003) 2010 Periódico EL BARRIO. Simplemente eternamente Gracias... a la Prof. Elena Perri

SIMPLEMENTE ETERNAMENTE GRACIAS...

A LA PROFESORA ELENA PERRI

También agradecemos la nota ralizada por Eduardo Criscuolo

y publicada en el Periódico El Barrio Año 12 Nº 142 en Enero de 2011, la cual transcribimos a continuación.

Esquina de la Memoria

Saludo final a Elena Perri

El 2 de diciembre de 2010 falleció la destacada profesora, quien durante muchos años integró la Junta de Estudios Históricos de Coghlan. De vasta actividad docente, tuvo un aporte fundamental para que todos los años se celebre el “Día de la Reconquista”. Fue además quien propuso el emblema que distingue al barrio de origen irlandés.

Por Eduardo Criscuolo

El 10 de mayo de 2010, Elena Perri (María Elena Moreta de Perri) tuvo un desvanecimiento. Sus familiares notaron que no respondía a los estímulos. Fue así como se llamó al servicio de emergencia de la obra social (OSECAC), a la que estaba afiliada. Poco tiempo después llegó la ambulancia y el médico que la auscultó declaró que se trataba de un accidente cerebro vascular (ACV). Elena recuperó el conocimiento y estaba conciente, pero tenía paralizado el lado izquierdo de su cuerpo. No perdió el habla y el profesional indicó que era conveniente solicitar su internación en la sala de cuidados intensivos. Cinco días después fue trasladada al Sanatorio San José, sito en la calle Sánchez de Bustamante 1674 de esta Capital Federal.

Según comentarios que llegaron a mis oídos, la atención médica en ese nosocomio no estuvo acorde con la gravedad que el caso ofrecía. De tal manera que diez días después, el 25 de mayo de 2010, Elena regresó a su casa en Nahuel Huapí al 4100. A mediados de junio su estado de salud empeoró y se dispuso trasladarla al centro médico de la Universidad Abierta Interamericana, Hospital Escuela, sito en la calle Portela 2975, Villa Soldati. Allí permaneció en la sala de terapia intensiva y, a pesar de los cuidados médicos que recibió, lamentablemente dejó de existir el día 2 de diciembre de 2010.

No hubo velatorio y sus restos mortales fueron cremados en el Cementerio del Oeste (Chacarita), de acuerdo con su deseo. Aún no ha sido depositada en el lugar donde permanecerá para siempre. Tal vez sea la Iglesia de San Juan Bautista, en Alsina 824 casi esquina Piedras, barrio de Monserrat, que fue el leitmotiv de la vida de María Elena.

Decíamos ayer...

En la edición Nº 124 de El Barrio, de julio de 2009, se publicó la entrevista que mantuve con Elena Perri en la segunda quincena de junio de 2009. Con su imponderable espíritu y su palabra cordial, me refirió pormenores de su vida. Había nacido en el barrio de Palermo, pero estuvo pocos años allí. Su familia se trasladó a la ciudad de Santa Fe, donde cursó sus estudios primarios y secundarios, para luego diplomarse en el Profesorado de Historia en Paraná (Entre Ríos). Tiempo después realizó estudios de posgrado en la Universidad Nacional del Litoral.

En 1956 regresó a Buenos Aires y en la Universidad de La Plata continuó sus estudios de posgrado. En el Centro de Profesores Diplomados de Enseñanza Secundaria inició su actividad académica y, asimismo, participó en la Comisión Próspero Alemandri, artífice de las leyes de educación. Poco después se incorporó a la docencia en el Instituto José Manuel Estrada, primera cooperativa de enseñanza gratuita, ocupando durante varios períodos cargos en el Consejo de Administración.

Su gran interés en la historia y desenvolvimiento de esta ciudad de Buenos Aires la llevó a integrar, en el carácter de secretaria, la Asociación Amigos y la Fundación de la Avenida de Mayo y luego fue coordinadora de la Comisión Conmemorativa del Centenario de la citada arteria. Asimismo, fundó la Junta de Estudios Históricos de Monserrat y es ampliamente conocida la ímproba tarea que llevó a cabo en la citada institución, de la que también ocupó la presidencia.

