Blanca Varela
Fuente

Junto al pozo llegué,

mi ojo pequeño y triste

se hizo hondo, interior.

Estuve junto a mí,

llena de mí, ascendente y profunda,

mi alma contra mí,

golpeando mi piel,

hundiéndola en el aire,

hasta el fin.

La oscura charca abierta por la luz.

Éramos una sola criatura,

perfecta, ilimitada,

sin extremos para que el amor pudiera asirse.

Sin nidos y sin tierra para el mando


Blanca Varela de Las cosas que digo son ciertas. Poesía completa [1949-2000]