A PUNTA DE PEDALAZOS
ELISEO BUITRAGO DIAZ, ( El Caminante) Defensor del patrimonio cultural de mi municipio y de mi cultura indigena Panche. He recorrido media Colombia dando a conocer los valores culturales de mi pueblo, montando en bicicleta y con morrales a puro lomo desafiando las inclemencias de la madre naturaleza.
La empresa asociativa de INFORMADORES TURISTICOS y de producción artesanal de Tocaima Cund., creada con el propósito de rescatar, defender y difundir la riqueza cultural de este querido municipio cundinamarqués y de Colombia llamado Tocaima, con clima tropical, a ciento tres kilómetros de Bogotá; rico en historia, con una mencionada distinción ante su promisión regalada por Dios de las cuales viene a destacarse hoy en día en el ámbito Nacional por ser un municipio turístico con sus buenas aguas azufradas medicinales.
Su espectro cultural, patrimonio de las cuales goza con marcada aceptación, siendo sus valores culturales aquellos que los Informadores exponen en otros lugres de Colombia, donde se hace presencia, representan un contenido invaluable fundamentándose en lo tangible indistintamente de aquello que falta por dársele despliegue informativo a falta de compromiso y que si los Informadores lo hacen sin ánimo de lucro, y todo a mutuo propio.
De nuestras propias ganas, entusiasmo, decorosamente con amor lo desarrollamos sin inmiscuir a alguien que comprometa sus intereses, pero si con esto ven que no se hace una labor eficaz y loable es porque no salen de su propia falta de voluntad cooperativa, es decir que entiendan que se está mostrando infaliblemente lo bello de este pueblo con su idiosincrasia que permite ser uno como otros de Colombia pujantes, de gente luchadora, unos verracos echados palante.
Aunque unos contaditos han sabido valorar estos desafíos, se puede mencionar uno de ellos, el Profesor ALVARO TORRES, llamado cariñosamente “chito” Ha sido un mecenas, comprometido con la cultura, nos ha colaborado de distintas maneras para reoger recursos y bandearnos, pues titánicamente con los retos puestos ahí y desafiando las agrestes contingencias y aunque unos cuantos nos tilden de locos no desfallecemos a nuestra grandeza de hombres de honor. No usamos un medio distinto al del caballito de acero, con patriotismo y dejando huellas para que otros buenos lo continúen para grandeza de nuestra patria. Este buen amigo, nos ha dotado de uniformes deportivos con su logotipo de su establecimiento educativo que es el Colegio LETEC, Se necesita apoyo, pero se hace es con esfuerzo y dejando el pellejo siendo airosos en la vista del destino como guerreros a si según lo fueron los acaymas (hombres luchadores, guerreros).
Hemos estado haciendo exposiciones en el eje cafetero, Mariquita, La costa Norte de Colombia.
FOTOS
1. Subiendo la Línea, Moisés Vanegas Q.E.P.D y Eliseo Buitrago Diaz
La primera foto, estamos en un punto de la gran escalada de Línea llamada la Paloma, en un punto de descanso hicimos esa presentación cultural.
En la foto dos, Parmenio Camargo Patiño y Eliseo Buitrago Díaz, en el parque Bolívar de Armenia
Las más exitosas exposiciones se dieron en Villa María Caldas, ahí nos hicieron reportaje para el diario la patria de Manizales, otra se hizo en la alcaldía e Manizales, siendo de enorme resonancia, esto ocurrió en el año 2006.
En Mariquita, nos recibieron con himno Nacional a bordo y un despliegue con pompa y lujo detalles; asunto que uno no lo esperaba. Una cuña radial tenía el director de cultura y turismo formalizada en la emisora Lumbí, se hizo un evento especial, ocurrió para los doscientos años de la muerte del fundador de Bogotá, don Gonzalo Jiménez de Quesada, hombre letrado y que murió de lepra en Mariquita el 16 de Febrero de 1579. Nos dieron conmemoraciones por exaltar la riqueza de los valores culturales.
“oso” al cruzar por el paramo de Letras a
3600 metros sobre el nivel del Mar.
