ha abierto nuevamente.

IV. ¿QUÉ ES LA FE?

Hermanos: Escuchen esto con mucha atención porque hoy cantaremos a la Fe.

Estas palabras irán dirigidas a los que sufren, a los que se sienten solos, a aquellos que luchan y se sienten desmayar a mitad del camino, a aquellos que se creen demasiado alejados de Dios, a los que sufren pensando que sus pecados son tan grandes que eternamente sufrirán la condena sin ninguna esperanza, y también para aquellos que no creen más que en ellos mismos, pero muy en lo interno saben que eso es tan sólo una postura psicológica.

A todos ustedes les diré:

Que Dios está con ustedes, que no importa dónde se encuentren, porque si entre todas las arenas del desierto un pequeño polvo de arena clamara a Dios pidiéndole ayuda, ese polvo sería levantado inmediatamente y bendecido en toda su gloria.

Si una hoja de entre los millares que existen en la selva levantara su voz pidiendo a Dios, esa hoja sería escuchada y sería bendecida por voluntad de Dios.

Si una sola célula de entre todo su cuerpo pidiera ser atendida en su sufrimiento, esa célula sería encontrada y consolada inmediatamente por los misterios divinos, porque Dios es la fuerza que conecta a todas las criaturas a una fuente infinita de poder, y nada existe que pudiera decirse separado de ese poder inconmensurable que es Dios.

Podrían desatarse las tormentas, y entre relámpagos y truenos verse perdida de pronto una criatura del Señor, pero bastaría que murmurara su nombre para que la tormenta hiciera un espacio de calma alrededor de ese ser que ha orado con fe.

Podría tronar la tierra y derrumbarse los muros, podrían caer edificios enteros y entre llamaradas de incendios y explosiones, la fe de los justos los llevaría a salvo entre toda esa confusión.

Donde hay fe no hay temor.

Donde hay fe está la fuerza y el poder divino trabajando alrededor, porque la fe es la fuerza que conecta al ser con todo su poder interior, la fe es la puerta que da paso a la Divina Presencia en el hombre.

Podría verse alguien de pronto envuelto completamente entre nieblas, agobiado por los horrores de los vicios o por el peso de sus pecados, sumido completamente en la más espantosa degradación humana, pero mientras su corazón sienta y su mente pueda murmurar para llamar a Dios, esa fuerza lo levantaría de entre los escombros de su vida, para situarlo en el más alto pedestal de la dignidad humana, porque no hay hombre más digno de vivir una vida, que aquél que es movido por la fe de Dios.

Qué importa todo lo que haya pasado antes, qué importa la calidad moral de un pasado, si de pronto, nuestra puerta se abre para dar paso a la presencia de Dios. La fe es un bálsamo bendito que libera de sufrimientos a la persona que la profesa. La fe es la cura milagrosa para los dolores del pasado y abre los ojos para un porvenir glorioso.

Dios es la presencia omnipotente permanentemente presente en todo ser, y es el hombre el único capaz de accionar esa energía, porque la fe no viene de afuera. Podrán escuchar mil discursos llenos de amor, podrán asistir a mil iglesias en donde se hable del Señor, podrán clamar mil veces por la ayuda para despertar esa fe, pero siempre al final cada quien deberá hacerlo solo.

Esa fe es la que nace del corazón, la que nace de ese encuentro solitario e íntimo que el ser experimenta cuando cerrando sus ojos y apretando sus manos contra el pecho, reconoce que su vida puede mejorar y debe mejorar; reconoce que su existencia es debida a un magnífico poder que mueve los mundos y dirige la evolución de todas las criaturas.

Esa fe nace de reconocerse fruto, hijo bendito de una manifestación incomprendida, inconmensurable y omnipresente. Esa es la fe que mueve montañas, las montañas de iniquidad, las montañas de dolores, las montañas de recuerdos, las montañas de rencores, esa fe que nos permite dejar en paz a todos aquellos que nos han lastimado.

Esa fe que nos abre los ojos hacia un futuro prometedor y nos quitas las manos de nuestro propio cuerpo para llevarlas hacia una vida creativa y útil. Esa es la fe que elimina los sentimientos de autoconmiseración, para convertirlos en una eterna alabanza a ese Rey de Reyes.

Esa es la fe que mueve las vidas de aquellos que escriben la historia, es la fe que impulsa al marino a embarcarse en el mar y la fe que mueve a los alpinistas a escalar las más altas cumbres, la fe que dirige a los cirujanos en las más delicadas operaciones.

