Historia

Se dice que toda historia tiene un principio, pero la de Andaria comienza por el final. El final del mundo que fue y que nunca más será.

El mundo vivía una pequeña revolución. Descubrimientos en lo que los artesanos llamaban "tecnología" y que estaban destinados a revolucionar el mundo. Con estos avances y esta sed de conocimientos, llegó la desconfianza hacía uno de los pilares de la sociedad, la religión.

    Las iglesias no ayudaban mucho, pues por norma general eran instituciones arcaicas y plagadas de individuos corruptos, propensos a olvidarse de los preceptos de su fe a favor de placeres mundanos.

Esta situación provocó inquietud en los mundos superiores, en los palacios habitados por los dioses. Esta nueva corriente de pensamiento preocupaba a los dioses, pues temían que la creciente desconfianza se convirtiese en incredulidad o rechazo, y con ello perdiesen su poder en el mundo.

    Pero había una circunstancia que les preocupaba sobremanera, y es que de alguna manera lo sucedido en Andaria llegase de alguna forma a oídos de otro mundo y así comenzase un nuevo ciclo en lo que único que sucedería es que finalmente desapareciesen.

    Por ello decidieron acabar con el mal de raíz, asolar el mundo para así destruir esas ideas revolucionarias. Y comenzó el fin de la vieja Andaria, de la Andaria que fue. El Apocalipsis.

Pero no todos los dioses estaban de acuerdo con esta medida, ya que en Andaria existían verdaderos seguidores, gentes que nunca traicionaron los preceptos de su fe. El debate comenzó y no acabó hasta que intervino Tyala, diosa del conocimiento, la cual recordó que la apatía de los dioses por Andaria y la corrupción de sus iglesias habían contribuido notablemente a la desilusión de los mortales.

Finalmente, los dioses decidieron darle una oportunidad a Andaria, pero el apocalipsis se había cebado en el mundo, los mares hervían y las tierras se colapsaban por profundas grietas. Andaria era un mundo condenado. Hasta que Tyala decidió sacrificarse, entregandose a la furia del fuego y la lava para sanar el corazón del planeta.

Y así fue como se salvó Andaria. Pero sus heridas persistían y los supervivientes tenían que enfrentarse a un mundo nuevo y hostil, con gran parte de las tierras sumergidas y una atmósfera que descargaba su furia en forma de violentas tormentas. Para sobrevivir tuvieron que recurrir lo que había acelerado la destrucción de la vieja Andaria, la tecnología.

    Ayudados por Nanek, el consorte de Tyala, y con la supervisión de los restantes dioses, los mortales comenzaron a emplear la tecnología para sobrevivir. Desarrollaron la tecnología del Aeter, diseñando los escudos de energía que protegerían las ciudades contra las tormentas, nuevos vehículos para surcar los nuevos océanos y gran cantidad de aparatos personales para ayudarles en la tarea de sobrevivir y posteriormente, colonizar este nuevo mundo.

Y así ha sido hasta el día de hoy. Tyala se ha fusionado con el núcleo de Andaria para protegernos, y los sacerdotes vigilan en nombre de sus recelosos dioses que los mortales no abandonen la senda correcta.