La transformación digital, más allá de la tecnología
La transformación digital, más allá de la tecnología
La transformación digital no se trata simplemente adoptar nuevas tecnologías, va mucho más allá: es cambiar la cultura y el modelo de negocio, es gestionar el cambio y adaptarse a él; tener el talento necesario para innovar, trabajar de manera colaborativa, ágil y con valor.
La transformación no solo requiere inversión sino también capital humano y cultura organizacional. A la hora de emprender el camino de la transformación
digital, la clave es empezar por el talento y la cultura, el error es que la la ruta de inicio sea la tecnología y no saber utilizarla para alcanzar los objetivos.
En ese proceso, hay que formar líderes y personas que trabajen en equipos eficientes que respondan a los cambios, entreguen soluciones en tiempos cortos
e identifiquen qué necesita el usuario. Las empresas que tienen una cultura ágil hacen frecuente seguimiento a su propio progreso, identifican los obstáculos, evalúan su liderazgo y la manera de mejorar su desempeño. Sin la tecnología un negocio difícilmente avanzará y será competitivo en el mercado, pero sin cultura ni un equipo autónomo, esa tecnología no tiene valor.
El comportamiento de los consumidores está cambiando constantemente: los momentos de compras, sus preferencias, necesidades, sus formas de pensar y de adquirir los productos. Esos comportamientos primero cambiaban de década a década o cada lustro; después año tras año, ahora cada vez es más rápido, por lo que las empresas deben ir a esa misma velocidad o con ventaja.
El agilismo permite que una organización aprenda más rápido de sus consumidores, del entorno y de sus competidores; sepa si ellos están comportándose como esperaba, así pueden sacar conclusiones para adaptarse. “Esa es la relación íntima que tiene la transformación digital con una cultura ágil”,