Es la fe que hace reír a los humildes aun sin tener nada que comer, la misma fe que brilla en los ojos de los niños aun sumidos en la miseria, la misma fe que reflejan los padres cuando ven en su cuna al recién nacido, es la fe que siente la madre cuando poniendo la mano sobre su vientre, recita dulces palabras a ese fruto de su amor que se encuentra en gestación.

Es la fe que hace madurar los frutos en los árboles de la naturaleza, la fe que mueve los ríos en su camino al mar, la que vibra en los corazones humanos cada vez que hay Navidad, la que inspira, la que mueve, la que motiva, la que despierta, la que agiganta.

Esa es la fe que hace santos a los santos, la fe que llevó a Cristo a la resurrección, la fe que ha guiado a los hombres desde el inicio de los tiempos, la misma fe que llevará a todos ustedes de retorno al Padre.

Estas son mis palabras y con ellas dejo mi bendición entre ustedes.

V. LA VIDA ES UNA ESCUELA.

Hoy hablaré a esos cuerpos cansados que han visto pasar muchos inviernos, que han visto caer las hojas de los árboles muchas veces, que han visto correr los niños por las rutas de la vida ansiosos de crecer, para luego verlos marchitarse ante los dolores de la vida.

Hoy quiero hablar a esos árboles grandes que han cobijado muchas veces nidos de pajarillos, que los han visto alimentar a sus polluelos, enseñarlos a volar, para finalmente ver como cada uno emprende el vuelo y dejarlos nuevamente vacíos.

Hablo para esos robles maduros de quien nadie se acuerda, sólo cuando es preciso refugiarse en sus hojas. Para esos seres que lo han dado todo a sus retoños, y luego éstos han corrido en busca de sus propias vidas. Para los que entienden de soledad, para los que saben lo que es el tiempo, para los que prefieren vivir recordando y no esperan ya mucho del futuro.

Hablo para ustedes, y a todos les digo lo mismo: Que volteen hacia arriba y observen ese Sol que los está alumbrando, y que si ustedes han sufrido de soledad, ese Sol que hoy los alumbra, ha visto pasar a miles de ustedes y muy pocos se acordaron de él, y si ese Sol es tan sólo un representante de Dios en la tierra, ¿Cómo creen que Dios sentirá cuando ve pasar a miles de sus hijos sin acordarse de El?.

Dios envía a los hijos a la tierra a que cumplan con un trabajo sagrado y grandioso; pocas veces se acuerdan de El, pero cada uno de ustedes sufre sintiendo que sus propios hijos no los recuerdan a ustedes. El tiempo transcurre, la vida se acaba, y conforme pasa el correr del tiempo, el sufrimiento crece porque la soledad aumenta, sin embargo, hay alguien que se regocija de esto. Mientras ustedes en su sufrir voltean a ver a sus hijos suspirando por una sonrisa, o una caricia de esas manos que tantas veces tuvieron entre las suyas, el Padre los mira a ustedes con los mismos deseos con que ustedes miran a sus hijos. El Padre sabe que tarde o temprano ustedes regresarán a El y por eso su espera es confiada, alegre, sabiendo que cada vez están más cerca.

Y ese Padre que tantas veces les regaló amor, ustedes muchas otras lo ignoraron, y lo ignoraron porque no supieron entender que el amor que Dios les daba, se los daba en el amor de sus propios hijos, se los daba en cada dulzura que la vida les presentaba, se los daba en cada momento de risas y de gozo por el que ustedes pasaban, y Dios no les pidió una palabra de agradecimiento, gozaba en sus alegrías y lloraba en sus tristezas.

Pero ahora que el paso del tiempo ha puesto nuevamente muy cerca de sus Manos a todos ustedes, su entusiasmo por recibirlos crece a cada instante, y cada momento que pasa es para El un momento de felicidad; sabe que este sufrimiento de soledad es momentáneo, cada uno de ustedes ha cumplido ya su misión, cada uno ha dejado algo a su paso por la vida, y se acerca la hora de retornar a casa.

¿Cómo habrá de recibirlos si por tanto tiempo ustedes se han mantenido alejados de El? ¿Con qué cariño, con qué amor los estrechará en sus brazos si por tanto tiempo ustedes lo ignoraron?.

La vida es una escuela en donde cada uno aprende dependiendo de las lecciones que estudió. Dios dejó a cada uno de ustedes hacer su vida para que aprendieran, y cada uno de ustedes deberá hacer lo mismo con sus respectivos hijos.

Hay un momento para ser padres, otro momento para ser guía y otro momento para ser amigo de sus hijos. Ellos deben sentir la misma libertad con que ustedes vivieron sus respectivas vidas, y ahora tiempo es de preparar el camino de regreso a casa.

