Arthur Rimbaud

A una razón

Un golpe de tu dedo en el tambor descarga todos los sonidos e inaugura la nueva armonía.

Un paso tuyo es la leva de los hombres nuevos y el comienzo de su andar.


Tu cabeza se mueve: ¡el nuevo amor!

Tu cabeza se vuelve: ¡el nuevo amor!


“Cambia nuestras suertes, limpia las plagas, comenzando por el tiempo”, te cantan los niños. “Eleva, no importa dónde, la sustancia de nuestros destinos y de nuestros deseos”, te imploran.


Llegada desde siempre, irás por dondequiera.



Arthur Rimbaud en Iluminaciones (1886)[1874]

Trad. Raúl Gustavo Aguirre