Nos encontramos en un contexto de sobreabundancia material, en el que deseamos poseer pero no nos esforzamos por mantener. Terminamos llenando nuestras calles con lo que llamamos basura pero que desde otro punto de vista puede ser un tesoro de gran fuerza representativa. En mi proyecto reciclo estos tesoros, ensamblándolos en unos artefactos con una vida y objetivo nuevos: enriquecer el espacio público sin el deseo de conmemorar, decorar o ganar dinero; retando al paseante ocupado a parar y cuestionar.