Volteen sus ojos hacia el Sol, volteen sus ojos hacia las estrellas y la luna; allá arriba en algún lugar del cielo hay alguien que los está esperando, y todo el amor que hayan sentido en la tierra, no podrá ser comparable con el infinito amor con que el Padre los recibirá.

No importa cuáles hayan sido sus acciones; no importa que ustedes se sientan culpables, doloridos o gozosos; si ustedes mismos serían capaces de perdonar a sus hijos sin importar todo lo que éstos les hayan hecho, que podrían pensar de su Padre Dios cuyo amor es infinito, y para quien ustedes son tan sólo pequeños niños aprendiendo a vivir. En su amor no existe el pecado, en su amor no existen los castigos.

Volteen su vista al Padre y preparen su regreso dejando en paz su corazón, y agradeciendo cada momento que la vida les dé, porque una nueva luz empieza a alumbrar sus corazones.

Con todo mi AMOR.

VI. "GRACIAS" A LA MADRE TIERRA.

Amados hermanos: Que el Amor del Padre se desborde entre ustedes.

Mis palabras ahora van dedicadas a la madre naturaleza. Será éste un canto a la vida, un canto de agradecimiento a esa madre que tanto nos ha dado.

Gracias madre porque nos has dado la luz del día que nos impulsa al trabajo, y llena de frutos nuestras manos.

Gracias por esas tibias noches con que proteges nuestros sueños y embelleces nuestros amores.

Gracias Tierra, por las flores que nos concedes para iluminar nuestros campos, alegrar nuestras vidas y sentir el amor que el Padre nos tiene.

Gracias por tus montañas que ante su vista majestuosa, percibimos la grandiosidad de este rincón en que moramos.

Gracias por el azul de tus mares que inspira en nosotros la admiración por Dios, y nos permite asomarnos a un maravilloso mundo que sin comprender, admiramos.

Gracias Tierra por tus arroyos y ríos, porque llevas en tus aguas los lamentos de dolores lejanos y las alegrías de las vidas en flor.

Gracias por tus lluvias, porque nos limpian el aire y la mente, y nos permiten ver renacer las plantas como el símbolo innegable de una vida eterna.

Gracias por tus aromas que nos motivan a vivir en un dinamismo constante, que hace nacer en nuestras mentes la necesidad de vivir en armonía, y nos recuerdan la veneración que debemos tenerte por ser el hogar de nuestros padres y nuestros hijos.

Gracias amada madre Tierra, porque nos has cobijado por muchas generaciones, y has recibido en tu seno tantos dolores y tantos amores, que tú nos comprendes más que nosotros mismos.

Gracias por recordarnos que nuestro origen y destino están en tu suelo.

Gracias por tus enseñanzas que nos hacen comprender lo temporal de nuestras vidas carnales, y lo eterno de nuestro espíritu.

Gracias por entendernos, gracias por cobijarnos, gracias por renovarte año con año en tus primaveras, porque así nos vemos a nosotros mismos, renacer en nuestros hijos y después en nuestros nietos.

Gracias por enseñarnos que la vida es continuidad de existencia en nuevas formas.

Gracias por explicarnos que la inmortalidad reside en poder perpetuarse en su descendencia.

Gracias por la luna que nos alumbra y que Tú maravillosamente la conduces por nuestros cielos.

Gracias por ese Sol a quien Tú has desposado, porque entre ambos nos enseñan la dualidad que existe en todo lo creado.

Gracias por alimentarnos.

Gracias por la música de tus vientos y el rumor de las aguas de los ríos.

Gracias por el trinar de los pájaros y el aleteo de las mariposas.

Gracias por la sonrisa de los niños y la caricia de los ancianos.

Gracias por tus mañanas que anuncian nuevas alegrías, y gracias por tus atardeceres que preludian el descanso.

Gracias a Ti porque eres para nosotros la madre que nada pide y que todo da.

Con todo mi Amor como un homenaje para Ti en este día.

Gracias Tierra.

¡Gracias!

VII. LA DIGNIDAD HUMANA.

Queridos hermanos míos: Yo soy KWAN YIN y he venido nuevamente a dedicar unas palabras a todos ustedes. He venido a hablar de la dignidad humana.

¿Por qué de la dignidad humana?.

Porque ser digno como ser humano significa tener derecho a vivir, a expresar su opinión, a pensar por sí mismo, a tener opciones y decidir la más conveniente. Ser digno es tener derecho a ser feliz en la tierra.

