La institución arte

La relación del Arte de Internet con las Instituciones Artísticas

Hodin (Hodin 2009) indica tres cuestiones por las que la relación de las instituciones artísticas con el arte de Internet es complicada:

    • Este arte de libre acceso es capaz de crear su propio sistema de validación fuera de la estructura tradicional de los museos.
    • Cada vez que una página web se ve, el acto de recuperación crea un acuerdo de licencia temporal del servidor de alojamiento para reproducir el código en el ordenador del usuario. El marco legal para la colección de arte de los nuevos medios no ha alcanzado las complicadas cuestiones legales de concesión de licencias del arte de Internet.
    • El arte de Internet representa la amenaza más significativa y pronunciada para la estructura y los métodos de las prácticas de los museos. Hay una tensión fundamental entre las estructuras amplias y abiertas de Internet y el papel tradicional del museo como guardián.[1]

En cuanto a la validación, explica qué puede aportar una colección a este tipo de arte:

"En otras palabras, el mundo del arte es único en su dependencia de los aspectos académicos para garantizar sus operaciones comerciales. Es por esta razón que las colecciones del museo son esenciales para la integridad y solidez del mercado del arte, y serán de vital importancia para el establecimiento de una reputación de las obras de arte contemporáneo de los nuevos medios, un género que está en proceso de desarrollar una narrativa histórica del arte y una estructura de valores.”

Esta controversia de la vertiente artística del arte de Internet es y sigue siendo debatida por muchos teóricos y artistas. En la tesis de Hodin queda claro que es el museo quien valida si algo es o no arte y que entre o no en una colección está determinado por su conservabilidad. Aunque también recoge otras opiniones:

"Hay una tercera parte que no está de acuerdo y afirma que este nuevo tipo de arte, que se resiste a ser coleccionado o expuesto en el espacio del cubo blanco, puede de hecho ser validado por la red de usuarios que participan en la obra o que adquieren el software del arte. Este punto de vista supone un nuevo cambio en el mundo del arte, que el museo ya no sea necesario.”

Pero no sólo hay opiniones que discuten el papel del museo en la validación sino el acto mismo de coleccionar arte de Internet:

“Steve Dietz diferencia entre los conceptos de coleccionar y archivar. Este autor considera que, aunque en muchas ocasiones sus caminos se entrecruzan, su diferencia reside básicamente en su intencionalidad. Mientras que la acción de archivar tiene más que ver con la conservación, el coleccionismo de net.art, en opinión de Dietz, pone de relieve dos cuestiones esenciales: en primer lugar, el reconocimiento de la significación y la valía del net.art en el arte contemporáneo, y en segundo lugar, el del recurso museológico.

Algunos críticos, como Gerfried Stocker, se oponen a la misma noción del coleccionismo. En su opinión, el net.art sólo se pude documentar, nunca coleccionar. Puesto que el net.art sólo puede ser entendido como un proceso de cambio y comunicación basado en el tiempo, la acción implícita en el coleccionismo dañaría su propia naturaleza."[2]

Uno de los principales puntos de contacto entre el arte de Internet y las instituciones artísticas es el tema de la visibilidad. Según Cilleruelo, estar distribuido no significa necesariamente ser visible:

“El exceso de datos ha generado una devaluación de los mismos y, en consecuencia, una necesidad apremiante de filtrado y selección de la información. Es otra de las contradicciones intrínsecas en la red de redes, nos hallamos <<perdidos en el clúster del data>>.

Exposición de net art en MEIAC (Badajoz, 2012) hacia el final del vídeo se puede observar el funcionamiento de los códigos QR de realidad aumentada.

“En el contexto del uso de los tactical media, conectar la red a lo físico, preferiblemente espacios públicos, es el paso más importante que hay que dar a continuación. Como net.journalist, que es lo que vengo siendo en mayor medida, siento que la falta de conocimiento sobre la red entre la mayoría de las personas se está convirtiendo en un obstáculo muy grande en mi trabajo… La creación de extensiones de la red por fuera de la misma podría ayudar a resolver este problema.”[3]

En efecto, el desconocimiento de los internautas y los no internautas sobre el arte de Internet puede ser paliado por las instituciones artísticas a través de sus diferentes medios de difusión.

Sea o no indispensable la presencia en el museo para considerar algo una obra de arte, lo que sí puede aportar la institución artística al proyecto de arte de Internet es contexto:

“Cada proyecto artístico se inserta en un contexto, los espectadores de las obras de nuevos medios dependen de la información contextual. La preservación del contexto es necesaria, tanto a nivel humano como técnico. El contexto conserva la información necesaria para medir una reproducción de la obra con la intención original del artista, así como para proporcionar el ambiente adecuado para su recepción para que el público comprenda la obra y su intención.”[4]

Ya se ha señalado en las características del arte digital que no es un arte visual. Lo único que pasa del artista al espectador/usuario es una serie de archivos que su navegador interpreta y que es mostrado dependiendo de la configuración de su equipo. Lo que la institución artística puede aportar en este aspecto es mayor control a la hora de mantener la correspondencia entre lo que el artista percibía mientras codificaba su obra y lo que el usuario final percibirá.

En este aspecto se vienen desarrollando en diferentes museos de arte contemporáneo cuestionarios para artistas y protocolos de montaje/exhibición para obras audiovisuales e instalaciones complejas que pueden adaptarse a este medio.

[1] (Hodin, 2009 ) [2] (Cilleruelo, 2000) [3] Josephine Bosma en "Net radio and the public space" [4] (Hodin, 2009)