Día 26

Lectura Adicional Día 26

Extracto del libro "Consagración a San José" del padre Dolnald Calloway

UNA ESCALERA MILAGROSA EN NUEVO MÉXICO

Él [San José] tomó las pequeñas manos de Jesús y elevándolas al cielo dijo: “Estrellas del cielo, he aquí las manos que te crearon; oh sol, mira el brazo que te sacó de la nada.” — Beato Guillermo José Chaminade

San José es el guardián de las vírgenes. Como un buen padre, está pendiente de sus necesidades. Un ejemplo de su protección paternal está evidenciado en lo que hizo por un grupo de hermanas religiosas en Nuevo México en 1878.

En 1873, las Hermanas de Loreto operaban una academia de niñas en Santa Fe, Nuevo México. La academia tenía mucho éxito, por lo que las hermanas querían construir una nueva capilla. Contrataron a un conocido arquitecto para llevar a cabo la obra que tomó cinco años en terminarse. Sin embargo, una vez que la capilla quedó concluida, las hermanas se dieron cuenta de que la capilla no tenía una forma de subir a la galería superior del coro sin utilizar una escalera muy larga, la cual estaba a 20 pies arriba del piso principal. También se percataron de que no había quedado un espacio en el área de la capilla principal para construir una escalera debido a los muchos bancos, y las hermanas no podían volver a contratar al hombre que había construido la capilla porque había muerto poco después de haberla terminado. ¿Qué debían hacer?

Bueno, las hermanas le rezaron a San José pidiéndole su ayuda. Comenzaron una novena a San José pidiéndole enviar un carpintero que les ayudara. Increíblemente, el último día de la novena, un misterioso hombre llegó al convento afirmando que estaba interesado en construir una escalera en la galería del coro para las hermanas. El hombre pedía sólo una cosa: Quería trabajar solo y a puerta cerrada. Las hermanas aceptaron de inmediato su oferta y lo contrataron.

Le llevó al hombre tres meses construir la escalera, y una vez que el proyecto fue terminado, ya no pudieron encontrar al hombre; simplemente desapareció del pueblo. Nadie lo había visto irse y nadie sabía quién era. Las hermanas lo buscaron por todas partes, pero no pudieron encontrarlo. Incluso pusieron un anuncio en el periódico local tratando de localizarlo, pero no funcionó.

Sin éxito, las hermanas fueron al aserradero a preguntar quién había obtenido la madera para la escalera, así como a pagar la misma, pero, al preguntar, ni una sola persona del lugar sabía de lo que les preguntaban. Se les informó a las hermanas que el aserradero nunca había vendido ninguna madera a un hombre para la construcción de una escalera para la capilla.

Perplejas, las hermanas recordaron qué extraño había sido que el hombre sólo tenía una escuadra, una sierra, un martillo y otras pocas herramientas básicas. Y pensándolo bien, tampoco ninguna de las hermanas había visto llegar la madera a la capilla. Intrigadas, las hermanas y otras personas del pueblo inspeccionaron la escalera percatándose de que el misterioso hombre había construido algo realmente único. Era una escalera en espiral que no interfería en lo absoluto con las bancas del primer piso. Tenía 30 escalones, ningún centro de apoyo o columna de soporte y parecía flotar sobre el aire. ¡Tampoco tenía un solo clavo! Se halló que estaba ensamblada con clavijas cuadradas de madera. La escalera es una maravilla arquitectónica. ¡La obra de arte de un carpintero!

¿De dónde, pues, salió la madera? Bueno, en 1996, se realizó un estudio dirigido por Forrest N. Easley, silvicultor y tecnólogo en madera del Servicio Forestal de los Estados Unidos, y el Laboratorio de Investigación Naval de ese mismo país, y su extenso estudio encontró que la madera de la escalera era de abeto, pero de un abeto único en el mundo. Se realizaron estudios adicionales, y se determinó que el abeto que más se parece al tipo del de la escalera en espiral sólo se encuentra en Israel.

¿Quién fue el hombre misterioso que construyó la escalera? Las hermanas de Loreto creen que fue San José. Después de rezar y pedirle a su padre espiritual que enviara a alguien a construir una escalera para ellas, San José se apareció en persona para construirla para las vírgenes consagradas. Al día de hoy la escalera permanece intacta.


Extracto del libro:Consagración a San JoséPadre Donald Calloway
https://es.wikipedia.org/wiki/Escalera_de_Santa_Fe