presentación para el aula

Iniciamos un recorrido por los relatos de aventuras. Seguro que conocéis ya muchos de los títulos con que nos vamos a tropezar en este itinerario. Mirad con atención estas imágenes.

1. (Pequeño grupo. Oral)

Probablemente muchos de estos títulos os sonarán. ¿Habéis leído alguno de ellos? Puede ser el libro original, o una adaptación, o la versión en cómic, etc. ¿Habéis visto quizá la película? ¿Conocéis algún vídeojuego basado en él? Cada persona del grupo ha de elegir uno de los títulos que conozca bien y contar al resto el planteamiento argumental del relato (es decir, lo que sucede al comienzo): ¡no chaféis el final!


2. (Pequeño grupo. Oral)

Es muy posible también que hayáis leído otros relatos de aventuras no recogidos en esta página. De nuevo, cada uno de vosotros contará al resto de su equipo "de qué va" algún libro o película de aventuras que conozca bien y que no haya salido hasta ahora.


3. (Gran grupo. Escrita)

En tercer lugar, y ya en gran grupo, dibujaremos en la pizarra dos círculos. En uno de ellos incluiremos todos los relatos de aventuras que conocemos y que se ajustan al esquema de "búsqueda del tesoro". En el otro círculo pondremos los que, aun siendo de aventuras, no tienen nada que ver con ningún tesoro.


  • Por curiosidad... ¿cuáles son los tesoros buscados? Anotadlos entre paréntesis al lado de cada título (Puede tratarse de un cofre con lingotes de oro, o del testamento de un antepasado, o de un hijo desaparecido, o de un amuleto de la suerte, etc.).


4. (Gran grupo. Oral)

Por último, y siempre en gran grupo, realizaremos un pequeño coloquio en torno a cuáles son los tipos de novelas que más nos atraen: de aventuras, de miedo, de amor, de ciencia-ficción... ¿Por qué creéis que los relatos de aventuras tienen tanto "tirón" y no solo en nuestros días, sino a lo largo de la historia?



La literatura de aventuras

Jordi Balló y Xavier Pérez han escrito un libro muy sugestivo - La semilla inmortal. Los argumentos universales en el cine-, en el que vienen a decir que casi todas las películas son deudoras en sus planteamientos argumentales de algunas historias que se escribieron hace 200, 500 o 2000 años. Para el género de la aventura, establecen tres “relatos-madre”:

a) Jasón y los Argonautas, para todos aquellos relatos en los que el protagonista recibe el encargo de recuperar un tesoro, con independencia de la naturaleza de éste.

b) La Odisea, para todos aquellos en los que el anhelo de un protagonista vapuleado por el destino es regresar a su tierra junto a los suyos.

c) La Eneida, para aquellos cuyos protagonistas, lejos de querer regresar a parte alguna, buscan establecerse en algún lugar nuevo y fundar así tal vez un nuevo linaje.

Casi todas las narraciones de aventuras – sostienen Balló y Pérez- pueden reducirse a uno de estos tres esquemas argumentales, a una de estas tres historias. En este sentido historia se opone a discurso ya que, en un relato cualquiera, la historia viene a ser aquello que se cuenta, mientras que con el término discurso nos referimos a la forma en que dicha historia es contada.

Veremos esto un poco más despacio, centrándonos en la historia de los relatos de aventuras que tienen que ver con la búsqueda de un tesoro. El esquema argumental de muchas de ellas es muy parecido. Fijaos bien en él porque os habrá de servir de guía para vuestro propio relato de aventuras. ¡Estáis a punto de convertiros en escritores!

Sabemos que cualquier relato significa movimiento: el héroe clásico de las narraciones de aventuras se desplaza en el tiempo y en el espacio para cumplir una misión sublime a la que dedicará un derroche ilimitado de energía, con riesgo de perder la vida, si es necesario. Con frecuencia el objetivo de su viaje es un tesoro, un amuleto mágico, un arma secreta. Pero las fases de esta búsqueda son indefectiblemente las mismas: un encargo previo, un trayecto largo y arriesgado, un duelo inevitable en el lugar de llegada, una ayuda inesperada y amorosa, una huida accidentada y un retorno victorioso que no excluye la posibilidad de una nueva aventura. Un itinerario que nos resulta familiar porque aparece en la épica de todos los tiempos, las epopeyas heroicas, la literatura exótica o los films de aventuras. Su origen se halla en una primera gesta mítica, la de Jasón y los argonautas, la más diáfana fuente argumental de todos los viajes que parten a la búsqueda de un tesoro.