RUMBO A LA COSTA NORTE DE COLOMBIA
Presentación en Aracataca Magdalena, la ciudad de Gabo, nuestro premio nobel GABRIEL GARCIA MARQUEZ, allí, de igual manera nos atendieron como si fuéramos de la casa, hicimos presentaciones para cinco colegios y una entrevista para le emisora radio Macondo stereo, todas ellas en la biblioteca municipal de Remedios la Bella, ganándonos la simpatía nos dieron condecoraciones, prendiendo camino en el caballito de acero al di siguiente salimos para la capital del Magdalena Santa Marta.
Llegada a Santa Marta, fue a sí, salimos con un día suave, cuando íbamos llegando por el sector de las bananeras y cultivos de palmas datileras empezó a lloviznar, de ahí observábamos para las cumbres de la cierra Nevada se notaba una lluvia floja, no nos hizo temer de un aguacero, habían sectores de vía que la estaban pavimentando, otras destapada y tragábamos polvareda cada vez que cruzaban vehículos fuesen pesados o no, se veían carros grandes como las flotas que viajan del interior del país a la costa, la Coopetran, la Brasilia, Bolivariana, etc. Yendo por un pueblito que acá no me acuerdo empezada a broncearnos el Astro Rey, llegando a una recta vimos una señora que a la orilla de la carretera tenía regada unas papayotas entre maduras y verduzcas, Pármeno “el osito” nos dijo a Mario, Héctor y mi persona que ahí teníamos que almorzar a punta de papaya, ¿qué tocó hacer? Hacer caso y coma papaya, y eso porque la próxima parada donde podríamos encontrar una tienda según nos dijo la señora dueña de las frutas estábamos distante, comiendo nos precavimos de comida y no estaríamos expuestos a una pájara más adelante, se hacia la tarde ardiente, llegando a la Ye, donde abren las carreteras la una para Barranquilla y la otra para Santa Martha hicimos un paraje tomar fotos, por esos lados la canícula era altísima, tomando la ruta para Santa Marta, nos encontramos con un camión parado, me acuerdo tanto que le colaboramos al señor, nos colocamos cogollos de matarratón en la cabeza para bajar un poco la temperatura, al prestarle una pequeña colaboración al del camión varado arrancamos nuevamente en medio de semejante Sol, bien adelante, pasadas las cuatro de la tarde vimos al fondo la inmensidad del Mar, ahí nos emocionamos tanto porque sabíamos que habíamos pisado
Una escuela rural que estaba en su rato de descanso, al pedirle a su directora el permiso, accedió a recibirnos y esos niños que ven en la foto se deleitaron viendo estas figuras, nos preguntaron y de igual manera les respondimos con la mayor actitud de personas que llevan cultura; a si es como damos a conocer nuestra cultura y que otros no valoran, pasan de agache olvidando lo que hace grande a los pueblos, siempre en el empeño de ser personas pioneras por defender la cultura somos primero personas loables e infalibles.
La costa norte viajando desde lejos en bicicleta y nadie había pinchado, solo a mí una coraza comprar en Aracataca, sacó la mano de recorrer ya tantos kilómetros. Llegamos PRIMERO AL Rodadero sobre las seis de la tarde, tomamos gaseosa y partimos a buscar Santa Marta para llegar a la bahía, nos guió la ruta un migo que iba en cicla desde el Rodadero hasta Santa Marta, resultó que Héctor iba tan concentrado y rápido que cogió camino ví a Playa blanca rumbo a la Guajira, y lo esperamos y nos preocupó por un tiempo, porque se extravío, al rato vino donde estábamos esperándolo, eso le pudo servir de experiencia para que no cometa esas locuras de querer coger camino solo, ya estando reunidos una vez más los cuatro enrutamos el camino hacia la Bahía. Allí, nos encontramos en el parque Bolívar con don Alfonso que viajó todo el camino en bus. Ahí, se nos cumplió un reto y alzando las manos al todo poderoso dándole las gracias, estábamos en Santa Marta, ahí llegamos tipo siete de la noche, nos ubicamos en un hotel cerca de la playa teniendo en cuenta que salimos de Aracataca a las diez de la mañana.