Cabe destacar que en ese lapso su increíble actividad la llevó a colaborar -por más de 15 años- en las competencias intercolegiales dentro de la pesca deportiva. Creó el lema “Una caña de pescar y un libro”, que alcanzó vasta repercusión nacional e internacional. Incluso mereció que la Municipalidad de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, la nombrara “Ciudadana Honoraria”.

De corceles y de aceros

El “Día de la Reconquista” (12 de agosto) conmemora la rendición de las fuerzas británicas al mando del Gral. William Carr Beresford, que tuvo a su cargo la primera invasión inglesa al Virreinato del Río de la Plata, entonces bajo el mando del Virrey Sobremonte. Bueno, no vamos a describir las acciones históricas de esa fecha de 1806. Aquí hablaremos del “Día de la Reconquista”, emblemática fecha para Elena Perri y su pertinaz quehacer histórico.

Con el valioso e incondicional aporte del Regimiento de Patricios, procuró que se recordara la acción de las Clarisas y así se reconoció al Panteón de la Reconquista, que con el correr del tiempo convocó en esa fecha a una multitud. De esa forma organizó un encuentro comunitario importante y de renovada gratitud a quienes no discriminaron bandos. El “Día de la Reconquista” se celebra en unión y libertad. La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, ante la magnitud del emprendimiento, en vísperas del Bicentenario de las Invasiones Inglesas no vaciló en declararlo de “interés cultural”. Para información de los lectores, este honroso acto se desarrolla el 12 de agosto y el domingo siguiente de cada año en la Plaza de Mayo.

Esta obra de incuestionable valor para los argentinos nació de esa imbatible actividad de Elena Perri. Digamos también que le valió, en 2005, que el Regimiento de Patricios la designara “Patricio Honorario” y le entregara una medalla de acreditación acompañada de una conceptuosa carta del Jefe del Regimiento.

El corazón al norte

Elena Perri llegó a Coghlan y en 1990 integró la Junta de Estudios Históricos del barrio, por el que siempre sintió una personal inclinación. Desarrolló una serie incontable de actividades, promoviendo reuniones y conferencias. En un momento dado, ante el requerimiento del Gobierno de la Ciudad, propuso como emblema del barrio la pintura que inmortalizó a la Estación Coghlan, nacida de la mano de la eximia artista Anikó Szabó. Entre 2006 y 2008 ocupó la presidencia de la Junta de Estudios Históricos de Coghlan y, con la colaboración del Ing. Italo Bretti, logró que al Jardín de Infantes de la Escuela Nº 15 D.E. 15, de Tronador y Tomás Le Bretón, se le imponga el nombre de Juan B. Coghlan.

Además tuvo a su cargo la cátedra de Historia en el Colegio Nacional 12 D.E. 15 Reconquista, ubicado en Av. Triunvirato al 4900, donde en 1979 congregó a un grupo de ex alumnos y fundó la Asociación de ex Alumnos del Colegio Nacional Reconquista, que aún sigue desarrollando sus actividades.

Adiós a la amiga

Tuve la inmensa oportunidad de ser amigo de Elena Perri. Vivía a pocos metros de mi casa. Siempre estaba atenta a cualquier hecho que se relacionara con la ciudad y en especial con los barrios de Monserrat y Coghlan. Pocos meses antes de su grave problema de salud, me comentó que estaba trabajando sobre los orígenes del barrio de Belgrano con otras personas. Recuerdo haberle facilitado un libro de Andrés Allende que justamente hacía referencia a ese tema.

Qué se puede decir de estos días sin Elena Perri. La tristeza, sin duda, invade el ánimo de quienes supieron tratarla. Creo que debemos pensar que en estos momentos nuestra querida Elena debe estar, como dice Poldy Bird, ordenando los barrios de las estrellas.

Nuestro profundo reconocimiento a las señoras Nuri Mateu y Evelina Rucci por sus valiosos aportes para la confección de este saludo final a Elena Perri.