LITERATURA E INVESTIGACIÓN
Casi parece una contradicción, sobre todo para ti que estás acostumbrado a pensar en la literatura como un accesorio del que se puede prescindir sin mayores problemas. Desafortunadamente ese pensamiento no es algo aislado, ya que, todas las disciplinas que no se encuentran dentro de las ciencias experimentales o naturales, sufren de un complejo de inferioridad alimentado por la tradición y por los mismos involucrados.
La literatura no es la excepción, muchos investigadores eligen un campo muy estrecho para que su trabajo parezca “lo más científico posible”, por ejemplo: seleccionan un aspecto que se deja sistematizar de acuerdo al “método científico”, así tenemos investigaciones del siguiente tipo: “el uso de la preposición a en el Quijote” o en cualquier otra obra literaria; lo anterior, sólo nos ayuda a percibir ciertas formas lingüísticas, pero no profundizan en la comprensión de las obras literarias, sin embargo, encajan perfectamente en el marco de la “investigación científica”. Otro claro ejemplo es el seguir al pie de la letra la metodología, haciendo investigaciones hasta cierto punto absurdas, tales como: “cuántas veces utilizó Shakespeare incorrectamente adjetivos masculinos en vez de femeninos”, sin tomar en cuenta el contexto en que fueron escritas esas obras.
Todas esas investigaciones son impecables desde el punto de vista metodológico, pero poco ayudan en la comprensión de la obra o del autor, las humanidades quieren parecer más científicas que la ciencia misma.
Al limitarse a la aplicación del “método científico” de una manera mecánica, dejan de lado la interpretación de la obra, pues consideran que eso es tarea de los autores, pero no de un crítico. El objeto de estudio de las humanidades es sumamente inestable y complejo, ya que, las condiciones cambian constantemente, lo anterior no invalida la investigación, sólo la limita a su contexto (tiempo y lugar en que se realizó). Los estudios literarios comparten esas condiciones de inestabilidad y complejidad.
Conocer y entender la literatura es esencial para los individuos, a través de ella se ha consolidado (entre otras cosas) una conciencia crítica y ha ampliado el horizonte cognitivo de la humanidad. Recordemos las páginas de Julio Verne, anticipando en sus novelas muchos de los adelantos científicos del Siglo XX, o a los autores de Ciencia Ficción (Aldous Huxley, entre otros) que desde las primeras décadas del mismo siglo, nos alertaban contra la “deshumanización” del hombre por causa de la tecnología mal empleada.
Los ejemplos y los autores se multiplican a lo largo de los siglos, pero como el estudio de la literatura no implica grandes y costosos equipos de laboratorio, es desdeñada junto con todas la humanidades, pues su incidencia en los individuos no es cuantificable en números.
Desde la literatura se investiga, se analiza, se interpreta, por ejemplo: se pueden hacer monografías, ensayos, reportes de investigación, entre muchas otras cosas, ya que, no existe un método único para la lectura o para el análisis de un texto literario. En literatura es el método el que tiene que adecuarse al objeto y no al revés, tal y como hacen esas investigaciones que quieren meter como en “camisa de fuerza” todos los textos literarios en algún tipo de estudio, como por ejemplo: el Estructuralismo, muchas obras podrán ser analizadas desde este enfoque, pero habrá muchas más que no quepan en ese esquema.
Con los textos literarios, se puede estudiar la bibliografía existente sobre la obra de un autor o sobre algún aspecto de su obra, con esto podemos hacer una monografía. Se puede reflexionar sobre la obra de un autor, para llegar a esto es necesario conocer la obra del mismo, además de haberla analizado, por ello no es tan fácil realizar un ensayo, pues requiere de mucho conocimiento.
Hasta aquí con estas reflexiones que sólo buscan que seas más consciente como lector de textos literarios. El lector, en este caso tú, debes leer y comprender lo que dice el texto antes que otra cosa, sin este paso básico, no podrás avanzar en este proceso: si no sabes lo que dicen los personajes, tampoco sabrás porqué actúan como lo hacen, ni serás capaz de interpretar los hechos y las acciones de éstos. Para comprender la literatura sólo debes estar dispuesto a dialogar con ella.
En los siguientes apartados, encontrarás un ejemplo concreto de cómo hacer una monografía, un ensayo y un reporte de investigación a partir de un texto literario.
Ø Monografía
Ø Ensayo
Ø Reporte de investigación