Día siguiente; vienen los compromisos, exposiciones en la plaza de Bolívar, dos entrevistas de radio a las seis de la mañana la primera en radio Galeón de Santa Marta, la emisora tiene cubrimiento y sintonía por los lugares del Magdalena y la sierra Nevada, la otra en radio Magdalena, es así como estando en la entrevista entra una llamada y resulta ser de la tv del Magdalena, y es para grabarnos aspectos de nuestra cultura que exponemos, expresando nuestros valores culturales dentro del valor deportivo, en la estatua del pibe es donde la quieren firmar, sabiendo ellos que íbamos a estar en ese lugar al enterasen por la radio, sobre el medio día ocurrió precisamente donde la querían firmar, cinco minutos fueron los justos para poner en conocimiento resaltando la labor que se hace, se hizo una presentación en el museo de oro del Banco de la República, otra en la zona donde esta la estatua del pibe Carlos Valderrama y la última en la Quinta de San Pedro Alejandrino, y regresamos a la bahía para después ir a Taganga a comer pargo rojo.
Estatua del pibe Valderrama en Santa Marta
EN LA QUINTA DE SN PEDRO ALEJANDRINO EN SANTA MARTA
Taganga
Para ir a Taganga, saliendo de la bahía por la zona portuaria para coger la avenida Libertador desviando por la conexión de la Avenida, se escala aproximadamente dos kilómetros y al coronar se hace el descenso, son más o menos cuatro kilómetros ese recorrido, al estar en la cúspide se llega a un punto donde se observa la majestuosidad de la entrada del mar a Taganga, podría decir que tiene la forma de una bomba de inflar, habían unas indígenas de la cultura wayu vendiendo artesanías, sobre las tres de la tarde hicimos presencia, un momento de playa y luego a disfrutar de un almuerzo con pescado pargo rojo, ¡Baya que suculencia! Pa lamberse los dedos, conocimos allí un peregrinos buzos argentinos, personas que recorren caminos buceando, nos contaron que se financian vendiendo artesanías, hace pensar que este mundo hay una cantidad de personas o bien son sin oficio o son verdaderos desafiantes y exponentes de cultura como los indios panches como siempre lo manifesté éramos quienes de Tocaima íbamos a mucho honor, sobre las cinco de la tarde regresamos a la bahía y luego visitar el Rodadero.
Se hizo una pequeña exposición en el Rodadero donde actúo un cómico llamado don Simón que como un quijote unos ratos a pie y otros a dedo anda por Colombia conociendo, es un caminante errante, según nos manifestó; ¿Por qué a dedo? Rta= Levanta los cochinos dedos de llevar a mano los zapatos luego de que a veces se le da por correr como un soroco en la vía, al levantar el dedo pulgar es para avisarle a un camionero que lo lleve cuando ya está mamado de boliar garra ventiada sin ventilarle el empeine sino solo se los acaricia el calor y soportar unas cuantas llagas, por lo visto ese orate, ya hasta ha echado callos sus talones de tanto andar por Colombia. Nos dijo que era de Manizales.
Un músico nos deleitó con un repertorio de música, era “Johan, el propio” a si se nos presentó con una guitarra vetusta; persona famélica y de buen ambiente para pasar un rato agradable, cobraba por pieza $500,00 fue tan amena la presentación del hombre, que me acuerdo de una tira que a todos nos hizo reír;
“A las dos de la tarde
Una vieja comiéndose un pescao
Le hizo tanto daño
que resultó con el jopo todito cagao”
Del rodadero me quedó grabado una tristeza tan grande que fue ver como ese lugar el agua es parduzca tirando a negra, todo por la maldita contaminación que dejan desde ciénaga las máquinas que cargan el carbón, es una verdadera lástima ver como allí ha perdido el encanto de lo que anteriormente era.
