Día 2 de agosto 2024 – Laudes - Viernes
Donde abundó el pecado, sobre abundó la gracia
1. Ofrecimiento del día
Señor,
estoy a tus pies,
como un niño pequeño
que espera tus órdenes;
no quiero, no deseo nada,
sino hacer lo que pidáis de mí para vuestra mayor gloria.
Hablad, pues, Señor y obedeceré sin dudar,
sin lamentarme,
con alegría y con amor.
(Nos sentimos unidos a toda la Congregación, a la Iglesia, al mundo...con la lectura del calendario religioso)
2- Himno
1. Querido Padre, cansado vuelvo a Ti
haz que conozca el don de tu amistad.
Vivir por siempre el gozo del perdón
y en tu presencia la fiesta celebrar.
Pongo en tus manos mis culpas, oh Señor,
estoy seguro de que eres siempre fiel.
Dame la fuerza para poder andar,
buscando en todo hacer tu voluntad.
PADRE, YO BUSCO TU AMOR
PADRE, VUELVO A TI.
MIRA QUE TU HIJO SOY
PADRE, VUELVO A TI. (bis)
2. Lo reconozco, a veces olvidé,
que eres mi Padre y que a mi lado estás.
Que soy tu hijo y me aceptas como soy,
sólo me pides: "vive en sinceridad".
Quiero sentirte cercano a mí, Señor,
oír tu voz que me habla al corazón.
Sentirme libre desde tu libertad,
ser signo vivo de la fraternidad.
3- Salmodia
Salmo 50. (Actualizado)
Tu misericordia para conmigo.
Ant. 1
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Necesito, Dios mío, un trasplante de corazón,
y de todas mis entrañas.
Mi corazón es viejo, está gastado y sucio,
no hay detergente que lo limpie,
ni operación quirúrgica que lo arregle.
Es una gracia que yo me vea así, como soy.
Nací con una mancha...
más por dentro que por fuera.
Pero Tú, Señor, que me conoces, me arnas así,
no me rechazas por mi ambigüedad.
Tu corazón, Señor, es grande y hermoso.
Está limpio, resplandeciente, lleno de misericordia.
Te acercas a mí como una madre,
como un médico excelente,
Y me limpias y me curas y me transformas,
y me llenas de un Espíritu divino.
No te separes de mí,
no me arrojes lejos de ti, de tu rostro.
no dejes de alentar tu Santo Espíritu sobre mí.
Crea en mí, un corazón puro, Señor,
un corazón grande, un corazón abierto,
un corazón de niño que se abandona en Ti.
¡Qué alegría sentirme persona amada
y salvada por Ti!
¿Cómo sabré agradecerte?
No te traigo nada, pero te ofrezco mi propio ser.
Daré testimonio de tu misericordia para conmigo.
Dejaré que cante mi corazón,
que proclame tu alabanza,
que diga las maravillas de tu Amor.
Gloria al Padre...
Ant. 1
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Salmo 129.
Ant. 2 Como centinela aguardo tu redención copiosa
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
y él redimirá a Israel de todos sus delitos.
Gloria al Padre…
Ant. 2 Como centinela aguardo tu redención copiosa
4- Lectura breve (Oseas 11, 1-3)
Cuando Israel era joven lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más lo llamaba, más se alejaban de mí.
Sacrificaban a los baales. Ofrecían incienso a los ídolos.
Pero yo era quien había criado a Efraín, tomándolo en mis manos, y no reconocieron que yo los cuidaba.
5 – Responsorio Libérame de toda esclavitud.
Libérame de toda esclavitud.
Libérame, libérame Señor, libérame...
(Repetido tres veces, con posibilidad de hacerlo en forma de canon)
6- Canto del Benedictus
Ant. Yo soy Dios y no hombre, santo en medio de vosotros y no me dejo llevar por la ira, dice el Señor.
BENDITO ES EL SEÑOR NUESTRO DIOS
QUE VISITA Y REDIME A SU PUEBLO
SU PRESENCIA ESTA VIVA EN NOSOTROS
SU PROMESA PERDURA EN EL TIEMPO
El será salvador de los hombres,
nos libera de toda opresión,
manteniendo vigente en nosotros
la palabra que él mismo nos dio.
El Señor quiere vernos alegres
sin tristeza, ni pena o dolor,
quiere hacer una tierra más justa
que le sirva cantando su amor.
Tú serás elegido el profeta,
que prepare el camino al Señor,
proclamando que viene a salvarnos
anunciando a los hombres perdón.
Nacerá un nuevo sol en el cielo
y su luz a nosotros vendrá.
Guiará al que vive entre sombras
por un nuevo sendero de paz.
Ant. Yo soy Dios y no hombre, santo en medio de vosotros y no me dejo llevar por la ira, dice el Señor.
7- Oración de intercesión.
No olvidemos que el amor del Señor dura por siempre, supliquemos a Cristo, amigo de los débiles y pecadores:
R/ Acuérdate, Señor, que somos fragilidad
Acuérdate, Señor, y danos tu paz.
1- Tú que curas a la hija de la cananea.
2- Tú que haces nueva la carne del leproso.
R/ Acuérdate, Señor, que somos fragilidad
Acuérdate, Señor, y danos tu paz.
1- Tú que sientas a la mesa a los pecadores.
2- Tú que conoces el corazón de Magdalena.
R/ Acuérdate, Señor, que somos fragilidad
Acuérdate, Señor, y danos tu paz.
1- Tú que perdonas la negación de Pedro.
2- Tú que reclamas a la tumba la vida de Lázaro.
R/ Acuérdate, Señor, que somos fragilidad
Acuérdate, Señor, y danos tu paz.
(Intenciones libres)
8- Padre nuestro
9- Oración final
Haz que aprenda a acogerme
como Tú me acoges.
A quererme como Tú me quieres.
Líbrame de la perfección que yo pretendo alcanzar
Y ábreme a la santidad que Tú me ofreces.
Concédeme al arrepentimiento de Pedro,
que supo encontrar tu mirada,
Llamada silenciosa cargada de ternura,
y, si tengo que llorar como él,
que no sea por mi orgullo humillado,
sino por tu amor herido y ofendido…
Amén.