Unidad 1. La ciencia y su método de trabajo

LA CIENCIA

“¿Qué crees que es la Ciencia? ¿Cómo la definirías? Si vemos el diccionario de la Real Academia Española, en su primera acepción nos dice: “Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.”

Dicho de otra forma: lo que sabemos gracias a nuestra observación y nuestro razonamiento lógico.

Pero ¿cómo ha llegado la Ciencia a tener la importancia que tiene hoy en día? Veamos un poco de historia. Al hombre siempre le ha llamado la atención todos los fenómenos naturales: tormentas, eclipses, erupciones volcánicas, etc. ¿Qué explicación le daba el hombre primitivo a cada uno de ellos? ¿Quién de ellos estaba capacitado para dar esas explicaciones? Para responder a estas preguntas aparece la figura del brujo, del hechicero, del chamán, según la cultura de cada lugar. Pero, ¿cuál era su misión dentro de su sociedad? ¿qué pretendían hacer? ¿qué pretendían conseguir?

Con su magia tribal querían entender y explicar los fenómenos naturales y poder dominarlos para un mayor bienestar material y espiritual. De esta forma solo en esa persona, en ese brujo se concentraban: el arte, la religión y la ciencia. ¿Son lo mismo? SI y NO ¿Cómo puede ser esto?

SI: Porque todos ellos buscan los mismos objetivos que hemos dicho antes: entender y explicar los fenómenos naturales y poder dominarlos para un mayor bienestar material y espiritual.

NO: Porque cada uno de ellos se aplican para situaciones diferentes y por ello tienen formas de trabajar diferentes, es decir, tienen métodos diferentes.

¿Qué ocurrió, cuando el hombre empieza a comprobar, que a pesar de hacer bien los rituales mágicos, no se consigue dominar cosas como: la lluvia, una tormenta, una buena cosecha, enfermedades, etc.? se da cuenta que algo no funciona. Sin embargo, observa que, por ejemplo, dependiendo de en que época del año siembre, los granos germinarán o no; Si siembra granos grandes obtiene espigas grandes, si siembra granos pequeños obtiene espigas pequeñas, etc. Y todo esto sin aplicar ningún ritual mágico. A partir de este momento comienzan a separarse la religión y la ciencia, ya que la Religión no puede predecir situaciones que la Ciencia si puede. Así, al aplicar la Ciencia a todas sus actividades, el hombre ha llegado a poder dominar el mundo que le rodea, pero… ¿cuál es la herramienta que utiliza la Ciencia?

EL MÉTODO CIENTÍFICO.

A menudo, cuando se piensa en una persona que se dedica a la investigación científica, la gente se imagina a un hombre solo, calvo (o con el pelo desordenado), mayor, con gafas, bata blanca y aislado dentro de un laboratorio en el que se encuentra rodeado de extraños aparatos y papeles con fórmulas y cálculos muy complicados que tan solo él y unos pocos como él pueden entender.

También se piensa que los científicos suelen ser personas con una inteligencia fuera de lo común, raros, despistados, que pasan la mayor parte de su tiempo investigando en su laborato- rio, sin que les interese lo que ocurre fuera (aunque algunos son seres malvados, que buscan do- minar a la humanidad con sus descubrimientos). Finalmente, existe también la idea de que mu- chos descubrimientos científicos se realizan por casualidad, que, de repente, al científico se le “enciende una bombilla” dentro de su cabeza y... ¡Eureka! ya tiene la solución; o bien que se le caen al suelo los reactivos que estaba manejando y al mezclarse obtiene el producto milagroso que buscaba.



La realidad no se parece en nada a la figura anterior. En primer lugar también hay mujeres (cada vez más) que se dedican a la ciencia y ni ellos ni ellas trabajan en solitario sino que, habitual- mente, forman parte de equipos de investigación. Incluso es habitual el trabajo conjunto entre distintos equipos. No tiene, pues, mucho sentido la idea de un genio solitario al que “de repente” se le “enciende una luz” y hace un gran descubrimiento. Además el científico es una persona como el resto y, por tanto: tan calvo, malo, raro, despistado, etc., como puedan ser los demás.

Por otra parte, el trabajo que realizan los científicos está interaccionando continuamente con el medio ambiente y con la sociedad. Basta pensar, por ejemplo, en las aplicaciones prácticas de la electricidad o de la energía nuclear, en la construcción de máquinas, en la obtención de medicamentos, la manipulación genética... y también en la fabricación de armas, la contamina- ción ambiental, etc. Su trabajo no se realiza al margen de la sociedad, sino todo lo contrario. De hecho, muchas investigaciones científicas se han visto y se ven impulsadas, dificultadas, estancadas o incluso... prohibidas, debido a la existencia de diversos intereses: políticos, económi- cos, militares, religiosos, etc.

También se suele pensar que la ciencia es algo muy complicado, con fórmulas incomprensibles, al alcance sólo de unas cuantas mentes privilegiadas. Es cierto que, para desarrollar una actividad científica se precisan una serie de requerimientos específicos, pero eso también ocurre cuando se desarrolla cualquier otra actividad como mecánico, piloto, arquitecto, profesor, etc.