Blanca Varela - LLEVAR la decrepitud como una flor...

LLEVAR la decrepitud como una flor. O como una corona.

Es envidiable el otoño, la segura y hermosa dignidad con

que se acuestan las hojas de los árboles sobre la tierra.

Es envidiable el invierno de esas latitudes donde la nieve y

el silencio se parecen a la sabiduría que nos seduce por

su ausencia de sombra.