Blanca Varela
Supuestos

el deseo es un lugar que se abandona

la verdad desaparece con la luz

corre-ve-y-dile


es tan aguda la voz del deseo

que es imposible oírla

es tan callada la voz de la verdad

que es imposible oírla


calor de fuego ido

seno de estuco

vientre de piedra

ojos de agua estancada

eso eres


me arrodillo y en tu nombre

cuento los dedos de mi mano derecha

que te escribe


me aferro a ti

me desgarra tu garfio carnicero

de arriba abajo me abre como a una res

y estos dedos recién contados

te atraviesan en el aire y te tocan


y suenas suenas suenas

gran badajo

en el sagrado vacío de mi cráneo