Blanca Varela

Destiempo

I


Se fue el día,

las escamas del sueño giran.

Todo desciende,

la noche es el tedio.

En el desierto, a oscuras,

temerosa del amor

la ostra llora a solas.

Caen las lívidas hojas de tu frente,

Te alejas, negra burbuja sin destino.

Se abren súbitamente mil calles,

arrecifes en llamas retienen tu cuerpo

helado como una lágrima,

nada te hiere,

el coral clava su garra en tu sombra,

tu sangre se desliza,

inunda praderas,

salta de las ventanas

como un rojo sonido

y todo esto no es sino el otoño.



II


El rayo ha perfumado

ferozmente nuestra casa.

Tenemos sed, tenemos prisa

por golpear con el hueso

de una flor en la tiniebla.

Hay un árbol talado en esta historia.

Contemplamos el cielo.

No hay señales.

Es de día

Es de noche

Murió la araña que media el tiempo,

Sólo hay un viejo muro

y una nueva familia

De sombras.

Toda la palidez inexplicable

es el recuerdo.

Travesía de muralla a muralla,

El abismo es el párpado,

Allí naufraga el mundo

Arrasado por una lágrima.

Despierto.

Primera isla de la conciencia:

un árbol.

El temor inventa el vuelo.

El desierto familiar me acoge.