Voy a hablar de dignidad, de esa dignidad que nace cuando el ser humano sabe que sus pasos los está dirigiendo por la ruta que su mente le indica. Esa dignidad que es posible observar en la mirada de los niños cuando reclaman inocentemente a sus padres: ¿por qué me castigas? Esa dignidad que surge del alma de una niña cuando mira a su padre y le dice: padre ¿por qué me quieres tanto?. Aquella que sale de los labios de un jovencito que le pide también a su padre explicación diciéndole: ¿por qué me exiges que no diga malas palabras cuando tú las repites a cada momento?. Esa dignidad que los niños de hoy manifiestan cuando a una voz gritan: ¿por qué se enfadan con nosotros si tan sólo hacemos lo mismo que ustedes nos han enseñado?.

Esa dignidad que se va perdiendo cuando el ser humano empieza a entender que una vida es la que él cree correcta; pero otra muy diferente la que esta viviendo. Esa dignidad que se va acabando cuando su mente le dice: "No tomes" y prefiere escuchar la voz de sus amigos induciéndolo al vicio.

Por eso quiero hablar de dignidad, para hacerles ver que la mejor forma de mantenerla es escuchando dentro de sí mismos la voz del alma diciendo:

Camina por aquí... sigue adelante... tu vida es tuya y solo tú debes decidir en ella.

Camina adelante y no te detengas, porque aun cuando las piedras; estorbaran tu camino siempre habrá una manera de rodearlas.

Pon tu vista en los cielos mientras tus pies caminan entre la tierra .

Cuida de no ensuciarte por dentro porque tus vestiduras blancas sólo se lavan en sufrimientos.

Recuerda el tierno mirar de los niños, porque tú, para ellos, eres... el camino.

Sabia dignidad que guías a los hombres por el sendero interior, allanando los prados; abrillantando el verdor despidiendo el aroma de un tibio amor.

Levanten sus ojos hombres andantes porque sólo la luz los verá triunfantes.

En los valles y en las cimas, en obscuros laberintos sólo el alma sabe donde está el infinito.

No importa si se ven envueltos en pecados... no importa si los vicios los han apedreado... no importan sus vestiduras sucias. A ustedes, Dios, los ha aceptado.

Cada hora y segundo, cada minuto de dolor ha dejado en sus almas el refugio del amor.

Junten sus manos en el corazón, llenen su boca de esta oración y la dignidad, hermanos míos, será siempre su canción.

Con todo mi AMOR para ustedes.

VIII. CANTO A LA LIBERTAD.

Hermanos: Nuevamente estoy con ustedes.

Hoy he venido a hablar de todos aquellos que han hecho de su vida un canto a la libertad, porque es la libertad la suprema herencia del espíritu, es la libertad la capacidad de desplegar las alas y remontarse a las alturas, sin tener mas límite que la bóveda celeste y nuestra capacidad para mantenernos en vuelo.

Es esta libertad la que ha costado millones de vidas en todas las épocas de este planeta, por esa libertad muchos padres han dejado el hogar para no regresar nunca. Muchos hijos abandonan el hogar por sentir demasiado pesadas las rejas que impiden su movimiento. Muchas madres han cargado con sus hijos a cuestas, aún a costa de sus propias vidas, se han lanzado a aventuras inciertas para poder dejarles a sus hijos que respiren esos aires de libertad.

Mucha sangre ha corrido en las calles, muchas lágrimas han sido derramadas, muchos han visto morir a sus hijos luchando por la libertad; y ahora, en estos momentos en que esta palabra empieza a ser entonada por el corazón de tantos miles y miles de seres en este mundo, hoy también deseo hacerles llegar la mía para gritarles: ¡adelante!, por que no hay lucha más meritoria que aquella que busca la libertad, y si han de caer los poderosos, si han de caer los dictadores que sea hecho esto lo antes posible, porque hoy la humanidad no desea oír la palabra esclavitud, ni quiere vivir encerrada en países que mas bien parecen cárceles federales.

¿Cuál será la fuerza que pueda mantener agachadas las cabezas de miles y miles de ciudadanos?, ¿Qué poder en el mundo podría detener a una multitud que pide y exige libertad de pensamiento, de acción, libertad para respirar un aire puro, en donde cada quien pueda pensar, hablar y decidir su vida sin tener que cuidarse de lo que les pueda pasar?.

El mundo, la humanidad, está despertando a un nuevo amanecer, ya no es posible mantener la bota de los soldados sobre el cuello del pueblo, los días están contados para todos aquellos gobernantes que han fundado su poder en el temor y la represión, más les valiera reconsiderar sus caminos y permitir la libre expresión de una humanidad que despierta de su letargo, la paloma de la libertad lleva en su pico un ramo de olivo, porque ha encontrado tierra y ha posado sus pies en los corazones de los hombres de este mundo.

