Arthur Rimbaud
El río de Cassis
El río de Cassis fluye ignorado
Por raros valles:
La voz de cien cuervos le acompaña, veraz,
Y buenas voces de ángeles:
Con los grandes movimientos de los pinares
Cuando los vientos se hunden sobre ellos.
Todo fluye con misterios que inquietan
De campos de tiempos antiguos;
Torreones visitados, parques importantes:
En estas orillas se escuchan
las pasiones muertas de errantes caballeros:
¡Y qué saludable el viento!
Contempla el peatón aquellos ventanales:
Más animoso irá.
Soldados de los bosques que envía el señor,
¡Queridos deliciosos cuervos!
Haced huir de aquí al campesino astuto
Que sufre un muñón viejo.