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Conviviendo con el peligroso gas radón

El Radón es un gas noble, radiactivo, imperceptible, que emana del subsuelo de buena parte de la Península y que se concentra en viviendas y lugares de trabajo, sobre todo en sótanos y plantas bajas.

Este gas radiactivo que supone la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo.

 La Unión Europea reconoce que esa exposición constante al radón supone un importante riesgo para la salud y, tras 30 años de alertas científicas, obligará a partir del año que viene al Gobierno español a tomar medidas.

Las zonas de mayor riesgo en España son Galicia, Castilla y León, Extremadura, Comunidad de Madrid y ciertas zonas de Castilla La-Mancha, según el Consejo de Seguridad Nuclear. El gas radón procedente de la corteza terrestre amenaza peligrosamente muchas partes de España. Galicia tiene una elevada exposición al gas además de alguna zona de Madrid, Extremadura y Castilla León. La unidad de medida es el bequerelio por metro cúbico.  La OMS recomienda no superar los 100. La Unión Europea obliga desde el próximo año a tomar medidas  a partir de los 300.  Por cada 100 bequerelios el riesgo de cáncer de pulmón aumenta un 16%.

La cueva de Castañar de Ibor presenta en su interior elevados niveles de radiactividad, cien veces superiores a los recomendados por la Unión Europea para los espacios de trabajo, lo que convierte a esta cavidad extremeña en la más radiactiva de España. El motivo es la elevada concentración de gas radón, procedente de las pizarras de la parte superior de la cueva. La radiación alfa que emite el radón es la causa de aproximadamente el 10 por ciento de los casos de cáncer de pulmón en todo el mundo, ya que penetra al organismo sobre todo a través de la respiración, aunque para que eso ocurra la exposición al gas debe mantenerse durante largos periodos de tiempo.

  Hace varios años que se conocen los altos niveles de radiactividad presentes en la cueva de Castañar de Ibor, una gran cavidad natural descubierta casualmente en 1969 por un agricultor que estaba labrando la tierra en la zona de la entrada. Se trata de una formación geológica de gran valor y muy espectacular por las hermosas estalactitas y estalagmitas de su interior, que la han convertido en una de las principales atracciones turísticas de la comarca cacereña de Los Ibores.