Dominio y conocimiento de la materia
El (la) estudiante maestro(a) demuestra un conocimiento amplio y profundo de la(s) materia(s) que enseña, establece conexiones con otras materias y organiza experiencias de aprendizaje que hacen significativas las materias enseñadas.
Proyecto especial sobre lectoescritura
Uno de los pilares fundamentales en la formación de un docente es el dominio de la materia que enseña. Esta competencia va más allá de conocer los contenidos académicos: implica la capacidad de organizar esos conocimientos, conectarlos con otras áreas, adaptarlos a las necesidades de los estudiantes y convertirlos en experiencias significativas. El proyecto especial que desarrollé durante mi práctica docente en un salón de quinto grado representa fielmente esta competencia, ya que me permitió aplicar y demostrar mi conocimiento profundo en el área de la lectoescritura mediante una intervención educativa estructurada, reflexiva y contextualizada.
Describe y contextualiza
La evidencia que presento corresponde a un proyecto especial desarrollado como parte de los requisitos de mi práctica docente en el nivel elemental. Fue llevado a cabo con un grupo de estudiantes de educación especial de quinto grado, quienes presentaban necesidades diversas en el área de lectura y escritura. Más allá de ser una tarea académica, este proyecto surgió de mi genuina pasión por la lectoescritura y por el deseo de apoyar a estudiantes que, como yo en mi infancia, han enfrentado desafíos en esta área. Esta conexión personal me impulsó a comprometerme a fondo en el diseño de una intervención significativa que pudiera impactar positivamente su aprendizaje y autoestima.
Durante mis observaciones iniciales, identifiqué que algunos estudiantes del grupo apenas reconocían letras o sonidos, mientras que otros ya leían con fluidez. Esta marcada disparidad requería una planificación cuidadosa y una diferenciación efectiva de la enseñanza. En respuesta, organicé a los estudiantes en dos grupos: el grupo azul, con habilidades lectoras más desarrolladas, y el grupo amarillo, que necesitaba apoyo intensivo en conciencia fonológica y decodificación. A través de actividades semanales estructuradas, enfoques didácticos variados y objetivos diferenciados, diseñé una experiencia educativa adaptada a las capacidades de cada estudiante, priorizando su progreso individual y su bienestar emocional.
Mi intervención se fundamentó en la aplicación de métodos didácticos validados: el método fonético y el método global. Este enfoque no fue arbitrario. Para sustentar las estrategias utilizadas, realicé una investigación educativa que culminó en el desarrollo de un marco conceptual. Estudié fuentes actualizadas y confiables sobre conciencia fonológica, fluidez lectora, comprensión textual y expresión escrita, incluyendo referencias académicas de instituciones como Colorín Colorado, el Instituto Peabody y Reading Rockets. Este estudio teórico fue esencial para diseñar actividades alineadas con las necesidades reales de mis estudiantes, como el uso de ejercicios de segmentación fonémica, lectura en coro, escritura guiada y organizadores gráficos.
Profundiza
Esta evidencia se relaciona directamente con la Competencia #1 porque refleja cómo mi conocimiento sobre la lectoescritura fue aplicado de forma práctica, organizada y significativa. No solo conocía los temas en teoría, sino que su estudio profundo me permitió diseñar estrategias pedagógicas adaptadas al nivel de cada estudiante. El marco teórico no fue un simple requisito, sino una herramienta poderosa que me ayudó a transformar necesidades concretas en oportunidades de aprendizaje. Por ejemplo, entender la importancia de la conciencia fonológica me llevó a implementar juegos y actividades multisensoriales con el grupo amarillo, mientras que mi conocimiento sobre la prosodia me permitió modelar la lectura expresiva con el grupo azul para mejorar su fluidez y comprensión.
Elegí este trabajo como evidencia porque integra investigación, planificación, ejecución y reflexión. Me enfrenté al reto de trabajar con un grupo altamente diverso, y gracias a mi preparación académica, pude responder de manera estructurada, ajustando mis prácticas según las necesidades observadas. Además, aprendí a evaluar de forma más intencional los procesos de aprendizaje, observando no solo los resultados finales, sino también los cambios en la actitud, la motivación y la participación de los estudiantes.
Entre los aprendizajes más significativos que obtuve está la capacidad de diseñar experiencias diferenciadas sin perder de vista los objetivos generales. También aprendí a valorar el impacto de la teoría en la práctica real, y cómo cada decisión que tomamos como docentes puede tener implicaciones profundas en el desarrollo académico y emocional del estudiantado. Este proyecto me enseñó a confiar en mis conocimientos y a seguir investigando para mejorar continuamente.
