Silvina Ocampo

Sonetos en las líneas de una mano (II)

Si la verdad se vuelve una mentira,

si se vuelve dolor la dicha aviesa,

si se vuelve alegría la tristeza

con sus falsas promesas cuando expira,


si la virtud a la cual en vano aspira

mi vida frustra la habitual promesa,

si el corazón de odio o de amor me pesa

y al helarse cual mármol, aún suspira.


Si no pude enmendarme al recibir

la ingratitud de los que más he amado

ni pude ensombrecerme al eximir


de mi cariño a los que me han colmado,

será porque los dioses me han herido

del inocente horror de haber nacido.


Silvina Ocampo de Los nombres [1953]