Qué dirán los dictadores cuando los hijos, los pequeños niños de esos padres que han dado su vida por la libertad, los miren a sus ojos y les pregunten: "¿por qué?, ¿por qué lo has matado?, si tan sólo buscaba un país libre para dejármelo como herencia".

No habrá árbol que cobije a los dictadores, no habrá sombra que los proteja de los candentes rayos del sol de la libertad que hoy empieza a iluminar las conciencias de los hombres, porque está en la herencia de la humanidad y desde el momento mismo del nacimiento, el niño sale del claustro materno pidiendo libertad, el niño llora cuando le impiden moverse, cuando le impiden salir a disfrutar los rayos del sol. El joven se rebela cuando las puertas de su casa le son cerradas, y el adulto igual, cuando a su mente no le puede dar libre expresión por temor a ser reprimido.

El hombre es un ser libre que ha sido entrenado a vivir en esclavitud, pero ahora el mundo ha cambiado, nuevas reglas, nuevos cantos, nuevos órdenes sociales, empiezan a hacer valer sus derechos en el mundo.

Hoy las notas de un himno diferente han sido entonadas en el mundo y muy pronto los cuatro rincones del planeta verán aparecer con letras doradas sobre el cielo de cada uno de los países, la palabra libertad.

Que cada uno de vosotros eleve en el silencio unas palabras por todos aquellos que han hecho posible este gran logro que hoy la humanidad empieza a saborear.

¡Salve a la vida de los grandes hombres!.

¡Salve a la vida de aquellos que por dársela a otros, la han perdido!.

Mi AMOR entre ustedes por siempre.

IX. VIAJANDO POR EL MUNDO.

Por esta vez no dedicaré mis palabras a alguien en particular sino a todo el mundo. Quiero llevarlos en un recorrido por la naturaleza a todos ustedes que hoy me escuchan o leen estas palabras.

Quisiera comentarles lo que he visto en el transcurso de mi vida, lo que he percibido por ejemplo en los verdes prados de los campos suizos, en donde las flores se abren alegremente cada vez que un rayo de sol acaricia sus botones, mientras el viento las mece suavemente.

He visto los ojos de una tierna chiquilla arrancar estas flores para llevarlas a regalar a su maestra, y lejos de allí, he podido también observar la majestuosa belleza de las altas cumbres nevadas que como reales coronas engalanan las montañas de la India y del Tíbet, guardianes del mundo, polos magnéticos en donde son enfocadas las energías del cosmos para la tierra.

He visto mirar a esos monjes con rostros inexpresivos hacia el mundo de hoy, y he sentido su profundo amor a la naturaleza de Dios que trabaja a través de los hombres. He captado detrás de esos pequeños ojillos que difícilmente dicen algo cuando son vistos por los ojos físicos, pero que son todo un poema de belleza y sabiduría cuando son captados a la luz de la intuición.

He visto el andar cansado de los viajeros del desierto, he visto las huellas que dejan a su paso en sus acostumbrados recorridos de oasis en oasis, he visto cómo ignoran a los espejismos y cómo saben identificar las rutas perdidas en medio de océanos de arena. Los he visto guiarse de una manera misteriosa hasta llegar a donde la vida florece en medio de la arena, y cuando sus manos son sumergidas en el precioso líquido, he captado también el agradecimiento que elevan a Dios, por mantener esas perlas escondidas en medio de tanta desolación.

He visto como un niño se levantó temprano, salió al jardín, recogió las flores más hermosas que encontró en él y, después, rápidamente cruzó la distancia que lo separaba del cementerio, se acercó a la tumba de su madre muerta, las depositó en ella con un inmenso amor, escuché sus palabras decir al Padre: "Cuídala Padre porque ella ha sido muy buena conmigo". Lo he visto levantarse y alegremente con la conciencia limpia de haber cumplido con una diaria misión en sus cortos años de vida, alejarse corriendo a la escuela.

En medio de los campos he visto multiplicarse estos milagros de amor: en los venaditos que nacen sin que nadie los atienda, en las flores que florecen en medio de zarzales, en las alegres cascadas que son refugio y alimento de miles de especies, y aún en medio de las ciudades en casas semiderrumbadas, en donde una pandilla de niños de poco menos de doce años, se dan la mano unos a otros y prometen ayudarse en sus mutuos problemas.

