Septiembre 2024
Para atender la preocupación sobre nuestro título, comenzamos con una descripción mínima sobre la teoría del Big Bang o Gran Explosión, se le reconoce como el modelo cósmico que explica la evolución del universo, cuya acepción partió de los principios de Einstein y Aleksandr Fridman, quienes aseveraron que el universo se expandía. Con el paso del tiempo, estas ideas fueron retomadas por Georges Lemaître, Edwin Hubble y George Gamow, explicando que el universo tenia constantes cambios; finalmente, Fred Hoyle refirió al Big Bang, es decir, que el universo comenzó con una gran explosión, marcando el comienzo, pero no el momento exacto (Cortázar, 2024).
Bajo estas primicias, cuál sería Big Bang archivístico, en realidad sabemos el momento exacto en que comenzó la teoría archivística y qué podemos hacer con
ella. Para su desarrollo podemos observar dos momentos cruciales:
Primer momento, esta etapa marcó una nueva forma de analizar la archivística, porque dejó su estatus de técnica para convertirse en una ciencia; así comenzó la sistematización en los procesos archivísticos con los aportes de los holandeses Samuel Muller, Johan Feith y Robert Fruin, cuando escribieron el Manual de Clasificación y Descripción de Archivos en 1898, postularon el principio de procedencia y orden natural de los documentos. El aporte de los holandeses se reforzó con el texto Manual de administración de archivos del archivero y teórico británico, Hilary Jenkinson publicado en 1922 y reeditado en 1937, se le consideró el segundo tratado más importante para la descripción archivística, porque hizo una representación del proceso de organización documental como evidencia testimonial, esbozó el significado de valoración documental e introdujo el concepto de fondo documental.
Dicho avance, se consolidó con la obra del estadounidense, Theodore Rooselt Schellenberg titulada Modern Archives. Principles & Techniques, quien desarrolló nuevos principios y prácticas en la gestión documental y desglosó los valores documentales en primarios y secundarios, esto le valió para que se le nombrará el padre de la teoría de la valoración.
El segundo momento, comenzó en la última década del siglo XX y llega a la actualidad. De acuerdo a Cook (2001), Thomassen (2001) y Booms (2004) se refieren a la evolución teórica y científica de la archivística; así como su vínculo con las ciencias de la información y el uso de las TIC. Se desarrolló la idea de los diferentes soportes documentales como electrónico y digital.
Al mismo tiempo, sobresalieron políticas, leyes, normas y reglamentos archivísticos; se fundamentaron las tres edades del documento, se revaloró el aporte Schellenberg y se incluyó la característica de un orden social y patrimonio documental.
Si bien, al momento no visualizamos el instante exacto del Big Bang archivístico, pero observamos que, lo largo de su existencia ha sufrido cambios en su propio proceso, por tanto, podemos estimar que se trata de una poliparadigmática archivística, porque en su interpretación incluye la participación de otras ciencias, como: Paleografía, Diplomática, Historia, Derecho, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, entre otras.
Entonces, debemos observar a la archivística en sus distintas etapas y procesos, lo que nos llevará analizar los procedimientos para organizar los documentos en cualquier soporte, descifrar su propio lenguaje, distinguir los principios teóricos y prácticos para clasificar, administrar, conservar, restaurar, ordena, valorar, depurar, describir, difundir y divulgar la memoria cultural.
En la actualidad, vale la pena preguntarnos ¿Con el uso de la Inteligencia Artificial, la archivística estará viviendo su tercer momento?
Ilustración: "Big Bang" de SalvadorLP
Fuentes
• Cortázar, J. (12 de Agosto de 2024). UNAM. Obtenido de Instituto de Investigaciones Jurídicas: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3074/4.pdf
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