Replantea y transforma
Pasar por esta experiencia no solo fortaleció mis destrezas pedagógicas, sino que también transformó mi forma de ver la enseñanza de la lectoescritura. Enfrentarme al reto de atender una diversidad tan marcada en el desarrollo lector dentro de un grupo de educación especial me obligó a repensar constantemente mi rol como docente. Aprendí que planificar no es simplemente trazar un itinerario de actividades, sino crear rutas de aprendizaje flexibles que partan de las fortalezas, necesidades y emociones de los estudiantes. Cada sesión de trabajo fue una oportunidad para observar, ajustar y aprender junto a ellos. Me hizo entender que enseñar desde el conocimiento también requiere enseñar desde la sensibilidad y la empatía.
Haber diseñado este proyecto con base en evidencia teórica me dio una perspectiva nueva sobre el valor de la investigación educativa. Ya no veo la teoría como algo separado de la práctica, sino como una fuente de guía, inspiración y respaldo. Releer autores, comprender conceptos como conciencia fonológica o prosodia desde su definición científica, y luego ver cómo se manifiestan en el día a día de mis estudiantes, fue profundamente revelador. Esto me enseñó que una maestra con buen dominio de la materia no es quien simplemente repite lo que sabe, sino quien transforma ese conocimiento en acciones pedagógicas concretas, pertinentes y humanas.
Esta experiencia también me hizo más consciente de la importancia de la equidad educativa. Observar cómo algunos estudiantes se frustraban por no poder leer con la misma fluidez que sus compañeros fue difícil, pero me permitió crear ambientes más compasivos, donde el progreso se celebraba sin importar el punto de partida. Incorporé juegos, música, movimientos, lectura en pareja, actividades multisensoriales… todo con el objetivo de romper la barrera del “no puedo” y reemplazarla por un “todavía no puedo, pero voy en camino”.
Si tuviera que volver a realizar este proyecto, definitivamente lo enriquecería con herramientas de autoevaluación más activas que permitieran a los estudiantes tomar conciencia de sus propios logros. También incorporaría más espacios de diálogo donde pudieran compartir cómo se sienten con respecto a la lectura y la escritura. A nivel personal, reforzaría mi planificación con mayor seguimiento visual del progreso, como gráficos o carpetas de trabajo que documenten el trayecto recorrido. No cambiaría el fondo del proyecto, porque surgió desde la pasión y el compromiso; pero sí ajustaría algunos detalles para que el impacto fuese aún más profundo, sostenible y participativo.
Esta experiencia reafirma que mi meta como futura maestra no es solo enseñar a leer y escribir, sino formar lectores y escritores que crean en sí mismos. Me llevo una visión renovada sobre lo que significa dominar la materia: es saber, sí, pero también es saber hacer, saber adaptar, saber escuchar… y, sobre todo, saber acompañar. Este proyecto fue una semilla que sembré con esfuerzo y dedicación, y que floreció en aprendizajes que me acompañarán a lo largo de toda mi carrera.
Durante el semestre de enero a mayo de 2024, tuve la oportunidad de realizar un trabajo escrito que considero clave en mi formación como futura maestra de educación especial. Este trabajo se centró en un estudio de caso sobre una niña de 12 años llamada Hermelinda Linda, quien presenta Problemas Específicos de Aprendizaje (PEA). El objetivo del trabajo fue desarrollar y aplicar estrategias de intervención educativa, basadas en los conocimientos adquiridos a lo largo del curso EDES 4039-0U1, para Estudiantes con Problemas Específicos de Aprendizaje y Otras Condiciones Relacionadas. A través de este estudio de caso, logré demostrar mi dominio de la Competencia Uno: "Dominio y conocimiento de la materia", que consiste en demostrar un conocimiento amplio y profundo de la materia que enseño, establecer conexiones interdisciplinarias y organizar experiencias de aprendizaje significativas.
El estudio de caso sobre Hermelinda Linda está dividido en cinco partes, cada una enfocada en aspectos clave de su aprendizaje: lectoescritura, lenguaje, matemáticas y el fortalecimiento socioemocional. Desde el inicio, realicé un perfil detallado de la estudiante, lo que me permitió identificar sus dificultades y necesidades. Hermelinda enfrenta problemas de atención, impulsividad y desafíos académicos en áreas clave como la lectoescritura y las matemáticas, lo que limitaba su progreso. A partir de esta información, diseñé una serie de intervenciones personalizadas, justificando cómo estas estrategias atenderían las necesidades específicas de Hermelinda.
El trabajo es bastante extenso y abarca una gran cantidad de información que incluye detalles sobre métodos de intervención y estrategias pedagógicas específicas para Hermelinda. Sin embargo, en este escrito he optado por no abordar ciertos aspectos del análisis por no ser directamente pertinentes al enfoque aquí presentado.