He visto todo esto y comprendido que en el mundo el amor canta a cada momento, que no importa a donde vayamos, podemos ver siempre reflejada en la naturaleza o en los seres humanos, esas notas de armonía que Dios ha puesto como su sello personal en toda la creación, y cuando miro a esos corazones secos, encerrados en cárceles de odios y resentimientos, mi amor se multiplica para hacerles llegar de todo aquello que yo percibo en mis recorridos por el mundo, los miro directamente a los ojos buscando que mi amor penetre hasta lo más interno de su ser y paréceme ver que en sus corazones existen cadenas amarradas a un pasado, paréceme sentir un inmenso temor de ser nuevamente lastimados cuando buscan dar su propio amor.

A todos ustedes que leen estas líneas les recuerdo: Tienen dos manos y una boca a través de la cual pueden manifestar su amor, salgan a la calle, a la caza de esos corazones maniatados por el temor y los resentimientos, extiendan su mano franca mientas su voz predica estas palabras, repitan lo que hoy han escuchado, y que sus ojos puedan visualizar cómo las cadenas caen rotas dejando libre un corazón para amar nuevamente.

Hoy el mundo se abre como una flor en primavera y eleva sus notas de amor perfumando a este sistema solar, como nunca antes había sido hecho. No permitan que las ideas inquietantes de futuros tenebrosos o inciertos, interrumpan esta sinfonía de amor y hermandad que empieza a oírse y a extenderse por los cuatro rincones del planeta.

Que aquellos que se sienten bien anunciando futuras catástrofes permanezcan silenciosos ante ustedes, porque hoy es el amor el que canta y mañana será la libertad la que llegue.

No olviden estas palabras y háganlas suyas por siempre.

X. LA VIDA AL SERVICIO.

Cuando la música celestial ilumina las almas desde adentro, no hay gozo más grande que el de contemplar la armonía de la creación desde ese estado de paz interior que se alcanza, porque una vida que ha sido consagrada al Dios de los seres, es como una vela cuyo aroma se difunde por el espacio como un canto de amor y de servicio a la humanidad.

Hoy hablo para todos aquellos que han decidido entregar su vida al servicio, hablo para todas aquellas flores que han decidido abrir sus pétalos en medio de las zarzas y del fango, para aquellos que se han vestido de blancos ropajes para caminar entre densas ciénagas de pecados humanos, porque son ellos la respuesta de Dios a las oraciones de los hombres. Son ellos las blancas palomas que bajan a la tierra de vez en cuando, como muestra de que Dios ha escuchado las oraciones de los sufrientes.

Cuando a su paso encuentren a uno de estos ángeles vestidos en ropas humildes o con gran elegancia, en cuerpos de niños o de ancianos, no paséis a su lado sin deteneros un momento y decirle: Bendito seas, porque tu trabajo lo hemos aceptado y reconocido como que viene de Dios.

A esos seres que calzados en sandalias van pisando las piedras y las espinas, dirigiéndose a los lugares más humildes, más sufrientes, para extender una mano a los que lo necesitan, a todos ellos se les dice: Aquí estamos con ustedes, porque la fortaleza que los guía es mantenida por el amor de Dios y esa energía nunca podrá detener a aquellos otros, que vestidos de misioneros o en medio de las grandes urbes, han logrado crear pequeños oasis de compasión y amor en medio de las selvas de asfalto y acero, también a ellos les decimos que en esta hora, el Amor Divino está con ustedes.

No hay soledad más grande que la que siente el corazón sin amor, pero no hay satisfacción mayor que la de un corazón que ama y puede hacer a otros amar por igual. El que siente el amor se consuela, pero el que enseña a amar se glorifica. El que recibe un servicio agradece, pero el que lo da se santifica.

A todos vosotros guerreros de la luz, lotos blancos abiertos en las noches obscuras, reciban de Dios estas palabras de agradecimiento y llévenlas presentes siempre en sus horas de servicio.

Cada uno de ustedes que se ha convertido en las manos de Dios trabajando en la tierra, son como una extensión de El, que nuevamente toma carne en ustedes para hablar por sus bocas, ver con sus ojos y amar con su corazón, a todas las criaturas que los rodean.

Si alguna vez sintieran desfallecer sus fuerzas, si alguna vez sintieran necesidad de cobijarse en el seno del amor, tomen estas líneas y cuando lleguen a este punto entiendan una cosa: que Dios está tan cerca de ustedes que los mira desde adentro, que su amor por ustedes es tan grande, que a través de ustedes abarca a todo el mundo, que ustedes son para El como las lágrimas que se derraman de dolor por la inconsciente humanidad y de alegría, porque puede trabajar por ellos.

Son, cada uno de ustedes, gotas de amor hechas carne por Voluntad Divina, para llevar a una humanidad que sufre, un rincón del paraíso que les espera, cuando todos puedan vivir la vida del espíritu.

