Blanca Varela

Dama de blanco

el poema es mi cuerpo

esto la poesía

la carne fatigada

el sueño el sol

atravesando desiertos

los extremos del alma se tocan

y te recuerdo Dickinson

precioso suave fantasma

errando tiempo y distancia

en la boca del otro habitas

caes al aire eres el aire

que golpea con invisible sal

mi frente

los extremos del alma se tocan

se cierran se oye girar la tierra

ese ruido sin luz

arena ciega golpeándonos

así será ojos que fueron boca

que decía manos que se abren

y se cierran vacías

distante en tu ventana

ves al viento pasar

te ves pasar el rostro en llamas

póstuma estrella de verano

y caes hecha pájaro

hecha nieve en la fuente

en la tierra en el olvido

y vuelves con falso nombre de mujer

con tu ropa de invierno

con tu blanca ropa de

invierno

enlutado