San Juan Bosco en mi vida

San Juan Bosco en mi vida:

Irrumpió en mi vida, de la siguiente manera; transcurría 1970. Encontrándome en la necesidad de unas sandalias, por razón de una alergia en la piel, contactamos un señor, amigo de la familia, el señor vino para tomar las medidas de mis pies, vio que yo tenía varios libros y me pregunto si me gustaba leer, yo le dije, por supuesto ; me pregunto, que tipo de literatura me gustaba, le dije que historia, pero que, en ese momento, estaba interesado en algo de religión católica, pues había tenido una prueba para elegir la verdadera religión. Le relate que encontrándome con el dilema de elegir, le pedí a Dios me mostrara qué camino tomar, pues yo después de hacer la primera comunión no practique ninguna religión y si había leído sobre varias y me encontraba con mis dudas; entonces muy osadamente puse mis términos y dije: “Dios mío, si son los Testigos de Jehová, quiero una flor blanca, si es la Bautista, quiero una flor amarilla y si es la Católica, una roja, al día siguiente temprano en la mañana me despierta alguien tocando la puerta, me levanto adormilado todavía, abro la puerta y era un señor que traía un telegrama, de parte de mi mamá que residía en USA, me lo entrega, al tiempo que me da un modelo o forma por si quería enviar un telegrama por el día de las madres, que ya estaba próximo, le di las gracias sin ver a penas lo que me entrego, cerré la puerta abrí el sobre del telegrama donde mi madre decía que el próximo domingo nos llamaría por teléfono , luego miro el papel que me dejo el señor, por si quería pasar un telegrama para el día de las madres, el cual tenía debajo, después del espacio dejado para la redacción del telegrama, Una Rosa Roja. El señor que me haría las sandalias me dijo, que él era viudo y que su difunta esposa había dejado una gran colección de libros religiosos, pues era católica practica y que algún libro me prestaría.

Al siguiente día me trajo un libro, que me impacto grandemente, La Vida de San Juan Bosco; el mismo día dos horas más tarde, pasa el cartero dejándome una carta de mi madre, que entre otras muchas cosas, me cuenta que había tenido un sueño con mi difunto padre que le decía que le pidiera a San Juan Bosco por mí. Tres horas más tarde llega mi tía trayéndome una pieza de metal ovalada, como una medalla, que me envió un niño amigo de la familia, llamado Jacintico, el cual jugaba con ella en su patio y mi tía al darle una banana de parte mía, quiso tener una deferencia conmigo y le dijo llévale a él esto de mi parte y mi tía por no hacerle el desaire, me lo trajo. Yo fui a por un cepillo y con jabón y luego con bicarbonato me puse a sacar a la luz la imagen que contenía, que vino a ser la de San Juan Bosco. Y no paro allí la cosa, resulta que ese mismo día en la noche llega, como era habitual, mi tío, Ever, quien trae consigo una estampa de San Juan Bosco que se encontró en la acera de camino a mi casa y me la regala. Al día siguiente pasa por mi casa el señor de las sandalias para preguntarme, si me gustaba el libro que me había dejado, al tiempo que me traía un llavero de regalo, con la imagen de San Juan Bosco; allí mismo le relato todo lo ocurrido hasta el llavero, quedando estupefacto y por supuesto, acrecentando su Fe, pues su difunta esposa, trabajó con los Salesianos.

A partir de ese momento, mi vida cambio radicalmente y me dispuse, lo primero, a buscar un sacerdote, me dirigí a la parroquia que me correspondía Nuestra Señora de La Soledad y encontré al santo varón, varón y santo donde lave mi alma y me puse en sus manos como mi director espiritual, el cual fue mi padre en la FE, Monseñor Miguel Becerril Blázquez. En La Soledad recibí el sacramento de la Confirmación.

Luego en la iglesia, entable amistad con alguien que de niño conocí, por ser del barrio donde nací y por su fama como campeón mundial en carrera el señor Rafael Fortun, que, por ser salesiano de vocación, me contaba, que cuando se retirara, deseaba hacerlo en un convento, en la ciudad de Santa Clara, como hermano salesiano; a través de él comencé a recibir correspondencia salesiana de parte del Padre Higinio Paoli.

De inmediato me dispuse a colaborar en la Iglesia en varias áreas hasta que salí de Cuba, vía España, donde conocí a mi media naranja con la cual llevo 31 años de casados y tenemos dos hijas, nacidas en España.

Llegamos a Miami en 1983. Nos integramos en la parroquia de San Juan Bosco, donde colaboramos, toda la familia, hasta que nos mudamos a la parroquia de Santa Barbará donde también igualmente colaboramos.

Hoy pertenecemos a la Iglesia de San Lázaro.

A PROPOSITO DE CUBA

Hace poco más de un año, nadie habría imaginado el rumbo que han tomado los acontecimientos en la Europa del Este.

En Enero de 1951 fue a Argentina para estudiar teología un salesiano. Sintió que era su deber ir a visitar al P. Luis J. Pedemonte, en Bernal. El P. Pedemonte, un patriarca descendiente de genoveses, había sido Inspector también de Cuba.

En ese primer encuentro el P. Pedemonte, le contó a este salesiano algo que sinceramente le desagrado: "Un misionero, le narraba el P. Pedemonte, había llegado a Turín y se desahogaba con Don Bosco contándole las dificultades de la misión, mientras paseaban los dos por un pórtico del Oratorio. Don Bosco, después de escucharlo paternalmente, poniendo su mano sobre el hombro del misionero le dijo: "NO TE PREOCUPES, YO HE VISTO EL TRIUNFO DE LA CONGREGACION EN CUBA Y EN RUSIA".

"CUANDO SE ARREGLE LO DE RUSIA."

Aquella asociación de Cuba con Rusia en los comienzos del '51 le sentó tan mal que le hizo olvidar los detalles del relato, incluyendo el libro que estaba leyendo.

El P. Jorge Serié fue visitador de Cuba en épocas normales, anterior a la ocupación rusa. Había muerto en fama de santidad. Habiéndose ya apoderado de Cuba el comunismo, un sacerdote, fue a visitar al P. Serie y le pregunto cuando se arreglaría el asunto de Cuba. El P. Serié contesto: ­"CUANDO SE ARREGLE LO DE RUSIA".

En el momento en que escuché esto, vino a mi mente lo que dice San Juan de la Cruz sobre las Profecías condicionadas: que lo mismo significa que se pueden cumplir las dos o ninguna. Y en este último sentido lo entendí yo.

Hoy viendo el rumbo que han tornado los acontecimientos, empiezo a pensar que la interpretación optimista parece acercarse más a la verdad Y TODOS VENDECIREMOS A DIOS.

Les escribo estas cosas antes de que sucedan, para que cuando sucedan "CREAN".