Siéntanse fuertes en ese amor y anden sus caminos con la certeza eterna de que el Padre está con ustedes.

Con todo mi AMOR como un homenaje a sus servicios.

XI. EL INICIADO.

Hermanos: Yo les pregunto:

¿Sería más bella la rosa si le quitáramos las espinas?, ¿sería más bello el loto si lo arrancáramos del fango y lo sembráramos entre flores y campos de amapolas?. ¿Dónde es más bello el santo: en medio de la obscuridad, entre dolores y tragedias, o extendiendo sus brazos a aquellos que como él han vencido a las adversidades?. ¿Dónde es más hermoso un rayo de luz: en las entrañas de una caverna profunda y obscura, o en los campos verdes y soleados de una mañana primaveral?.

Ciertamente la luz es más hermosa cuando penetra en las tinieblas. El santo es más bello cuando trabaja en las obscuridades de los hombre, y las rosas sería imposible percibirlas como algo que florece por encima de los dolores, si le quitáramos sus espinas. El loto jamás representaría la esperanza de la redención, si lo viéramos perdido entre flores bellas y aromáticas. Por eso es que en esta tierra los goces del espíritu son tan profundos y hermosos; porque han nacido en medio de las tristezas y de los sufrimientos.

La vida de un Iniciado es la vida de un renunciamiento y cuando sus ojos se abren a la realidad espiritual, es un loto florecido del fango, una rosa que corona un camino de espinas, una luz que anuncia el sendero a la iluminación, es un enviado que muestra el sendero a la glorificación.

¿Por qué el mundo espiritual no concede a sus seguidores únicamente la paz y la armonía interior?.

Porque cada uno de ustedes decidió un día compartir ese mundo de luz con sus hermanos menores y eligieron inmolarse en medio de los seres inconscientes, para llevarles un pequeño rayo de luz a sus obscuras conciencias, para hacer que perciban el aroma de las rosas que nacen después de las espinas, para que pudieran admirar la blancura del loto en medio de pantanos y ciénagas.

Ustedes son el testimonio viviente de un mundo espiritual que espera. Ustedes son las puertas a quienes llegan aquellos que buscan el sendero de regreso al Padre. Ustedes son las extensiones de Dios en la tierra y el símbolo permanente de que el hombre triunfará sin importar lo que ocurra en su vida exterior. Recorran, pues, sus caminos con la frente en alto y con la fortaleza que da el saberse enviados de Dios en la tierra.

Con mi AMOR eterno para ustedes.

XII. FLOR DE LOTO.

Queridos hermanos: Hoy hablaré de un Corona de Lotos.

Con estas palabras quiero sellar mis "Llamas de Amor" y dejarles marcado el camino que los pueda llevar del renunciamiento gozoso a las altas esferas de libertad, en donde los espíritus emancipados se mueven.

Un loto se abre cuando el ser humano reconoce que muy internamente en su ser, el amor al servicio arde como una llama que todo lo consume, acalla entonces los temores de su cuerpo, las necesidades de su alma, los anhelos de afectos humanos, las carencias de su personalidad y se entrega sin límites a sus hermanos. Esta es la Llama del Amor, el Loto del Servicio.

Un loto se abre, cuando en éxtasis Divino, el hombre percibe la Divinidad en sí mismo, siente el aroma que proviene de la Luz Cósmica inundándolo todo, reconociendo en cada hombre a su hermano, reconociendo en cada cosa la presencia de Dios, cierra sus ojos entonces a las cosas del mundo, no percibe ya más las apariencias y busca adentrarse en la esencia de todas las cosas. Este es el renunciamiento a las cosas de la tierra, el Loto del Renunciamiento.

Un loto se abre, cuando la armonía de la música de las esferas logra ser percibida por la mente del hombre, entiende la armonía de las fuerzas que ascienden y descienden en el cosmos; entiende la música oculta de las plantas y de los animales, de las piedras y de los astros, de los hombres y de las mujeres. Entiende el canto de los pájaros y el perfume del bosque. Entiende la música de los arroyos y el bramido de un mar, la música del trueno y la armonía del rumor de los insectos. Acalla sus oídos a los ruidos del mundo y abre su sensibilidad a la música del cielo. Este es el Loto de la Música.

