Fecha de publicación: 13-jul-2011 0:28:26
Nosotros los firmantes, somos diseñadores gráficos, directores de arte y comunicadores visuales que hemos sido lanzados a un mundo en el cual las técnicas de la publicidad han sido persistentemente presentadas como el modo más lucrativo, efectivo y deseable de usar nuestros talentos.
Muchos profesores y personalidades del diseño promueven esta posición. El mercado la recompensa, un cúmulo de libros y publicaciones la refuerza.
Enfocados en esta dirección, los diseñadores orientan sus habilidades e imaginación en vender galletas para perros, café, diamantes, detergentes, gel para el pelo, lociones, cigarrillos, tarjetas de crédito, zapatillas, cerveza light y vehículos recreacionales seguros. Los trabajos comerciales siempre han pagado las cuentas, pero muchos diseñadores han dejado que todo esto sea, por lejos y con exclusividad, todo lo que los diseñadores hacen. Así es como el mundo percibe al diseño.
El tiempo y energía de la profesión son utilizados para producir demanda hacia cosas que son absolutamente no esenciales.
El descontento de muchos de nosotros ha crecido ante esta concepción del diseño. Los diseñadores que aplican sus esfuerzos principalmente en la publicidad, el marketing y la imagen corporativa están sustentando, e implícitamente apoyando, un entorno saturado con mensajes comerciales que está cambiando radicalmente la forma en la que los ciudadanos-consumidores piensan, hablan, sienten, responden e interactúan. En alguna medida estamos ayudando a redactar un discurso público dañino.
Existen actividades que merecen mucho más la dedicación de nuestras capacidades para resolver problemas. Crisis sin precedente en el campo cultural, ecológico y social demandan nuestra atención. Muchas intervenciones culturales, campañas sociales, libros, revistas, exhibiciones, herramientas educativas, programas de televisión, filmes, causas caritativas y otros proyectos de diseño de información requieren de nuestra experiencia y ayuda.
Proponemos una inversión de la prioridades en favor de mas útiles, duraderas y democráticas formas de comunicación. Un alejamiento del marketing en pos de la exploración y producción de nuevas significaciones y sentidos para nuestra actividad.
La perspectiva del debate es estrecha y debe expandirse. El consumismo no tiene rival. Debe ser confrontado por otras perspectivas expresadas, en parte, mediante el lenguaje visual y los recursos del diseño.
En 1964, 22 comunicadores visuales firmaron la petición original en pos de que sus habilidades fueran empleadas de una manera mas valiosa. Con el explosivo crecimiento de la cultura comercial global, ese mensaje solo ha incrementado su urgencia.
Hoy, renovamos su manifiesto en la esperanza de que no pasen mas décadas antes de que éste sea abrazado por todos.
Jonathan Barnbrook
Nick Bell
Andrew Blauvelt
Hans Bockting
Irma Boom
Sheila Levrant de
Bretteville
Max Bruinsma
Siân Cook
Linda van Deursen
Chris Dixon
William Drenttel
Gert Dumbar
Simon Esterson
Vince Frost
Ken Garland
Jessica Helfand
Steven Heller
Andrew Howard
Tibor Kalman
Jeffery Keedy
Armand Mevis
J. Abbott Miller
Rick Poynor
Lucienne Roberts
Erik Spiekermann
Jan van Toorn
Teal Triggs
Rudy VanderLans
Bob Wilkinson
Zuzana Licko
Ellen Lupton
Katherine McCoy