El análisis del caso me permitió demostrar un conocimiento profundo en diversas áreas. Para atender sus necesidades en lectoescritura, propuse el uso del método fonético, que enfoca en la asociación de letras con sus sonidos; el método global, que se basa en el reconocimiento de palabras completas; y el método multisensorial, que combina varios sentidos en el proceso de aprendizaje. Estos métodos fueron seleccionados porque atendían directamente las dificultades de Hermelinda en la decodificación de palabras y reconocimiento visual, factores esenciales para su progreso académico en lectoescritura.
En el área de lenguaje, también propuse estrategias como el enfoque Montessori, que promueve el trabajo independiente; el método de asociación de McGinnis, que utiliza un enfoque multisensorial y gradual; y el método Tomatis, que emplea la estimulación auditiva para mejorar la comunicación. Seleccione estas técnicas considerando los desafíos específicos de Hermelinda en la comunicación y el procesamiento del lenguaje, asegurando una atención integral a sus necesidades cognitivas y sensoriales.
En matemáticas, me enfoqué en el currículo basado en estándares, adaptándolo a sus capacidades. Utilicé juegos interactivos y materiales manipulativos para facilitar el entendimiento de conceptos abstractos como la suma y la resta y proporcionando un aprendizaje significativo. La idea aquí fue vincular el contenido con experiencias de vida de Hermelinda, permitiendo que lo aprendido fuera más relevante para ella.
Además de los aspectos académicos, también reconocí la importancia del desarrollo socioemocional. Hermelinda enfrentaba problemas de autoestima debido a sus dificultades académicas, lo que afectaba su motivación. Asi que para abordar esto, propuse la creación de un ambiente de aprendizaje inclusivo que reforzara sus fortalezas y respetara su ritmo de aprendizaje. Estrategias como el diario emocional y la zona de calma le permitirian gestionar sus emociones y promover su bienestar integral.
Uno de los aprendizajes más significativos que obtuve fue la importancia de la interdisciplinariedad y la personalización en la enseñanza. La educación especial va más allá de simplemente enseñar contenido; implica comprender a los estudiantes como individuos completos con necesidades cognitivas y emocionales. Esta experiencia me ayudó a desarrollar una sensibilidad hacia las necesidades integrales de mis futuros estudiantes y a visualizar cómo puedo diseñar ambientes educativos que promuevan el éxito académico y personal de cada uno.
Elegí este trabajo como evidencia de la Competencia Uno porque refleja cómo el dominio de la materia se traduce en acciones pedagógicas que fomentan un aprendizaje significativo. A través del análisis del caso de Hermelinda, no solo demostré una comprensión teórica de las estrategias de enseñanza en la educación especial, sino que también apliqué este conocimiento de manera práctica, adaptando las intervenciones a las necesidades de la estudiante.
Reflexionando sobre esta experiencia, considero que fue un desafío importante que me ayudó a desarrollar habilidades clave para mi futuro rol como maestra de educación especial. A través de este trabajo, pude explorar las distintas estrategias de intervención que estaré utilizando en mi carrera, lo que me brindó una valiosa práctica antes de enfrentarme a un salón de clases con mis propios estudiantes. Esta experiencia me permitió visualizar cómo podré abordar las necesidades diversas de los niños con problemas de aprendizaje, no solo desde el aspecto académico, sino también desde una perspectiva socioemocional. Mirando hacia el pasado, no cambiaría nada de este trabajo. A pesar de que fue extenso y demandante, me siento orgullosa del esfuerzo y dedicación que invertí. El proceso fue enriquecedor y me ha dejado con la certeza de que tengo las herramientas necesarias para ayudar a mis futuros estudiantes. Este trabajo me dio una oportunidad única de poner en práctica mis conocimientos, desarrollar mis habilidades y asegurarme de que, cuando llegue el momento, estaré preparada para enfrentar los desafíos del aula con confianza y empatía.
El trabajo del cual presento evidencia proviene de la clase EDES 4026-0U1, Manejo de un Salón Inclusivo, incluida en mi plan de estudios de Problemas Específicos del aprendizaje (PEA). Este proyecto fue realizado en colaboración con mi compañera Alanys Negrón Figueroa y se llevó a cabo en formato de presentación, que posteriormente fue expuesta oralmente. En esta presentación, demostré mi comprensión y dominio de los derechos de los niños en el programa de educación especial, centrándome en la Ley del Entorno Menos Restrictivo (LRE), la cual establece que los estudiantes con discapacidades deben integrarse en la medida de lo posible con sus compañeros que no reciben educación especial. El contexto que favoreció la realización de este trabajo fue una clase donde se nos brindó información vital sobre las leyes que protegen a los estudiantes de educación especial, así como se nos instruyó en la elaboración adecuada de Planes de Educación Individualizados (PEI) y en cómo abordar diversas situaciones con los padres de nuestros estudiantes. Este proyecto se desarrolló con el objetivo de cumplir con los requisitos académicos establecidos para mi segundo semestre de estudio durante el período 2022-2023 de mi bachillerato, lo que proporcionó el espacio ideal para profundizar en el tema de la inclusión educativa y comprender la importancia de garantizar los derechos de los estudiantes con discapacidades. Además, trabajar en equipo permitió una colaboración efectiva y una diversidad de perspectivas en la investigación y presentación de la LRE.
