Queridos Hermanos en Xto. Jesús:
Todos tenemos la feliz necesidad de orar juntos y así reunidos crecer como comunidad, compartiendo con los hermanos las gracias que El Señor reparte entre los que El ama .
La oración continua en la vida interior nos hace mejores cristianos y como la perfecta oración es ya verdadera contemplación sobrenatural logramos una intima comunicación con Dios Padre llevados de las manos de Jesús, Maria y José.
De ahí que las Sagradas Escrituras y los santos doctores con tanta insistencia nos la recomienden y aun nos la impongan, por sernos tan provechosa y tan necesaria, como un alimento indispensable y como un aliento de vida sin, el cual pronto nos asfixiamos.
El salmista nos dice que traía al Señor siempre ante sus ojos para no conmoverse jamás : (Ps. 15, 8 ).- El Sabio nos encarga quitar de nosotros lo que nos impida estar "siempre orando"; pues para guardar bien la divina ley hay que multiplicar el sacrificio de la oración: (Eccli. 18,22; cf. 35 ). Y el mismo Salvador nos enseña con su ejemplo a perseverar en la oración y por su divina boca nos advierte que nos es preciso orar siempre, sin nunca desfallecer, y que debemos velar y orar en todo tiempo para no caer en tentación: (Lc. 18, 1; 21,36), (Mt,26,41).
Conforme a esto, se lee de sus discípulos ( Act. 1, 14) que perseveraban todos unánimes en la oración con la Santísima Virgen. Y los apóstoles no se cansan de recomendar esta santa practica.- San Pablo ya en su primera Epístola a los Tesalonicenses, cuando estos aun acababan de convertirse, les dice que estén siempre alegres en el Señor, que oren sin cesar y que no apaguen el espíritu: (1 Thes. 5, 16. 17. 19), para que así puedan en espíritu, alma y cuerpo conservarse con toda integridad ante Dios ( ibid. 5, 23 ). - A los Romanos ( 12,12 ) les encarga que insistan en la oración.- A los Efesios ( 6, 18) les dice que oren en todo tiempo y con toda oración hecha en espíritu, y que en espíritu velen con insistencia. Casi lo mismo viene a decir a los Filipenses ( 4,6) y a los Colosenses ( 3, 16 ).- A Timoteo le escribe ( 1 Tim. 2, 8; 5, 5 ): Quiero que los varones oren en todo tiempo, levantando a Dios las manos puras, y que las viudas perseveren, insistiendo en la oración dia y noche. Y del mismo modo a los casados encarga San Pedro ( 1 Pe. 3, 7) que se porten de tal suerte, que no sean impedidas sus oraciones.
Esta insistencia de las Escrituras en recomendarnos con tanto empeño y en proponernos bajo tan variadas formas la oración continua y hecha en espíritu, prueban cuan necesaria nos sea esta para poder llevar una vida irreprensible y verdaderamente cristiana y para ir adelantando y no decaer, hasta hacemos por fin capaces de recibir las grandes comunicaciones del Espíritu Santo, entrando en la mística bodega, donde se ordena la caridad y se produce la santa embriaguez de amor.
El Espíritu de sabiduría y de revelación se obtienen por medios de la oración en una entrega total a la voluntad de Dios. Esto se puede apreciar muy bien en la herencia de los santos. Y en poseer ese amoroso Espíritu y quedar de EI poseídos consiste la vida mística, o sea la de la verdadera contemplación sobrenatural; a la cual llegan cuantos tienen tal sed de justicia, que no descansa hasta lograr beber en ese misterioso Rió de agua viva que eternamente fluye del trono de Dios y del Cordero, y junto al cual están plantados, como árboles de vida, todos los verdaderos justos, cuyas hojas son salud de las gentes y cuyos frutos son los doce del mismo Espíritu Santo, los cuales van dando sin falta a sus debidos tiempos ( Apoc. 22, 1-2 ).
Si no se posee ese don preciosísimo sobre todos los dones, es porque no se pide con fervor y perseverancia con que San Pablo lo pedía; y, si no se pide así, es tan solo porque no se conoce debidamente ni se sabe apreciar. Si conocieras el don de Dios ... , por ventura se lo pedirías, y El te daría el agua viva ... que salta a la vida eterna ( 10. 4,10-14 ).
A todos se nos dice ( Ps. 33, 9 ): Gustad y ved cuan suave es el Señor.
A todos los que tienen verdaderamente hambre y sed de justicia les promete el mismo Señor saciarlos plenamente ( Mt. 5, 6 ), convidándonos al efecto con esta agua de la sabiduría saludable y con el pan de vida y de entendimiento que los necios no logran alcanzar (Eccli. 15, 3, 7 ). A todos se la ofrece gratuitamente, junta con la leche de sus consuelos y el vino que embriaga con las delicias eternas y hace olvidar todo lo terreno.
Estas y otras muchas invitaciones generales que iremos viendo, y que con tanta insistencia nos hace el Señor, prueban muy bien cuan deseoso esta El de comunicarse íntimamente a todos los hombres y de colmarlos de preciosísimas gracias si ellos, en vez de rehusarlas e incapacitarse pera ellas haciéndose sordos e indignos, de veras las codiciasen y procurasen, como hacen los santos, disponiéndose cual conviene - para recibirlas.
Trabajemos incesantemente por purificar nuestras almas y poco a poco se ira descubriendo su fondo, y Dios manifestara alIi con efectos maravillosos su presencia.
Queridos hermanos; que la oración, tomados de las manos de Jesús Maria y José
os conduzcan a descubrir y conocer el reino de Dios que esta escondido en vosotros, Amen.
Su hermano en Xto. Jesus: Joel Ignacio. 8/15/99