Narrador en tercera persona.
Es el más habitual en las novelas. Se trata de un narrador, en la mayor parte de los casos, "omnisciente", es decir, "que todo lo sabe". Conoce lo que hacen, lo que dicen, lo que piensan y lo que sienten todos y cada uno de los personajes.
Narrador en primera persona:
Así lo hemos visto en La isla del tesoro:
El señor Trelawney, hidalgo de mi pueblo, el doctor Livesey y varios otros amigos míos, me han pedido que describiese detalladamente todo lo que nos ocurrió en la Isla del Tesoro, desde el principio al fin, omitiendo solamente la situación geográfica de la isla, por cuanto aún hemos dejado en ella parte del botín rescatado. Empiezo, pues, mi relato en el año 17.... y me remonto a la época, ya lejana, en que mi padre era el propietario de la hostería del "Almirante Benbow", en la que se hospedó un viejo lobo de mar, cuyo rostro curtido por la intemperie se hallaba surcado por la siniestra cicatriz que en él dejara un terrible sablazo. (Trad. de A. Fuentes)
En Moby Dick, quien cuenta lo ocurrido lo es el capitán Achab, sino el único marinero que sobrevivió al fatal desenlace.
Fijaos cómo se abre la noverla: "Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-,teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo."
Y así se cierra: "Flotando sobre ese ataúd, estuve un día entero con su noche, sobre un suave y lúgubre golfo. Los tiburones, inofensivos, se deslizaban a mi lado, como si tuvieran candados en la boca; los salvajes halcones marinos nadaban con picos envainados. Al segundo día, un barco apareció, se fue acercando más, hasta que me recogió. Era el Rachel, que continuaba vagando, siempre a la búsqueda de los hijos perdidos, y encontraba ahora tan solo un huérfano." (Traducción de Juan Gómez Casas)
Y lo mismo ocurre en las aventuras de Sherlock Holmes, narradas siempre por su amigo y ayudante, el doctor Watson. (Así comienza el relato "Estrella de plata". La traducción es de María Engracia Pujals)
- Me temo, Watson, que voy a tener que marcharme- dijo Holmes una mañana cuando nos sentábamos a desayunar.
- ¿Marcharse? ¿Dónde?
- A King´s Pyland, en Dartmoor
No me sorprendió. Ciertamente, lo único que me extrañaba era que aún no se hubiera visto mezclado en aquel caso extraordinario, único tema de conversación a lo largo y lo ancho de Inglaterra. Durante un día entero mi amigo había deambulado por la habitación con la cabeza gacha y el ceño fruncido, cargando y recargando la pipa con el tabaco negro más fuerte, completamente sordo a cualquiera de mis preguntas o comentarios.