La presentación sobre la Ley del Entorno Menos Restrictivo (LRE) constituye una sólida evidencia de mi dominio de la materia y mi capacidad para organizar experiencias educativas significativas. Esta elección como evidencia se fundamenta en el conocimiento adquirido durante el proceso y en el profundo aprendizaje que obtuve a través de él. Durante la realización de esta presentación, profundicé en mi comprensión de la LRE y su importancia en el ámbito educativo inclusivo, además de adquirir una perspectiva más amplia sobre la necesidad de garantizar que los estudiantes con discapacidades reciban los servicios adecuados y sean ubicados en entornos que fomenten su desarrollo óptimo. Esta comprensión se relaciona directamente con mi desarrollo como futura maestra de educación especial y mi compromiso con el bienestar de mis futuros estudiantes. La Ley del Entorno Menos Restrictivo establece que los estudiantes con discapacidades deben tener la oportunidad de pasar la mayor cantidad de tiempo posible con compañeros que no reciben educación especial, y reconoce la importancia de proporcionar todos los servicios incluidos en sus programas educativos individualizados.
Sin embargo, también establece que, en casos excepcionales donde un niño no logre obtener una educación satisfactoria a pesar de recibir asistencia y servicios complementarios, se puede considerar ajustar su entorno educativo. Durante mi investigación y preparación para la presentación, aprendí sobre los criterios que se utilizan para determinar la ubicación adecuada de un estudiante, así como el proceso anual de revisión y ajuste del Programa de Educación Individualizado (PEI) en coordinación con los padres. También me familiaricé con las diversas ubicaciones educativas que se pueden ofrecer, desde aulas de educación general con apoyo hasta programas especializados fuera del distrito escolar. Uno de los aspectos más valiosos de este trabajo fue la reflexión sobre la aplicación práctica de la LRE, especialmente en el contexto educativo de Puerto Rico. Reconocer cómo muchos niños no tienen la oportunidad de experimentar un salón regular antes de ser enviados directamente a un entorno más restrictivo me hizo consciente de las posibles violaciones a esta ley.
Como futura maestra de educación especial, comprendo la importancia de conocer estas leyes para poder defender a mis estudiantes y garantizar que reciban la educación inclusiva y de calidad que merecen. Esta experiencia no solo amplió mi conocimiento, sino que también fortaleció mi compromiso con la defensa de los derechos de los estudiantes con discapacidades y mi papel como educadora en la promoción de la igualdad educativa. La evidencia presentada a través de la realización de esta presentación sobre la Ley del Entorno Menos Restrictivo (LRE) tiene un significado profundo para mi desarrollo futuro como maestra de educación especial y para el bienestar de mis futuros estudiantes. El conocimiento generado a partir de esta experiencia tiene implicaciones significativas en mi capacidad para abogar por mis estudiantes y garantizar que reciban una educación inclusiva y de calidad. Al comprender a fondo la legislación que respalda la ubicación de los estudiantes en el programa de educación especial, estaré mejor equipada para enfrentar situaciones donde necesite defender a un estudiante, educar a los padres sobre sus derechos o elaborar Programas de Educación Individualizados (PEI) que se ajusten a las necesidades individuales de mis estudiantes.
Además, esta experiencia me ha enseñado la importancia de la reflexión sobre la aplicación práctica de las leyes educativas en el contexto específico de mi comunidad. Reconocer las posibles violaciones a la LRE en mi entorno educativo me ha motivado a ser una defensora más consciente y activa de los derechos de los estudiantes con discapacidades. En cuanto a lo que haría diferente si tuviera que realizar este trabajo nuevamente, me enfocaría en mejorar mi preparación para la presentación oral. Aunque estoy satisfecha con el contenido y el esfuerzo invertido en la investigación y elaboración de la presentación, reconocería la importancia de practicar y manejar mejor los nervios para garantizar una comunicación clara y efectiva durante la presentación. Esta mejora contribuiría a fortalecer mi habilidad para compartir mis conocimientos de manera más segura y convincente ante mi audiencia.