🗓️ 30 de octubre de 2025
📍Por: Juan Felipe Hernández
Coordinador IDEC Oriente
Una experiencia para proyectar futuros y abrir horizontes.
Con el propósito de acompañar a los estudiantes en un momento decisivo de sus vidas, el IDEC Oriente desarrolló la actividad “Recorriendo caminos hacia la educación superior”, un espacio diseñado para fortalecer los procesos de orientación vocacional de los jóvenes que están próximos a culminar su formación escolar.
La experiencia se llevó a cabo en dos jornadas: la primera el 20 de octubre con los estudiantes de la Institución Educativa Nuestra Señora de Belén, y la segunda el 28 de octubre junto a la Institución Educativa Gabriel García Márquez. Ambas sesiones tuvieron lugar en las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), institución que abrió sus puertas para recibir a los grupos y acompañarlos en un recorrido significativo por sus ambientes de aprendizaje.
El objetivo central del encuentro fue ofrecer herramientas que permitieran a los jóvenes de grado undécimo identificar sus intereses, capacidades y aspiraciones, reconociendo la educación superior como un camino posible y cercano. Orientar estos procesos es fundamental para que cada estudiante pueda construir un proyecto de vida consciente, autónomo y alineado con sus metas personales, ampliando sus oportunidades en el tránsito hacia la vida adulta.La jornada contó con la participación activa de los estudiantes de ambas instituciones, quienes estuvieron acompañados por sus equipos de apoyo escolar: en la I.E Nuestra Señora de Belén participaron la trabajadora social y el coordinador de pastoral, mientras que en la I.E Gabriel García Márquez acompañaron la trabajadora social y una docente delegada. Su presencia fue clave para el acompañamiento logístico, la motivación y el seguimiento pedagógico durante la experiencia.
En articulación con el área de Mercadeo de las UTS, los estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca la oferta académica de programas tecnológicos y profesionales, así como la política de gratuidad del Gobierno Nacional y los requisitos de admisión para la cohorte 2026-1. Esta información se convirtió en una guía valiosa para despejar dudas, proyectar alternativas y visualizar rutas reales de acceso a la educación superior.
Uno de los momentos más inspiradores fue el recorrido guiado por los laboratorios de la institución. Allí, los estudiantes observaron prácticas reales, dialogaron con profesionales y descubrieron cómo la educación y la investigación pueden convertirse en herramientas poderosas para transformar realidades, fortalecer la autonomía y abrir nuevas oportunidades de crecimiento personal y social.
La experiencia dejó en los estudiantes motivación, ideas nuevas y la convicción de que sus sueños son posibles cuando se construyen con información, acompañamiento y confianza en su propio potencial.
Autor:
Juan Felipe Hernández – Coordinador IDEC Oriente
Un camino de autonomía, liderazgo y transformación comunitaria
Con el propósito de fortalecer la autonomía económica y el liderazgo de las mujeres, el IDEC Oriente llevó a cabo el curso “Mujeres emprendedoras, mujeres empoderadas”, un espacio formativo que se desarrolló en dos sesiones quincenales con el apoyo académico y metodológico de las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS).
La formación se realizó directamente en los entornos comunitarios de las participantes: las instalaciones de las Instituciones Educativas Nuestra Señora de Belén, Gabriel García Márquez y Mario Morales Delgado, ubicadas en el municipio de Girón, Santander. Esta decisión permitió garantizar la participación de las mujeres en un espacio cercano, accesible y coherente con su vida cotidiana, fortaleciendo la apropiación del proceso.
El objetivo del curso fue promover el empoderamiento económico femenino a partir del fortalecimiento de capacidades emprendedoras. La iniciativa buscó ofrecer herramientas concretas para la creación, consolidación o mejora de proyectos productivos, entendiendo que la autonomía financiera es un pilar fundamental para cerrar brechas de género, ampliar oportunidades y prevenir violencias en los entornos familiares y comunitarios. La educación económica no solo transforma realidades individuales, sino que también fortalece la economía popular, motor vital en territorios como Girón.
La experiencia contó con la participación activa de mujeres vinculadas a los Círculos de Mujeres de las tres instituciones educativas, quienes sumaron saberes, trayectorias y esperanzas alrededor de nuevas posibilidades de desarrollo personal y colectivo. El proceso fue orientado por una docente de las UTS, quien mediante clases guiadas ofreció a las participantes herramientas prácticas para enriquecer sus iniciativas productivas.
Los contenidos abordaron aspectos esenciales del emprendimiento:
Gestión contable básica para administrar ingresos y egresos con mayor claridad.
Construcción de identidad de marca, entendida como la posibilidad de narrar quiénes son y qué valor ofrecen a través de sus productos.
Uso estratégico de redes sociales como canales alternativos de comercialización para ampliar el alcance y la visibilidad de sus emprendimientos.
