Casas colgadas de Cuenca
Proclamada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, una visita a Cuenca y sus alrededores constituye una oportunidad única para cargar pilas y dejarse invadir por una agradable sensación de tranquilidad y relax. El silencio que se experimenta al recorrer sus calles es difícil de encontrar en cualquier otro lugar.
Entre las hoces del Júcar y Huécar, el casco histórico de Cuenca es el centro de operaciones de la visita. Atractivos como las famosas Casas Colgadas, construidas en equilibrio sobre acantilados de vértigo o la catedral, reclaman una visita en la que el reloj no cuenta.
Como curiosidad, hay que señalar que la catedral se construyó en estilo gótico francés, ya que esta era la procedencia de la esposa de Alfonso VIII de Castilla. Pero más allá de la arquitectura y la tradición, Cuenca reúne interesantes opciones culturales para relajarse o disfrutar en familia. No en vano es candidata a la capitalidad cultural europea de 2016.
Las Casas Colgadas son un conjunto de tres edificios civiles del s.XV. Restaurados en fecha reciente y situados junto a la Hoz del Huécar, que han dado fama mundial a la ciudad. Desde donde se ven mejor es del imponente puente de San Pablo, de 100 metros de longitud y realizado en hierro en 1902. A sus pies, se encuentra el parador, antiguo convento dominico dedicado al mismo santo.