Arthur Rimbaud

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¡Gracioso hijo de Pan! Alrededor de tu frente, coronada de florcitas y bayas, tus ojos, esas esferas preciosas, se mueven. Salpicadas de sedimentos oscuros, tus fauces se abren. Brillan tus colmillos. Tu tórax parece una cítara, el tañido circula por tus brazos rubios. Tu corazón late en ese vientre donde duerme el doble sexo. Caminas por la noche moviendo dulcemente ese muslo, ese segundo muslo y esa pierna izquierda.


Arthur Rimbaud en Iluminaciones (1886)[1874]

Trad. Mateo Bonfiglio