Salida para Cartagena – La ciudad amurallada que fundara don Pedro de Heredia
Salimos para Cartagena donde teníamos las otras exposiciones, se tenía que pasar por Barranquilla, salimos de Santa Marta a las 5 de la mañana y 20 minutos, del rodadero salimos a las seis de la mañana, al salir vi una placa que decía a Barranquilla 98 kilómetros, pasamos por Ciénaga sobre las siete de la mañana, llegamos a Puerto Colombia tipo siete y media. Ahí refrigeramos, salimos pasando el puente y peaje, una ruta como una mesa de billar y unas rectas muy aburridoras tenían cada una no se cuanto pero diría más de tres kilómetros, se presta para que los carros abusen de la velocidad, nos acompañó una mañana muy fresca, llegando a la puerta de oro de Colombia abrió los ojos el Doctor Solano, de ahí en adelante la jornada fue difícil por el arduo calor, a Barranquilla llegamos sobre el medio día, veníamos viajando a 25km/hora, tomamos agua de coco en un pequeño caserío que hay a la entrada del puente Pumarejo llamado Palermo, al pasar el puente y viendo la grandeza de la naturaleza y disfrutando desde ahí un panorama de la ciudad tomamos fotos y así llegamos a Barranquilla, cogimos para donde la tía de Héctor compañero de camino, por unos quince minutos duramos extraviados de esa dirección hasta que se ubicó, allí la hermanita nos brindó Coca-cola y galletas, nos regaló a cada uno una camándula, y a si emprendimos ruta para Cartagena, atravesamos Barranquilla, al salir vi la placa que avisaba que había a Cartagena 120 kilómetros, más distancia que recorrida de Santa Marta a Barranquilla, fuimos almorzar a Sabana Larga y a las cadenas le echamos gasolina por que se hacían duras y chirriaban.
Es de compañerismo y ante la necesidad de utilizar mejor la proporcionalidad de la comida, en estos hechos se compartía, se dividía, era más el liquido que se consumía que la comida misma, un almuerzo lo compartíamos para dos personas; de Sabana larga en medio de esa canícula partimos, pasamos por el hermoso pueblo de Baranoa tipo tres de la tarde, la carretera por sectores presentaba baches, cada vez que se pasaba un relleno de estos alteraba los golpes, los paganos venían a ser los músculos, llegamos a un pequeño caserío donde una mula en ese paraje tapaba un buen lugar de la zona donde nos encontramos con un puente de unos cincuenta metros de longitud, nos provisionamos de liquido, arrancamos y fuimos a parar a Luruaco, cuando llegamos a este hermoso pueblo eran aproximadamente las cinco y treinta de la tarde, estos caminantes quijotes, a todo pueblo que se llegaba era tratar de hacer conversación con los pueblerinos, se les obsequiaba algún folleto que hablara de Tocaima, para eso es que se pide colaboración a la alcaldía y comercio para editar folletos y obsequiar en lugares donde se hace presencia y conozcan de donde se proviene.
Viendo en Luruaco que se avecinaba la noche, y al escasear la presencia de luz natural en medio de la recocha dijimos hay que comprar velas para alumbrar el camino de ahí hasta Cartagena que todavía faltaba un resto de camino, se tenían que pasar pueblos como Clemencia y Santa Catalina, de ese último pueblo coger la vía del Mar, la que llevábamos era la de la concordia, pensamos quedarnos en Luruaco, según nos dijeron solo habían habitaciones para choferes, ¿Qué hicimos? Un buen amigo del camino conduciendo una volqueta, Mario y Héctor, hablaron con Él, se consoló de nosotros y como pudo nos acomodó con ciclas y todo en esa tolva, llevaba arena, no s advirtió que teníamos que recostarnos en esa arena cada vez