VÍSPERAS
VÍSPERAS
Día 29 de julio 2024 – Vísperas – Lunes
1. Himno:
1. Vengo ante ti, mi Señor
reconociendo mi culpa.
Con la fe puesta en tu amor,
que Tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón
y te ofrezco mi miseria.
Despojado de mis cosas,
quiero llenarme de Ti.
QUE TU ESPÍRITU, SEÑOR,
ABRASE TODO MI SER.
HAZME DÓCIL A TU VOZ,
TRANSFORMA MI VIDA ENTERA. (bis)
2. Puesto en tus manos, Señor,
siento que soy pobre y débil,
mas Tú me quieres así,
yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad,
Tú me das la fortaleza.
Amas al hombre sencillo,
le das tu paz y perdón.
2- Salmodia
Salmo 87. Acoge nuestra fragilidad
Ant. 1 Desde la mañana a la tarde va a tu encuentro mi súplica.
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta tí mi súplica,
inclina mi oído a mi clamor.
Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.
Tengo mi cama entre los muertes,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.
Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tú cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.
Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.
Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,
o tu justicia en el país del olvido?
Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas,
y me escondes tu rostro?
Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:
me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.
Gloria al Padre...
Ant. 1 Desde la mañana a la tarde va a tu encuentro mi súplica.
Salmo 85
Ant. 2
El Señor conoce y comprende nuestras debilidades.
¡TÚ ERES NUESTRO DIOS!
¡Tú eres nuestro Dios!
Tu, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Cuando tenemos lucidez, confiamos en Ti,
mas llega la tormenta, la duda, la indiferencia... y perdemos seguridad.
¡Tú eres nuestro Dios!
Tú eres bueno y no nos pides cuentas.
Tú nos conoces y comprendes nuestras debilidades.
Aunque te demos la espalda,
esperas nuestra vuelta,
nos acompañas en la angustia.
¡Tú eres nuestro Dios!
En tu proyecto de sociedad no hay odio, violencia, ni desigualdades.
Hay paz, solidaridad, justicia.
A veces intentamos vaciar el lago de tu esencia,
a fuerza de razonamientos,
y damos la espalda a los problemas individuales y colectivos.
¡Tú eres nuestro Dios!
Que nuestro corazón alabe tu nombre en la calle,
y te dibuje en la arena de la vida.
Inúndanos de tu calma.
Y llena de coraje y serenidad a quien apuesta por tu evangelio.
¡Tú eres nuestro Dios!
Ant. 2
El Señor conoce y comprende nuestras debilidades.
LECTURA BREVE
Col 1,9b-11
Conseguid un conocimiento perfecto de la voluntad de Dios, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. De esta manera, vuestra conducta será digna del Señor, agradándole en todo; fructificaréis en toda clase de obras buenas y aumentará vuestro conocimiento de Dios. El poder de su gloria os dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con alegría.
R. Sáname, Señor, * Porque he pecado contra ti. Sáname.
V. Yo dije: Señor, ten misericordia. * Porque he pecado contra ti. Gloria al Padre. Sáname.
3- Canto del Magníficat
Ant. Hoy se cumple esta Palabra, hoy ha llegado la salvación a esta casa.
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén
Ant. Hoy se cumple esta Palabra, hoy ha llegado la salvación a esta casa.
4- Peticiones
Presentamos nuestros sueños y deseos ante el Señor, para que Él vaya haciendo de nuestra vida una historia de amor y de justicia, cada día un poco más auténtica:
• Para que, alimentados por tu pan, Señor, logremos vivir en la sabiduría y la seguridad de tu presencia en el caminar cotidiano.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que, como dice San Pablo, no vivamos aturdidos, insensatos o con miedos, sino alegres, agradecidos y gozosos.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que nuestra iglesia sea la auténtica presencia de Jesús entre nosotros.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que todos los que hacen algo por los demás, descansen en ti y de noche les instruyas en tus sendas.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que cada uno de nosotros sea una gran persona, padre o madre, hijo o hija, vecino, trabajador y ciudadano, hermano - laico colaborando siempre en el bien común.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
5- Padre Nuestro
6- Oración final: Manchados todos, todos somos responsables,
para el bien y para el mal somos hermanos.
Quiero pedir en ellos y con ellos,
de sus pecados me hago solidario.
Ya comprendo el abismo de miseria,
¡cuánto dolor, Dios mío, acumulado!
Yo les diré los signos de la gracia,
palabras aprendidas de tus labios.