A lo largo del proceso, no solo se fortalecieron conocimientos técnicos, sino también valores profundos como la confianza, el liderazgo, la sororidad y la determinación. Las participantes experimentaron cómo la formación y el intercambio de saberes pueden convertirse en motores de cambio en sus vidas y en sus comunidades.
El curso dejó como resultado un grupo de mujeres más conscientes de su potencial, más seguras de sus capacidades y más preparadas para proyectar sus emprendimientos como herramientas de autonomía y transformación social.
Autor:
Juan Felipe Hernández – Coordinador IDEC Oriente
Un encuentro intergeneracional que teje comunidad y esperanza
El pasado 28 de octubre de 2025, en la Ciudadela Nuevo Girón, se llevó a cabo la actividad “Abrazando a nuestros adultos mayores”, una jornada pensada para fortalecer los lazos intergeneracionales entre estudiantes, jóvenes de la Red de Juventudes y las personas mayores del territorio. Esta iniciativa se desarrolló desde una apuesta profundamente humana: promover el encuentro y el diálogo como caminos para reconocer la dignidad, el saber y la historia que cada generación aporta a la construcción de comunidad.
El espacio contó con la participación de estudiantes de grado undécimo y de la Red de Juventudes de la Institución Educativa Mario Morales Delgado, ubicada en el municipio de Girón, Santander. De igual manera, se sumó la valiosa presencia de una lideresa comunitaria, quien abrió las puertas de su barrio y facilitó el encuentro con el grupo de adultos mayores residentes en la Ciudadela. Su acompañamiento permitió que la actividad se desarrollara en un ambiente de confianza, cercanía y profundo respeto.
La jornada se construyó desde el diálogo cercano, la escucha activa y la memoria compartida. Las y los estudiantes, junto a las personas mayores, participaron en dinámicas que propiciaron la conversación sobre historias de vida, tradiciones, desafíos cotidianos y esperanzas para el futuro. Este intercambio permitió comprender que el aprendizaje es un acto colectivo que no se limita a la escuela: florece en la vida misma, especialmente cuando se encuentran generaciones distintas para escucharse y aprender mutuamente.
La experiencia evidenció que la relación entre jóvenes y adultos mayores es un puente poderoso para fortalecer el tejido social. En la palabra de quienes han recorrido largos caminos y en la energía de quienes comienzan a trazar los suyos, se entretejen visiones complementarias que enriquecen la mirada sobre el territorio, la comunidad y las posibilidades de transformación.
En coherencia con el enfoque de educación popular que orienta a Fe y Alegría, este encuentro reafirma que la formación integral no se limita al desarrollo académico. Se trata también de cultivar la empatía, la sensibilidad social, el reconocimiento mutuo y la capacidad de construir comunidad desde la solidaridad. Abrazar a nuestros adultos mayores es también abrazar la memoria, la historia y la dignidad que sustentan nuestro presente.
Cada gesto, cada conversación y cada sonrisa compartida en esta jornada dejó claro que cuando distintas generaciones se reúnen para dialogar, la comunidad se fortalece y se siembran semillas de un futuro más humano, justo y esperanzador.
Autores:
Carol Sarmiento – Trabajadora Social
Juan Felipe Hernández – Coordinador IDEC Oriente
La juventud que siembra vida también siembra futuro.
El pasado 15 de agosto de 2025, en las instalaciones de la Institución Educativa Nuestra Señora de Belén, se llevó a cabo una jornada profundamente significativa en el marco de las acciones promovidas por las Juventudes Indignadas. Bajo el nombre “Semillas de indignación, flores de esperanza”, este encuentro convocó a las y los jóvenes a transformar su voz crítica en acciones concretas de cuidado ambiental y compromiso comunitario.
La jornada tuvo como propósito fortalecer la conciencia ecológica y la responsabilidad compartida frente al cuidado de la casa común. Lejos de ser una simple actividad de embellecimiento del entorno escolar, la siembra de árboles se convirtió en un acto pedagógico, simbólico y político: un recordatorio de que la indignación frente a las injusticias sociales y ambientales puede convertirse en un motor de transformación cuando se canaliza colectivamente. A través del trabajo colaborativo, las y los participantes reflexionaron sobre la urgencia de proteger los recursos naturales y reconocer que cada árbol sembrado es una apuesta por la vida, la salud del territorio y la construcción de un futuro sostenible.
La actividad contó con la participación activa de la Red de Juventudes de la Institución Educativa Nuestra Señora de Belén, así como de otros actores de la comunidad educativa, quienes se unieron para fortalecer este gesto de responsabilidad ambiental y compromiso ciudadano.
En conmemoración del Día de la Juventud Indignada, se sembraron guayacanes rosados y amarillos, especies emblemáticas por su belleza y resistencia. Estos árboles, plantados con las manos y el corazón de la juventud, representaron la certeza de que de la protesta también florecen caminos de esperanza. Cada guayacán se convirtió en un símbolo vivo de la fuerza colectiva que no se resigna ante las injusticias, sino que actúa para sanar el territorio, mitigar los efectos del cambio climático y construir espacios más verdes, saludables y dignos para todos.