que pasáramos un caserío o viéramos agentes policiales, fuera de hacer un favor digno de agradecer no quería que lo pillaran cargando cosas distintas para lo que estos aparatos están destinados, pasando por cierto lugar, salió policía, adelante iban Mario Héctor, en la tolva Parmenio “ oso “ y mi persona, hicimos tal como nos dijo, las cuatro ciclas y con “oso” nos dolía casi el estómago de reírnos, no había como agradecer inmenso favor, a si llegamos faltando un kilómetro para coger la vía del Mar, tipo siete de la noche, en medio de la oscuridad de donde nos dejó aquel buen hombre, recorrimos el trayecto y cogimos la nueva y amplísima vía a Cartagena, teníamos que pasar un reten marítimo portuario, lo pasamos, nadie de los policías nos hizo pare, un poco peligrosa la vía por lo oscuro valiéndonos de nuestro fervor de hombres que desafían los obstáculos nos dábamos fortaleza, cada vez que nos aproximábamos a la heroica al fondo se escuchaba las sirenas de los barcos y se vislumbraba la luz de la ciudad, de esa forma llegamos a Cartagena de Indias con la sonoridad de ver iluminada la belleza de la ciudad, la cruzamos, le solicitábamos cada vez que llegábamos a un cruce de una nueva avenida la orientación a algún parroquiano, nos orientaba, así fue como poco a poco pasando por el sector histórico de El castillo de San Felipe llegamos a donde nos tenían apartado el Hotel, reservado y pagado por un amigo de Parmenio, Este amigo suele ir a menudo a la ciudad amurallada ya de que maneja un camión, el hotel estaba ubicado en la salida a Sincelejo, a si el recuento de como en un día hicimos el viaje de Santa Marta a Cartagena, luego de recorrer un día de Sol y sobrepasar 240 kilómetros, cualquiera podría decir que no hay esa distancia, yo llevaba una grabadora pequeña e iba grabando detalles para luego recordar, dentro de esos estaban estos, pueblo que pasábamos lo reportaba y la distancia que en los avisos suelen colocar, resumo la cantidad de kilómetros de la bahía en Santa Marta, Barranquilla y llegando a Cartagena.
La Bahía el Rodadero = 6 Kilómetros
El Rodadero a Barranquilla = 98 Kilómetros
Barranquilla a Cartagena = 120 Kilómetros
6 + 98 + 120 = 224 Kilómetros, los restantes 16 Kilómetros, salen de lo que recorríamos en sector interno de la ciudad de Barranquilla y Cartagena.
Nuestros recorridos diarios eran de más de 200 Kilómetros.
En un día hicimos Tocaima hasta Honda Tolima y así sucesivamente cogiendo esa troncal del Magdalena hasta llegar a la costa, Aracataca.
El recorrido de Tocaima a Honda, pasamos de Cambao a Honda por una vía destapada, quebradas y una serie de vicisitudes, lo que hacía tortuoso el camino con un Sol ardiente pero a la larga contentos porque íbamos haciendo historia cultural, en Honda entramos a la Brigada Militar a saludar un paisano que dirigía la base de ahí.
Noviembre 11 de 2007
Día histórico, salimos a la playa de boca grande a disfrutar de ese ambiente turístico que ahí se concentra, en la tarde hicimos una exposición en la plazuela central cerca a la fábrica de Silvia Sheracci, en la noche ver el colorido de la ciudad era fastuoso, el castillo de San Felipe una verdadera sensación de quien paga una deuda por algo preciado de ver, las maravillas de una ciudad las veíamos colmadas por poderlas apreciar de primera mano.
Noviembre 12 del 2007
Recorrido Cartagena a Sincelejo = 170 Kilómetros
Pueblos y corregimientos que encontramos en ese recorrido
Turbaco, Arjona, Mongote, San Pablo, San Basilio de Palenque, Maria la Baja. San Onofre, Chilinito, Tolú viejo y Llegada a Sincelejo.
