La Guía de Gante. 13. ACTO V. Un final que bien puede ser un principo

Llegamos al final de nuestra historia. El Castillo de los Condes de Flandes (el Gravesteen). Es el final pero bien pudo ser el principio, porque ahora toca retroceder en el tiempo.

Lo hemos dejado hasta el final porque, a pesar de todo, no es propiamente el principio de nuestra historia. Es más bien el final de otra historia, del mundo que terminó cuando surgieron las ciudades.

Es el mundo de las Cruzadas, de los caballeros andantes, de la corte del rey Arturo, de los mitos y las leyendas, de la búsqueda del Santo Grial. Es curioso que sea precisamente Gante, que simboliza como pocas el mundo innovador y práctico de las ciudades, la que nos abra las puertas del mundo de la leyenda. El Gravensteen te va a abrir el camino de una nueva aventura.

Pero no adelantemos acontecimientos. Ahora rodea el castillo por la izquierda y contémplalo desde la otra orilla del río. Comienza el quinto acto de nuestra representación.

Continúa: Un castillo que vino de Las Cruzadas

Mapa del recorrido