Esta experiencia reafirmó que cuando la juventud se organiza, reflexiona y actúa, se abren posibilidades reales de transformación social. Hoy las raíces de estos árboles comenzarán su camino bajo la tierra, recordándonos que la esperanza crece cuando se siembra en comunidad y que el compromiso ambiental es un gesto cotidiano de justicia y amor por la vida.
Autores:
Diana Espinosa – Trabajadora Social
Juan Felipe Hernández – Coordinador IDEC Oriente
Voces que se alzan para transformar la escuela
El 29 de agosto de 2025, la Institución Educativa Nuestra Señora de Belén se convirtió en un escenario de escucha, expresión y sensibilidad colectiva gracias al “Tendedero de la IndigAcción”, una iniciativa impulsada por las Juventudes Indignadas. La jornada nació con la intención de abrir un espacio donde las emociones, las inquietudes y las experiencias del día a día escolar pudieran ser compartidas sin temor, reconociendo que el bienestar socioemocional es un pilar fundamental para la convivencia y el aprendizaje.
La actividad propuso un ejercicio simple pero profundamente significativo: invitar a los y las estudiantes a colgar en un tendedero sus pensamientos, denuncias, preocupaciones y propuestas. De esta manera, los hilos de cuerda se transformaron en una metáfora viva de la conexión comunitaria, donde cada mensaje acompañaba a otro para tejer una lectura más honesta de lo que ocurre en la vida escolar. Las expresiones plasmadas reflejaron realidades diversas: desde situaciones que afectan la tranquilidad emocional, hasta gestos de solidaridad y llamados a una convivencia más empática y respetuosa.
El acontecimiento no solo permitió visibilizar las inconformidades juveniles, sino también promover una reflexión colectiva sobre la justicia socioemocional y socioambiental. La primera, como el derecho de las y los jóvenes a desarrollarse en entornos seguros y respetuosos; la segunda, como el compromiso de proteger y cuidar el entorno que compartimos. Ambas dimensiones se presentaron como rutas inseparables para construir una escuela más consciente, sostenible y humana.
A lo largo de la jornada, la comunidad educativa reconoció que la indignación juvenil es también una fuerza creativa, capaz de transformar malestares en propuestas y silencios en diálogos necesarios. El Tendedero de la IndigAcción se consolidó así como una invitación a escucharnos más, a comprendernos mejor y a reafirmar que la transformación social comienza cuando las voces jóvenes encuentran un espacio digno para expresarse.
Autores:
Diana Espinosa – Trabajadora Social
Juan Felipe Hernández – Coordinador IDEC
Tejiendo, resistencia, memoria y dignidad
El 25 de noviembre de 2025, en la Institución Educativa Los Colorados de Bucaramanga, se llevó a cabo una jornada conmemorativa en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Este espacio tuvo como propósito fortalecer la conciencia crítica y la acción colectiva del Círculo de Mujeres, promoviendo escenarios de expresión, formación y autocuidado que permitieran denunciar las violencias estructurales, reafirmar la autonomía de las mujeres como sujetas políticas y consolidar sus capacidades de resistencia y organización comunitaria.
La jornada contó con la participación activa del Círculo de Mujeres de la institución, acompañadas por la Red de Juventudes, que se sumó a la construcción del mural conmemorativo. Esta intervención artística se convirtió en el primer momento del encuentro: un mural participativo que buscó visibilizar la fuerza, la dignidad y la presencia de las mujeres en los procesos comunitarios. A través de colores, trazos y mensajes cargados de memoria y esperanza, las participantes dejaron plasmadas sus voces y su compromiso con la transformación social.
Posteriormente, se desarrolló un taller formativo orientado a la identificación, prevención y comprensión de las violencias presentes en los entornos familiares, escolares y comunitarios. Este espacio permitió que las mujeres reconocieran las diferentes manifestaciones de la violencia, exploraran rutas de atención y fortalecieran las herramientas necesarias para su protección y acompañamiento entre pares. La conversación abierta y el intercambio de experiencias reafirmaron la importancia de nombrar lo que duele para poder transformarlo.
El encuentro cerró con un momento dedicado al bienestar y al autocuidado, a través de una sesión de bailoterapia que invitó a reconectar con el cuerpo, liberar tensiones y fortalecer la cohesión del grupo. Este ejercicio recordó que el autocuidado no es un acto individualista, sino una práctica colectiva y política que sostiene los procesos de resistencia y lucha.
La conmemoración del 25N en la I. E. Los Colorados reafirmó que esta fecha es más que un recordatorio: es un llamado a la memoria, a la acción organizada y a la construcción de entornos donde todas las mujeres puedan vivir libres, seguras y dignas. Fue una jornada que sembró conciencia, fortaleció vínculos y dejó una huella profunda en las participantes, recordando que la transformación inicia cuando se camina juntas.
Autores:
Tatiana Pineda – Trabajadora Social
Juan Felipe Hernández – Coordinador IDEC