Un loto se abre, cuando el ser humano entiende la posición que guarda con el resto de la creación, y mira hacia abajo, y ve a los animales esperando de él la enseñanza que los lleve a entender su propia naturaleza. Ve a las plantas y entiende el anhelo de ellas de que él se convierta en su jardinero. Mira a las piedras y percibe internamente la esperanza de que él sea el arquitecto de su evolución. Comprende los mundos subhumanos entendiendo su importante participación en todos ellos, mas luego mira hacia arriba y ve a los ángeles, cuyas miradas están ya puestas sobre él; ve a los arcángeles como los responsables del manejo de las fuerzas que hasta él llegan, y mira más arriba y entiende el secreto del origen de las fuerzas cósmicas que él percibe, se mira ahora a sí mismo y entiende que él es el punto medio exacto de toda la creación. Cierra entonces sus ojos a todos los sentimientos de grandeza o de humildad y se abre el Loto de la Sabiduría.

Un loto se abre, cuando el ser humano ha cultivado dentro de sí mismo una gema preciosa, desde donde puede transmitir todas las corrientes de energía que le llegan del Universo y de la Tierra, y las transmite a su alrededor a todos sus semejantes, convirtiéndose a sí mismo en un perfecto instrumento de la Voluntad Divina.

No se oyen ya más las voces de protesta del cuerpo, la agonía de la personalidad o las mordaces voces de un intelecto obscuro, todo ha sido acallado en bien de la Luz y de la perenne manifestación de las Fuerzas Divinas. No quedan ya más formas, todo es luz, altísimas vibraciones, y podríamos decir que es un arpa viva, cuyas cuerdas son pulsadas por la sabia Mano de Dios.

Cultiven todas estas flores porque los llevarán de la mano a un éxtasis sublime y divino, en donde sólo Dios es testigo de esta coronación.

Con todo mi AMOR, cierro con este mensaje mis Llamas para todos ustedes. Que el Amor del Padre siga iluminando sus pasos.

 


GRAN INVOCACION

DE KWAN-YIN

Hermanos, les habla KWAN YIN.

Escuchen estas palabras que van dirigidas a lo más interno de su ser, hágalas suyas porque es la voz de su propio ser espiritual:

Yo soy la Luz del mundo, soy un ser que ha venido de Luz, vive en la Luz y crea la Luz.

Adonde quiera que voy, yo soy las manos de Dios trabajando en la Tierra, y soy inspirado por la Voluntad Divina.

Soy impulsado por la Fuerza Divina y estoy trabajando en el Plan Divino.

Yo soy un miembro activo de la Hermandad de Luz y estoy apoyado por todos los miembros de la Jerarquía, y estoy trabajando en un proyecto específico de la Jerarquía.

Yo soy parte del nuevo grupo de servidores del mundo, yo soy parte de una cadena de Amor y de buena voluntad que se extiende por todos los rincones del planeta.

Yo soy la punta de lanza para llegada a la tierra de los Maestros de la Jerarquía.

Yo soy una antena cósmica que se abre hasta el infinito para recibir las Bendiciones del Altísimo.

Yo soy un emisor de todas esas energías que estoy recibiendo para multiplicarlas por donde quiera que vaya y hacerlas llegar a los lugares más inusitados.

Yo soy la palabra que sana, las manos que ayudan, los pies que dirigen, la mirada que salva.

Yo soy el microcosmos en acción, soy la red que comunica al hombre con Dios, soy el vínculo de fraternidad en donde se funden todos los seres humanos.

Yo soy la luz del mundo, el guerrero de la luz, el que alumbra en TODO lugar, la roca firme en donde se apoyan las embarcaciones de la Vida.

Yo soy la sonrisa que alienta, el brazo que consuela, y soy el hijo de Dios en la Tierra.

Lleven esta oración siempre con ustedes, mis bendiciones quedan

eternamente en sus vidas. Que así sea. Kwan Yin

¡NAMO MAHA KARUNA, KWAN-YIN BODISATVA!

¡NAMO TAPEI, KWAN SHIH YIN PU´-SA!

¡HOMENAJE A LA GRAN COMPASIÓN DE KWAN-YIN LA SALVADORA!

 

Petición a Kwan Yin


Visualiza la imagen de Kwan Yin y piensa:

Madre Kuan Yin, Invoco tu corazón de loto, dame la Compasión y el

Perdón, suaviza mi sendero y envía a tus Ángeles de puro Amor Violeta para que me cubran transformando ahora mi corazón redimido ya en la radiación de tu Amor, con el perfume de Tu esencia para purificar todo mi Ser.

¡Que los méritos generados practicando la compasión me permitan alcanzar la Iluminación!

¡Kwan Yin sé mi virtuosa amiga y muéstrame el camino puro que conduce a la Iluminación!

¡Yo Soy la Compasión infinita de tu propio corazón!

Amen.

Imagina que una luz blanca procedente de Kwan Yin te purifica.

Agradezca a la Diosa Kwan Yin por el regalo energético.