En este trayecto, salimos de Cartagena con el pesar de dejarla sobre las seis y media de la mañana, nos esperaban 170 Kilómetros según decía la placa saliendo de la Ciudad de Indias. Camino al comienzo muy bueno, al cabo de una hora de recorrido pasando por la vía a Arjona era pésimo, mucho hueco, veía unos paisajes típicos de Tocaima por la vegetación, pasando el puente de Arjona, recorrimos la ciénaga de Mongote y llegando al corregimiento, desayunamos sobre las 9 de la mañana, pescado delicioso, un buen alimento para aguantar esa jornada que ya a esa hora empezaba a notarse iba a ser canicular, comimos a la vez ahí butifarra, ñame y bollo de yuca; llenitos iniciamos nuevamente la ruta, pasamos puente sobre el rio Sinú, en el camino sobre las once de la mañana el calor nos tenía azotados, al ver un pequeño riachuelo con Héctor que al parecer éramos los que más ensolados íbamos fuimos y en presencia de unas chicas nos dimos un chapuzón, por espacio de unos quince minutos estuvimos ahí, le dimos el nombre de arroyo Tocaima, congeniamos con las chicas que se bañaban sabrosonamente, salimos de ese punto y Parmenio y Mario, estaban en una tiendita del camino comiendo galletas de sus boronas alimentaba una perrita; de ese breve baño y descanso partimos y al cruzar por un cruce de vías cogí la ruta para Carmen de Bolívar, un campirano al decirle que si esa era la ruta para Sincelejo, nos dijo que no, tomamos la que era, pasando por una punto donde vimos sobre la vía unas bailarinas con un lazo, era especie de un retén cultural de unas bellas palenqueras, a la vera del camino lo hacen con el propósito de rebuscarse pero deleitando a los curiosos de quienes por ahí pasen y obtener a través de su demostración un tributo que a l vez las convierte en defensoras de su cultura, manera siempre según lo apreciado agradar a los viajantes lo hermoso de su pueblo que es San Basilio de Palenque, así como ella lo hacían nosotros lo hacemos de forma distinta, cada cual busca dar a conocer lo bello de su tierra, esa es mi COLOMBIA QUERIDA.
El caballito resistía el esfuerzo y las piernas el calor empezaba uno a sentir un brasero, le roseábamos agua para menguar el sofoco y hacer llevadera la carga, llegamos María la Baja tomamos gaseosa, salimos de ahí, al cruzar por San Pablo y notamos que en nuestras caramañolas empezaba a agotarse el liquido, en una humilde casa ante la presencia de un humilde y servicial hombre y solicitamos el preciado liquido, nos dio y a si volvimos a provisionarnos de buen liquido, la verdad que el Sol, nos tenía sofocados, pero como son las cosas de la naturaleza, no alcanzamos a recorrer medio kilómetro y una nube por encima de nosotros quería refrescarnos, a si fue se desgajó una lluvia fuerte, llevaba yo un plástico lo tendimos en una mata de guácimo, nos protegimos de ese breve aguacero y salimos ruta a seguir devorando kilómetros, llegamos sobre las cuatro de la tarde a San Onofre Sucre.
Se observaban ricas extensiones de tierra pastoriles, ganado de clase en esos potreros deleitaban el panorama, los famososicimos montes de María allá en la distancia daban cuenta de su economía productora; mientras se curioseaba ese aspecto empezaba a llover por esas latitudes, se soportó la lluvia entre San Onofre y un buen tramo para llegar a Chilinito, la tarde empezaba a caer, cundo se llegó a Tolú Viejo eran ya las seis de tarde, como se pudo presurosos a treinta kilómetros estaba Sincelejo, a la capital de Sucre llegamos tipo siete de la noche luego de recorrer 170 Kilómetros.
Fue en medio de las ganas de seguir conociendo sin otro gesto y al descansar un poco ahí en tierra de los majaguales tomar ruta para Córdoba, luego Antioquia para caer a la capital de la Montaña Medellín y disfrutar del Metro y metro cable, visitar el parque Berrio, los museos y casa cultual de Antioquia, en Medellín conocí la escopetarra, en el parque Berrio se apreciaron las obras del maestro Botero, las gorditas.
Buscando la casa
La última exposición se hizo en Medellín, de ahí no teníamos más, se empezó a buscar la ruta destino a casa, se hizo el recorrido por Guarne, Rionegro, Santuario, para caer al Magdalena a la Dorada Caldas, descansar ahí, día siguiente buscar Honda, Mariquita, Ibagué, el día último fue el tiro de Ibagué a nuestro terruño Tocaima, y de esa forma expresamos la grandeza cultural de Tocaima.
PLACAS CONMEMORATIVAS A LOS INFORMADORES