Uno de los documentales que recientemente ha permitido una mayor conciencia global sobre el cambio climático ha sido el protagonizado por el ex candidato a presidente de EEUU Al Gore, Una verdad incómoda del que te presentamos un pequeño fragmento:
Desertización: se estima que es un problema que afecta al 70% de la superficie potencialmente productiva de la Tierra, que equivale a casi 1/4 de la superficie terrestre (es el primer problema ecológico de España, con el 48% del territorio amenazado). Es un problema intensificado por el cambio climático y relacionado con el problema de la sequía. En relación al tema de la falta de agua hay que tener en cuenta que 1.000 millones de seres humanos carecen de abastecimiento de agua, y 1.700 millones la consumen sin un saneamiento adecuado. Algunos expertos advierten que en el futuro éste será uno de los problemas más importantes de nuestro planeta. Muy relacionado con el tema de la desertización encontramos la deforestación. En este sentido, hay que recordar que durante el siglo pasado se talaron el 90% de los bosques.
Estamos hablando de responsabilidad social y medioambiental de la empresa. En el libro no habla de un importante concepto, la huella ecológica: En la Wikipedia se define como "el área ecológicamente productiva (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesarios para generar los recursos necesarios y además para asimilar los residuos producidos por cada población de forma indefinida».1 El objetivo fundamental de calcular las huellas ecológicas consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y, compararlo con la biocapacidad del planeta. Consecuentemente es un indicador clave para la sostenibilidad. Su gran ventaja es que permite hacer comparaciones. Si dividimos el espacio bioproductivo del planeta entre el número de habitantes, tocamos a 1,8 hectáreas. Pero, por ejemplo, la huella ecológica del consumidor medio de España es de 5,7 hectáreas. La de un estadounidense es de 9,4 hectáreas. La de los países menos desarrollados está por debajo de 1 hectárea. (Puedes consultar la tabla completa aquí). Eso significa que, si todos los habitantes del planeta consumieran, por ejemplo, como los españoles, harían falta 2,5 planetas como la tierra. Y eso pronto sucederá, con el crecimiento de los países en vías de desarrollo, especialmente China e India, países con un gran potencial de crecimiento y que entre los dos reúnen más de un tercio de la población mundial. Por ejemplo, lee esta noticia: El coche más barato del Mundo, un nuevo medio de transporte para el pueblo de India.
Y entonces, ¿Qué? Posible solución: que los países del Sur (en vías de desarrollo) no sigan creciendo. Injusto e inviable. La alternativa: que los países del Norte (desarrollados) decrezcan. No necesariamente bajando nuestra calidad de vida, sino siendo más eficientes, o sea, produciendo los mismo con menos recursos y generando menos residuos. Aquí tienes una noticia que demuestra que es difícil, pero posible: El consumo energético de España retrocedió a los niveles de 2004.
Personalmente creo que la crisis hubiera sido una ocasión excelente para concienciar a la población de la necesidad de frenar nuestro consumo, pero lo único que se ha oído ha sido: hay que crecer, hay que producir más, hay que consumir más, hay que estimular el crecimiento...
Si quieres saber más sobre el tema, no te pierdas éstas dos entrevistas, a dos "objetores al crecimiento":
Como curiosidad, dos test para medir tu huella ecológica:
Uno muy sencillo: Test de Huella Ecológica de Miliarium.
Y otro más elaborado: Test de Huella Ecológica de la Fundación vida sostenible.
Publicado por Charo en 9:10 a.m. Sin comentarios:
Etiquetas: Huella ecológica, Responsabilidad Social
Pero todo lo anterior es sólo una introducción, a nosotros lo que realmente nos interesa es la posición de las empresas ante todo esto, por su relación con la responsabilidad social y medioambiental. Cada vez más empresas se preocupan por calcular e intentar mejorar su huella ecológica. Según el Observatorio de Medio Ambiente Urbano de Málaga, definimos huella ecológica corporativa como el impacto ambiental, en hectáreas, de cualquier empresa u organización, provocado por la compra de todo tipo de productos y servicios claramente reflejados en las cuentas contables, la venta de productos elaborados, la ocupación de espacio y la generación de desechos. Lo importante es que todos los impactos considerados en la huella ecológica corporativa son perfectamente controlables y auditables, se obtienen de la contabilidad de las empresas y, por lo tanto, son objetivos y transparentes, motivo por el cual elimina cualquier tipo de arbitrariedades y facilita la comparación. El autor que más ha trabajado en éste tema en España es Juan Luis Donenech, que trabaja para la Autoridad Portuaria de Gijón, y ha calculado la Huella Ecológica de esta organización. Puedes leer su informe aquí.
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