02. El alma de los sitios

TADEUS ZIMM. LA HISTORIA

El alma de los sitios

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Aquél resultó ser un viaje extraordinario. Aquellas tarjetas y aquel camino le fueron enseñando que los lugares no están hechos sólo de piedras, sino también de historias. Y que esas piedras y esas historias están como fundidas. Como si cada vez que sucede algo, hubiera una huella que permaneciese allí y transformase ese lugar para siempre.

Y aprendió que cuando eres capaz de sentir el alma de un sitio, tú también quedas de alguna manera enredado en ese lugar. Porque en él dejas una parte de ti, y una parte de su alma pasa a ti para siempre.

...Tal vez sea por eso por lo que los lugares en los que se ha vivido y se ha sentido mucho ejercen esa extraña atracción sobre nosotros...

A través de las tarjetas, Tadeus Zimm fue reviviendo el camino que habían hecho aquellos desconocidos hace más de cien años. Veía esos lugares tal como son hoy, pero al mismo tiempo era capaz de sentir cómo eran hace cien años... y como fueron hace muchos siglos... Se había sumergido en un viaje mágico en el que iba a aprender a desvelar el alma de cada uno de aquellos rincones.

Fue así como descubrió que Brujas posee el secreto para dominar el tiempo. Que es capaz de detenerlo, de hacerte viajar hacia un tiempo pasado e incluso de crear uno que nunca existió...

Brujas, antigua tarjeta postal

Luego fue a Gante, y allí se dejó arrastrar por sus historias. Gante siempre le había parecido un gran escenario preparado para comenzar la representación. Pero ahora entendió que lo que realmente ocurre es que esas piedras necesitan de las historias para seguir viviendo... y aprendió a vivir la ciudad desde dentro de sus propias historias...

Gante, antigua tarjeta postal

La última etapa fue un sorprendente recorrido por los bosques de Bouillon, donde ya simplemente se sumergió en la leyenda. Allí fue consciente de que había aprendido a ver el alma de los sitios y supo que en adelante los viajes ya nunca más volverían a ser iguales...

La Tumba del Gigante, antigua tarjeta postal

Ésta fue la tarjeta que puso fin a aquel viaje. La Tumba del Gigante, en Botassart, cerca de Bouillon. Alguna vez Tadeus me contó que, allí mismo, con ese mismo paisaje a sus pies -prácticamente idéntico que 100 años antes- había sentido que aquel viaje, de alguna forma, a él también le había cambiado la vida.

Decía que ese camino le había enseñado que los grandes viajes no son los que hacen los exploradores por lugares lejanos, sino los que eres capaz de vivir intensamente.

Y aquél había sido un viaje muy intenso.

Cuando lo terminó pasó unos días como aturdido, atrapado por las tarjetas y por los recuerdos del camino que había hecho... hasta que tuvo una intuición...