Atención básica a las personas en la parroquia.
La creatividad para buscar caminos nuevos en las tareas evangelizadoras de ninguna forma debe disminuir,
sino que siempre llevará a reconocer aquellas actividades parroquiales que muy bien
se pueden llamar atención pastoral básica:
‘El trato cercano y amigable hacia los fieles.
Presencia para atender a los propios fieles,
celebración digna de los sacramentos,
meditación sencilla de la Palabra,
fomentar la centralidad eucarística de toda acción evangelizadora,
espacios de acogida para los grupos,
formación de la propia comunidad a través de la predicación
y seguimiento cuidadoso de la maduración de los agentes para acciones específicas’.
Clarificar el trabajo básico de una parroquia,
ayudará a los pastores y a los fieles comprometidos en la aplicación de los recursos, humanos y materiales,
de acuerdo con las prioridades, para las acciones pastorales que no pueden estar ausentes.
Hay que evitar caer en una “pastoral de eventos”, que mantiene a todos ocupados,
pero que sólo genera acciones aisladas que no conducen a un proceso evangelizador.
La definición en los programas de la pastoral parroquial básica
y la consolidación de un grupo significativo de agentes, sustentados por el Consejo de Pastoral,
serán elementos que hagan posible el crecimiento orgánico de la comunidad parroquial.