Óleos y Acuarelas de Moros











Exposición de óleos y acuarelas de Moros

XXIX  Semana Cultural

Del 5 al 10 de Diciembre del 2015

Autor

José Ramón González Sampedro

El Autor

José Ramón González Sampedro (1954)
nació en Trubia (Asturias). A los 6 años de edad se trasladó a vivir con su familia a Zaragoza donde reside, trabajando actualmente como profesor de Educación Primaria en el Colegio Romareda de Agustinos Recoletos, habiendo estudiado también Psicología. Desde  muy pequeño sus aficiones por el ajedrez y la pesca se han visto acompañadas por la pintura realizada de forma totalmente autodidacta.  Aunque realiza también preciosos bodegones destacan sus paisajes. A los de su Asturias natal plagados de miles de matices verdes, hace ya más de treinta años añadió los marrones arcillosos de Moros, donde no deja de venir siempre que puede, sintiéndose como uno más del pueblo.

Comentarios Sobre la Muestra

Emociones a orillas del Manubles

Una vez más el tiempo me vuelve a sorprender con su vertiginoso caminar. Hace ya una semana que estábamos disfrutando de una exposición de óleos y acuarelas que nos había ocupado los últimos meses y llenado nuestra ilusión los días anteriores. Por fin conseguía aunar en una pequeña sala, acogedora y como hecha para la ocasión, la alegría de un gran amigo por un lado y el afecto de las gentes de un pueblo por otro. Ver ilusionada a una persona que quieres y disfrutar de la gente del pueblo de tus padres, del que te consideras uno más, es algo difícil de explicar.
Colores desparramados por lienzos y papeles, verdes de nuestra vega y marrones de nuestra arcillosa tierra y sus casas hacían las delicias de gente de todas las edades, reconociendo aquella casa en la que vivieron de niños, recordando a la persona ya desaparecida que formó parte de su niñez ya lejana que se asomaba a la ventana ahora pintada. 
Hace un par de días mi amigo y yo fuimos a recoger la sala que fuera la semana pasada surtidor de emociones para todos y ya de paso celebrar en el pabellón con la gente del pueblo de Moros el día de la patrona, Santa Eulalia Emeritense. Además del chocolate, quemadillo o bocatas, se notaba entre los compases de la música, los bailes y los saludos de la gente allí congregada, el calor de su cariño. 
Desde niño he corrido por las calles de Moros, disfrutado de los pozos del Manubles, jugado partidos de futbol apasionantes en las eras, robado peras y manzanas en sus piezas y muchas cosas más. Por eso a pesar de haber nacido unos kilómetros más allá, en Zaragoza, me siento de Moros y tras estos días, mucho más. Cada vez que bajo del coche y respiro su aire y escucho su silencio siento más la necesidad de estar en él.Quiero agradecer el trato recibido por todo el mundo, desde los jóvenes que nos vinieron a visitar, a los más ancianos que subieron las empinadas cuestas hasta llegar a nosotros, pasando por la gente de mi edad y por supuesto a esa impresionante Comisión de la Semana Cultural, que como la que organiza las fiestas del verano y octubre, se deja parte de su tiempo para que los demás seamos un poco más felices. 
Han sido momentos en los que, aunando vuestro cariño, el buen grupo de amigos que nos juntamos y poco más, hemos conseguido grandes ratos. Dicen que la felicidad total no existe, que consiste en estos pequeños momentos que la vida nos regala. Así debe ser, porque para tocar la verdadera felicidad, a mí al menos me faltó muy poco, seguramente algo que estaba muy cerca y a la vez demasiado lejos en la distancia y el tiempo. 
           Francisco Javier Lozano

El Reconocimiento de La Belleza que Nuestro Pueblo encierra

No soy crítico de arte y posiblemente tendría que pensar un poco para responder a la pregunta de cuál es la diferencia entre un óleo y una acuarela. Mi aproximación al arte es primaria de manera que establezco siempre una valoración inicial de lo que captan mis sentidos en términos de si me gusta, me deja indiferente, o me desagrada.  La obra de José Ramón González Sampedro me ha producido una inyección de ánimo y al ver sus lienzos he sentido que algo calaba hondo y me producía esa inyección de optimismo, bienestar y euforia tranquila de cuando algo te impacta y alienta tus emociones positivas. 
Los cuadros de José Ramón han captado mi atención desde el primero al último obligándome a abrir cada vez más los ojos para no perderme ni el más mínimo detalle. En mi opinión, el autor ha logrado captar la esencia, la médula de los rincones que ha pintado en sus cuadros hasta el punto de dotar de alma al lugar que refleja el lienzo.
Es de agradecer que alguien que nació en otras latitudes haya encontrado en los rincones de Moros tanta inspiración por lo que significa de reconocimiento de la belleza que nuestro pueblo encierra. Como aparece en el folleto de presentación de la exposición, José Ramón, a los innumerables matices del verde de su Asturias natal, en sus paisajes “hace ya más de treinta años añadió los marrones arcillosos de Moros, donde no deja de venir siempre que puede, sintiéndose como uno más del pueblo”. Posiblemente ha sabido reflejar como pocos las tonalidades de la arquitectura a base de adobe en unas ocasiones jarreado con cemento y en otras expuesto a las inclemencias de los elementos que junto con la progresiva despoblación dan a las casas de la solana un aire decadente pero tremendamente atractivo. Por su obra, y lo que significa que unos lugares se inmortalicen en un lienzo, José Ramón González Sampedro merece ser considerado uno de los nuestros.
            José María Arana Martínez

Obras y Fotos de la Exposición

Exposición Virtual de las Obras